Ciudadanos Del Reino De Los CielosMuestra
El Fundamento
El Señor Jesús hace una declaración muy específica acerca de la entrada al Reino de los cielos, basada no solamente en el conocimiento de Él y su Palabra, sino de una vida bien cimentada en Dios. La doctrina de Jesús tenía autoridad y sus Palabras siguen siendo la verdad más grande para nosotros.
El texto que estamos leyendo, nos hace una declaración muy directa “Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad”. Este texto podría provocar temor o duda de saber si entraremos o no al Reino de los Cielos. Pero el mensaje que nuestro Señor quería transmitir era: No solamente basta con conocer y “seguirlo”, es necesario establecer buenos cimientos, verdades relevantes, sana doctrina, buenos frutos y una vida consagrada a Dios.
La entrada al Reino no es por temor, es por hacer la voluntad de Dios.
Muchos pensamos que agradar a Dios es “no portarnos mal”, cuando la misma Palabra nos enseña que nuestra prioridad es hacer la voluntad de Dios. La eternidad y relación con Dios no se logra por las abstenciones en este mundo, se obtiene por amarlo y obedecerlo a Él.
El cimiento es más importante que nuestras acciones.
¿Sobre qué está basada tu vida? ¿Qué es lo primordial para ti? ¿Estás dispuesto para hacer la voluntad de Dios?
El mismo Señor nos da la comparación de dos hombres, uno prudente y otro insensato; esa comparación es un indicativo de la sabiduría (24) que debemos de tener para escuchar la voluntad de Dios, llevar a cabo sus mandamientos y permanecer en Él, como lo hizo el hombre prudente.
¿Cuál es el fundamento de tu vida? ¿Tu vida podrá soportar “lluvia, ríos, vientos”?
Sabías que los momentos difíciles ponen a prueba las verdaderas intenciones del corazón. Los momentos difíciles no solamente forjan el carácter, sino que también demuestran de qué realmente estás hecho y de cuáles son tus cimientos.
Hay personas (26) que escuchan las palabras del Señor, “conocen y caminan” en el cristianismo, pero su falta de sabiduría y la autosuficiencia los llevan ser destruidos, a terminar en una ruina espiritual.
Deberíamos considerar que el ser “apartados o rechazados” no es por la falta de misericordia de Dios, sino más bien, por solamente escuchar y conocer su voluntad, pero no hacerla.
La doctrina del Señor Jesús, nuestra mayor autoridad.
La gente se admiraba de las palabras de Cristo, y sabían que en Él había autoridad, una autoridad con la que enseñaba y concluía este sermón del Monte.
Hoy en día hay muchas doctrinas, pero ¿hay autoridad en ellas?
De lo que estamos seguros es de que las enseñanzas del Señor Jesús son las únicas, fuera de su doctrina estaremos perdidos y extraviados, podríamos ser llevados de un lado a otro sin sentido como lo dijo el mismo Apóstol Pablo. Cuidemos la sana doctrina que ya está escrita, seamos sabios y busquemos estar bien cimentados en Cristo para estar listos a esa entrada al Reino Celestial.
Pidamos sabiduría a Dios para ser hombres y mujeres sabios, obedecer sus mandamientos, llevarlos a cabo y mantenernos en esa doctrina, la doctrina de Cristo.
Esperamos que este Plan lo haya animado. Obtenga más información sobre CFN Cancún
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Cómo es un verdadero ciudadano del Reino de los cielos? Descúbrelo y con la ayuda del Espíritu Santo, dejemos que nuestra vida sea transformada por la Palabra y la oración en lo que el Señor desea ver en nosotros.
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Nos gustaría agradecer a CFN Cancún por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.facebook.com/cfncancun