Eligiendo la gratitudMuestra

Día 1: Por nuestro equipo local

Todos tienen un equipo local: son aquellos a los que llamas cuando se te pincha una rueda o cuando sucede algo grave. Los que estando cerca o lejos, conocen todos tus defectos y te siguen amando. Ellos son los que te cuentan sus secretos, los que se sirven un vaso de agua sin pedir permiso cuando están en tu casa. Son los que lloran cuando tú lloras. Ellos son tu gente, con los que puedes contar en cualquier momento, a cualquier hora. Shauna Niequist

Comencemos analizando en caso de que te sientas fuera de práctica en el dar gracias.

Sin duda hay temporadas en las que me he empecinado a ver todo mal. He culpado a todos y a todo en cada una de las situaciones. Y así, me he privado de la alegría en lugar de agradecer.

Ánimo, amigo. Hay mucha alegría en el fondo de esto y vamos a descubrirlo juntos.

Partiendo con nuestro sistema de apoyo, nuestros incondicionales, nuestro equipo local (como lo expresa Shauna Niequist), estas personas aportan dulzura al alma.

Apostaría que podemos mencionar algunos nombres. Lo más probable es que sean dos o tres y tal vez hasta cinco o seis personas que están ahí PARA nosotros. Incondicionales en todos los sentidos. Y, ¿no estamos agradecidos? Quienes conocen nuestras inseguridades, nuestras lágrimas, nuestras risas, nuestra determinación y lucha, nuestras victorias y derrotas. Y aún así, nos aman.

Las primeras dos o tres personas que te vinieron a la mente pueden vivir al lado de tu casa o en otro lugar del país, pero de cualquier manera, estamos agradecidos. Tómate un minuto y envía un mensaje de texto, un email o, ESFUÉRZATE y busca una estampilla, escribe una carta y ponla en el correo diciéndoles lo agradecido que estás por ellos.

Diles que estás agradecido por ayudarte a poner los pies en la tierra. Por su gracia. Por su esperanza. Por sus correcciones. Diles que te gusta recordar cuando te reíste tanto que escupiste la comida. Explícales por qué tus hijos les dicen "tío" aunque no sean familia. Diles que son valiosos para ti. Cuéntales, lo que específicamente ves en ellos y por qué son un REGALO para ti.

Nuestros equipos locales son verdaderos regalos. Seamos agradecidos por eso. El deseo de tener conexiones significativas con otros fue intencionalmente tejido en cada alma. Cuando encontramos estos amigos, estos hermanos y hermanas, estos regalos, encontramos un tesoro que es motivo de celebración y agradecimiento. ¡Brindemos por nuestro equipo local!

Dios, gracias por mi equipo local. Por los que llegan sin avisar y se sientan conmigo en el suelo. Por los que me dicen que es difícil, que es ridículo, que es exagerado. Que me dan vida simplemente por quiénes son, por dónde hemos estado y por lo que ha sido su determinación y lucha. Gracias por las amistades que son como hermanos y por ese amor que trae seguridad, alegría y calma. Gracias por su disposición conmigo.