Eligiendo la gratitudMuestra

Día 3: En el dolor

"El sufrimiento es insoportable si no estás seguro de que Dios está para ti y contigo... en efecto, el sufrimiento está en el corazón de la historia cristiana".

- Caminando con Dios a través del dolor y el sufrimiento, Tim Keller

En algún momento, es posible que hayamos escuchado que el dolor es un recurso útil para nosotros. Nos indica que algo anda mal, que algo debe parar, que algo está errado.

Pero ¿qué significa practicar la gratitud en medio del dolor? El dolor es un maestro, si se lo permitimos. Y, como a todos los buenos maestros, con frecuencia los buscamos muchos años después, y les decimos: Gracias, porque me presionabas, me emplazabas, me desafiabas... mírame ahora, gracias a ti, soy quien soy.

Dios no es ajeno al sufrimiento y a las luchas. La gran narrativa de su propia historia, es que su Hijo fue traicionado por sus mejores amigos y luego fue humillado, golpeado, flagelado y clavado a un madero. Todo esto, después de soportar la noticia de la decapitación de su querido primo, de haber enfrentado enfermedades y demonios, de ver las ruinas de lo que el pecado le hizo a nuestra tierra.

Hay tanto sufrimiento, dolor, muerte.

Y ¿yo te pido que seas agradecido en esas circunstancias?

Lo que pido es que, por un momento, consideremos que la belleza puede surgir de las cenizas, así como los bebés nacen después de fuertes contracciones y de un parto doloroso cercano a la muerte.

Que a menos que una semilla muera, no puede dar fruto.

Que ese domingo llegó después del viernes de traición.

Que después del invierno viene la primavera, un tiempo de florecimiento.

Es así como lamentablemente funciona nuestro mundo. No podemos tener una cosa sin la otra. En la tierra, el dolor y la alegría están unidos; podemos amargarnos al respecto o, podemos aprovecharlo para mejorar.

Querido amigo, no digo esto con ligereza o insensibilidad como si no conociera el dolor. Lo digo con delicadeza, con una mano de gracia extendida.

He visto al cáncer cobrar vidas. He llorado junto a viudas demasiado jóvenes en el suelo de los baños. He sentido la impotencia en mi vida al luchar contra la infertilidad durante años. Lloré en los pasillos del hospital después de que nos dijeron que mi hijo tenía la enfermedad de Crohn. He llorado por la pérdida de maridos y bebés, de empleos, de inocencia, de esperanzas y de sueños.

Y sin mencionar la variedad de luchas que todos atravesamos en la tierra. Batallas contra la ansiedad, decisiones e inseguridades, por nombrar algunas.

Entonces, ¿qué podemos decir sobre la gratitud en el dolor y la lucha? Podemos estar agradecidos por estas 3 verdades: 

Dios está CON nosotros en nuestras luchas. (Mateo 28:20)

Dios está de nuestro lado cuando parece que todo lo demás está en contra nuestra. (Romanos 8:31)

Dios nos llevará A TRAVÉS de nuestro dolor. (Isaías 43:1-3)

Mi Rey conoce el dolor, mi Rey me conoce y mi Rey está aquí. Estoy agradecida por eso. Él conoce cada una de nuestras lágrimas y no las olvida. Qué verdad tan cariñosa y dulce. Nunca se cansa de ellas, y se sienta con nosotros en nuestra lucha.

Dios, gracias por estar con nosotros en las batallas. Estás con nosotros en lo que es doloroso, triste, aterrador y real. Gracias por no estar lejos, inaccesible o avergonzado de nuestro dolor, nuestra lucha, nuestra debilidad, nuestra inseguridad. Gracias por conocer el dolor, elegir caminar a través de él (y no evitarlo,) y por mostrarnos una manera de abordar el dolor que debemos aprender. Gracias por estar POR nosotros, Tú nos creaste, por lo que así es. Si viniste a la tierra para estar con nosotros, entonces estás de nuestro lado. Amado Dios, ayúdanos en nuestra lucha y en nuestro dolor.