Eligiendo la gratitudMuestra
Día 4: Por la belleza
Nunca pierdas la oportunidad de ver algo hermoso, porque la belleza es la letra de Dios.
—Ralph Waldo Emerson
La vida está llena de belleza. Pon atención. Observa al abejorro, al niño pequeño y a las caras sonrientes. Huele la lluvia y siente el viento. Vive tu vida al máximo de tu potencial y lucha por tus sueños.
—Ashley Smith
Smith nos da una orden: observemos la belleza.
Es como si tuviéramos que concertar una cita con la belleza para redescubrirla. Donde nos damos un tiempo, dejamos todo, y tomamos un poco de aire fresco.
Nos detenemos, respiramos y observamos.
La naturaleza tiene una manera de silenciarme con su belleza, de darme perspectiva. Con sus hojas más brillantes que mi oscuro corazón y sus árboles más grandes que todos mis miedos, obtengo una nueva mirada a mis pequeños problemas.
Árboles y ríos, colinas y lagos, atardeceres y cielos de los más variados colores, están para mí si dedico el tiempo. ¿Podemos dedicar un tiempo hoy? ¿Podríamos quedarnos solos y dar un paseo (de solo diez minutos) y solamente observar la belleza? Vamos a hacerlo. Los cielos despejados pueden despejar los corazones.
Y luego, Emerson se refiere a la belleza como “la letra de Dios”. Del tipo que se encuentra en nuestra vida diaria.
Del tipo que estamos muy acostumbrados. Cuando no nos detenemos porque estamos en nuestros propios asuntos. Cuando oímos las risitas tontas de un niño mayor que persigue al más pequeño mientras descargamos el lavavajillas. Cuando la luz del sol se refleja en la escalera con un atractivo patrón. Cuando llevamos la ropa doblada a los dormitorios. Cuando encontramos a un padre con su hijo lanzando una pelota simple en la calle mientras sacamos el auto.
Y ¿no estamos agradecidos por la belleza por la que nos detenemos para contemplar y por la belleza que se detiene para contemplarnos.
La belleza sana, restaura, aligera la carga. La belleza da gracia donde pensábamos que no la había. Da luz en la oscuridad. Da esperanza en momentos desesperados.
Sin duda, encontraremos la belleza cuando estemos abiertos a la idea de que cuando algo está enterrado, algo hermoso puede crecer.
Dios, gracias por la belleza, es tu regalo, tu alegría en la creación, tu aire fresco para nuestros pulmones cansados. Ayúdanos a ver la belleza. A verla incluso cuando le hemos cerrado nuestros ojos; a advertirla cuando nuestra vida es ruidosa y ajetreada. Gracias por la naturaleza, los seres humanos y el arte, por los partidos de futbol, los deditos pegajosos y los corazones llenos de posibilidades.
Acerca de este Plan
Muchos de nosotros vivimos frustrados, ansiosos y abrumados. Pero no tiene por qué ser así. Se pueden formar nuevos hábitos. Se pueden encontrar nuevas esperanzas. La alegría realmente está a la vuelta de la esquina. Pero, ¿cómo podemos llegar ahí? A menudo, la práctica espiritual de la gratitud es la clave que falta para desbloquear la esperanza, la alegría y la belleza que nos rodean.
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