Los Proverbios: Busca La Sabiduría - Parte 2Muestra
BUSCA LA SABIDURÍA PARA MANTENERTE FIRME
¿Alguna vez has intentado empezar tu propio jardín o huerto en casa? Recuerdo que cuando mis hermanas y yo éramos chicas amábamos las flores y queríamos tener nuestras propias plantas. El problema es que no sabíamos cuánto compromiso se necesitaba para lograrlo. La tierra de nuestro patio nunca fue la adecuada, olvidábamos regarlas o las terminábamos ahogando, además de que el clima no era el adecuado para el tipo de plantas que queríamos. Quienes logran tener su propio jardín o huerto son personas que realmente tienen pasión por ello y dedican su tiempo a hacer que las plantas crezcan teniendo las mejores circunstancias. Mi abuelita era una de esas personas. Amaban tanto a sus plantas y flores que aún estando enferma se preocupaba porque estuvieran siendo cuidadas y el resultado de eso era el esperado: tenía las flores más bonitas. Pero, ¿qué pasa si se descuidan las plantas por un tiempo? Si no están en constante cuidado, pueden llenarse de algún tipo de plaga, ser comidas por ciertos insectos o simplemente secarse y dejar de crecer como le pasó a nuestras plantas muchas veces. No necesita pasar mucho tiempo pues hay plantas que son tan exigentes, que solo unos días son suficientes para arruinarse.
La porción de Proverbios de hoy nos habla de un hombre perezoso que descuidó su campo. Pensaba que no había problema con dormir un poco, descansar un rato y su campo terminó arruinado. En este relato, nosotros somos el hombre, el campo nuestra vida espiritual y la maleza y los espinos aquellas cosas del enemigo que vamos dejando entrar sin querer. Así como el hombre creía que no había problema con descuidar por un momento su campo y terminó viendo las consecuencias de ello, a veces también nosotros empezamos a descuidar poco a poco nuestra vida y nos arriesgamos a vivir las mismas consecuencias. No creo que el hombre haya plantado en su campo para dejar que luego todo su trabajo se viera arruinado. No lo había hecho a propósito, pero fuera a propósito o no, las consecuencias de igual manera iban a darse. Descuidar nuestra vida espiritual, sea a propósito o no, abre puertas para el enemigo. Empezamos a decir cosas como: ¨No pasa nada si hoy no oro¨, ¨No pasa nada si hoy no asisto a la iglesia¨. ¨No pasa nada si no leo la biblia¨.¨Yo sé que a Dios no le agrada esto, pero solo lo voy a hacer esta vez¨. ¨No creo que esto sea tan malo como Dios dice¨. Y, entonces poco a poco vamos cayendo en dejar pasar ciertas cosas y descuidamos nuestra alma y espíritu. Cuando menos lo esperamos, nos convertimos en ese hombre perezoso cuyo campo está arruinado por su propia pereza.
Como mencioné antes, quienes logran tener jardines y huertos hermosos son quienes son apasionados por ello. No lo ven como un compromiso o una carga, si no como algo que aman hacer. Lo mismo pasa con nuestra vida espiritual. Si amamos a Dios con todo nuestro corazón, nunca veremos el orar, el leer la Biblia, el congregarnos, el ser obedientes y radicales y el trabajar para el Señor como una carga, si no que será nuestro deleite y nuestra pasión. Más ahora que nunca, en estos últimos tiempos, debemos mantenernos constantes. No dejemos de trabajar y avanzar solo porque el Señor tarda en regresar, pues Él espera campos listos para la cosecha.
Escrituras
Acerca de este Plan
Proverbios dice que la sabiduría ¨es un árbol de vida a los que de ella echan mano¨. Puede que ya hayas leído Proverbios igual que yo, pero nunca me detuve a intentar entender qué era lo que significaban sus dichos. Espero que esta segunda parte revele nuevas cosas a tu vida. Si no has leído la primera parte, te invito a empezar por ahí y después volver a esta.
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Nos gustaría agradecer a Alejandra Aguilera por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/a_aguilera_l/