BUSCA LA SABIDURÍA EN LA PACIENCIA Y EL DOMINIO PROPIO

La paciencia es una de las cualidades más difíciles de tener en un tiempo en el que todo nos es dado de manera rápida y fácil. Mientras más pasa el tiempo sin ver una promesa cumplida, más difícil se hace la espera.

Los versículos que leímos de 1 de Samuel nos muestran un error cometido por Saúl por su falta de paciencia. El pueblo de Israel estaba a punto de ser atacado por los filisteos. El ejército junto con Saúl debía esperar a Samuel para que ofreciera sacrificio clamando al Señor para que los acompañara en guerra. La tarea de los reyes en ese tiempo era gobernar y guiar al pueblo en el área militar, sin embargo, el área espiritual era tarea de los sacerdotes. Los sacerdotes eran elegidos por Dios específicamente para desarrollar ese trabajo y solo ellos podían hacerlo. Saúl al saber que serían atacados, decidió entregar él mismo el sacrificio al Señor para asegurar su victoria. Este acto fue desaprobado por el Señor pues, aunque entregar sacrificio era algo considerado bueno para el Señor, la falta de paciencia de Saúl lo había llevado a desobedecer. Este error le costó a Saúl el reino, ya que después de esto el Señor decidió buscar a alguien con un corazón dispuesto y obediente para ser el nuevo rey de Israel.

Los versículos 32 y 33 de Proverbios nos hablan del dominio propio. El dominio propio es tener control sobre uno mismo en todas las áreas. Este al igual que la paciencia, forma parte del Fruto del Espíritu. Eso significa que nacen de nosotros al tener una relación con el Espíritu Santo y a través de eso, Él va formándolos en nuestro interior. Ambos van bastante de la mano, pues la falta de paciencia puede llevarnos a actuar de formas descontroladas como pasó con Saúl en esta y en distintas ocasiones. Como ya mencionaba, a veces se vuelve difícil esperar el cumplimiento de una promesa y que a nuestro parecer Dios no esté haciendo nada, pero debemos evitar caer en la impaciencia y la falta de control propio porque eso puede llevarnos a hacer cosas que estén fuera del plan de Dios o que terminen retardando aún más la promesa.

Saúl estaba desesperado porque Samuel no llegaba, pero después de que decide hacer él mismo el sacrificio, el profeta llega. Si tan solo hubiera esperado un poco más, habría tenido la oportunidad de hacer las cosas correctamente.