BUSCA LA SABIDURÍA PARA MOSTRAR MISERICORDIA

¿Cómo te gustaría ser tratado cuando te equivoques?

Hay una historia en la Biblia que muestra la misericordia de Jesús y es la de la mujer sorprendida en adulterio que leímos hoy. Los fariseos eran personas enseñadas en la ley de los judíos pero que no entendían ni hacían cumplir a otros la ley a través del amor y la misericordia de Dios, si no que eran legalistas. Al ser expuesto el pecado de esta mujer, los escribas y fariseos la trajeron delante de Jesús para apedrearla, pero Jesús no le mostró más que misericordia y amor. ¨El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra¨, con solo esa frase les hizo entender que no había nadie perfecto y que no les correspondía juzgar quién merecía un castigo y cómo debía ser.

El versículo de Proverbios que leímos nos dice que el amigo cubre la falta. Muchas veces se confunde esto con validar los pecados de otros, pero la misericordia de Jesús no le impedía ver el pecado. La diferencia estaba en la forma como trataba a las personas que cometían pecado. Jesús no buscaba evidenciar ni condenar a las personas delante de todos, si no confrontarlos a ellos mismos con su pecado para que pudieran reconocerlo y así perdonarlos. Siempre hacía todo en amor y eso es algo que podemos y debemos aprender de Él. En Proverbios 17 dice también que la persona que cubre la falta cultiva el amor, pues a través de esto mostramos el amor de Dios y el carácter de Jesús. Como cristianos hemos sido llamados a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. La misma misericordia y amor que queremos que otros nos muestren cuando nos equivoquemos, es la misma que debemos mostrar a otros cuando se equivoquen. No seamos como los escribas y fariseos que criticaban y exponían públicamente el pecado de otros. No importa cuántas cosas correctas podamos decir, el Espíritu Santo es el único que puede traer verdadero arrepentimiento a las personas. Para Dios no hay pecados grandes y pecados chicos. Sin importar la magnitud del pecado, a todos nos aleja de la misma forma de la presencia del Señor y costó el mismo precio obtener el perdón de ellos.

Busquemos ser personas que muestren el amor de Dios en todo momento y a toda persona.