BUSCA LA SABIDURÍA EN LA PALABRA

En los versículos anteriores al relato de la Biblia que leímos, Jesús hablaba a la multitud diciendo que Él era el pan de vida que había descendido del cielo para traer vida eterna y que al comer de Él vivirían para siempre. Muchos de los que escuchaban, como pasaba en otras ocasiones no entendieron a qué se refería y terminaron yéndose y dejaron de seguirlo. Como leímos, Jesús se voltea a Sus discípulos y les pregunta si ellos quieren irse también y Pedro contesta: ¨Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna¨. ¿Puedes imaginar lo increíble que debió haber sido para Sus discípulos caminar al lado de Jesús, convivir con Él y escucharlo hablar todos los días? Pedro describía Sus palabras como vida a su interior. Tal vez nosotros no hayamos tenido el privilegio de caminar y escuchar a Jesús físicamente, pero nos fue dada la Palabra en la que podemos leer esas mismas palabras que cautivaron a las personas.

Salmos 119:105 compara la Biblia con una lámpara. Las lámparas son objetos portadores de luz, luz que necesitamos para alumbrar en la oscuridad en distintas áreas. A través de la Palabra conocemos el corazón de Dios, conocemos Su voluntad, lo que ama, lo que aborrece, nos lleva a conocer lo bueno y lo malo delante de Él y a perfeccionarnos cada vez más en Su carácter. Es por esto que la Palabra se compara con una lámpara. Cuando entramos en un cuarto oscuro, es difícil reconocer lo que hay dentro, pero al encender una luz podemos ver claramente todo lo que hay en ese lugar. De la misma forma, la Palabra escudriña lo más oculto dentro de nosotros y lo trae a la luz. La Biblia nos trae un nuevo entendimiento y eso nos lleva a ver cosas en nosotros que no considerábamos incorrectas como incorrectas, nos lleva a reconocer partes de nosotros que están lastimadas y necesitan sanar, nos lleva a reconocer pecados que antes veíamos como algo completamente normal y a alejarnos. Lo que antes no veíamos en nosotros por vivir en esa oscuridad, hoy es expuesto a la luz y nuestro espíritu puede ser renovado. En ella encontramos también nuestro camino como menciona Salmos. Cuando en un momento todo es confuso, viene la Palabra del Señor a revelarnos el camino que debemos seguir y que nos llevará a cumplir el propósito que Dios tiene para nosotros.

La lectura de la Biblia debe ser una práctica de cada cristiano. No es solo un libro, es la Palabra viva, la misma Palabra que Jesús hablaba y que Pedro describía como palabras de vida eterna. Tenemos el privilegio de ser guiados a través de la Biblia y aún de que el Espíritu Santo pueda hablarnos y enseñarnos nueva revelación en ella. No desperdiciemos ese privilegio que nos ha sido dado.