Tiempo De MadurarMuestra
La amistad con el mundo
Esta porción nos lleva a la constante lucha que tiene el ser humano por alcanzar el placer. Para el cristiano es la gran disyuntiva entre agradar a Dios o agradarse a si mismo. Meditemos en el pasaje y tomemos una firme decisión.
Mi gusto o la voluntad de Dios
Santiago nos plantea una cuestión fundamental: la finalidad de nuestra vida es someterse a la voluntad de Dios o satisfacer el ansia de placeres de este mundo. Nos advierte que, si el placer es el objetivo de nuestra vida, lo único que vamos a conseguir son peleas, y odio, y divisiones. El resultado de una ansiosa búsqueda de placeres desemboca en unos resentimientos interminables que son como guerras, y en unas explosiones repentinas que son como batallas. La raíz de este conflicto incesante y violento no es otra cosa que la codicia.
La consecuencia de una vida dominada por el placer
a)Hace que las personas estén en guerra unas con otras. Cuando todos se esfuerzan por poseer las mismas cosas (dinero, poder, prestigio, placeres carnales, etc.), la vida se convierte inevitablemente en un campo de batalla.
b)El ansía de poder arrastra a las personas a acciones vergonzosas. Les impulsa a la envidia y a la enemistad; y hasta el asesinato. Todo inicia con un deseo que crece hasta convertirse en una pasión dominante. No importa lo que se interponga lo alcanza a cualquier precio.
c)El ansia de placer cierra la puerta de la oración. La persona ora solamente por aquello que desea febrilmente, no piensa ya más en : “Dios hágase tu voluntad”.
La amistad con el mundo es enemistad con Dios.
Santiago llama “almas adulteras” a aquellos que han amado los placeres de éste mundo y rompen su comunión con Dios por causa del placer. Recordemos que Dios ve a su iglesia como su esposa y la cela.
Amar el mundo es enemistarse con Dios, aclaramos que amar al mundo nada tiene que ver con amar a las personas, amar al pecador, sino amar la corriente, filosofía y manera de vivir del mundo; el que es muy amigo del mundo se coloca en la posición de enemigo de Dios.
Usar el mundo para servir a Dios es ser amigo de Dios, decídete pues: “Nadie puede servir a dos amos” Mt. 6:24 Dios ama tan profundamente a la humanidad que nos cela. No permite que tengamos dos corazones o un corazón dividido. Es el mundo o Dios “¿A quien amaremos?”
Nuestra vida de comunión con Dios, nuestra forma de orar y nuestra forma de actuar a partir de éste día pueden tener cambios radicales. ¡Decidamos hacerlos!
Escrituras
Acerca de este Plan
El hecho de llevar muchos o pocos años en el Evangelio no quiere decir que necesariamente seamos maduros en la Fe. Este plan tiene ese propósito, ayudar a madurar nuestra vida cristiana.
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Nos gustaría agradecer a CFN Cancún por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.facebook.com/cfncancun