Hábitos Para Comenzar El AñoEjemplo

El hábito de ser generosos
“Más bienaventurado es dar que recibir” (Jesús).
La vida de Jesús fue una vida orientada a la generosidad. Gran parte de la agenda del Hijo de Dios fue bendecir a las personas de su generación. Él lo hizo de muchas maneras: sanando, enseñando, perdonando, resucitando muertos. En una palabra: bendiciendo.
“Imiten al Hijo del Hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar suvida en rescate por muchos" (Mateo 20:28).
Si lo pensamos detenidamente, sólo podemos tener 2 actitudes frente a los demás: esperar recibir algo de ellos, o esmerarnos para ofrecer algo para ellos. Jesús es lasegunda clase de persona. Nosotros no teníamos nada que ofrecer al Salvador del mundo, sin embargo, Él se entregó por completo en obediencia al Padre y en amor por todos y cada uno de nosotros. Bendecir a otros era una prioridad en la vida de Jesús y debe ser una prioridad en todos aquellos que somos llamados sus seguidores.
“Cuando lleguemos al final de nuestras vidas, la pregunta será “¿Cuánto has dado?” Y no“¿Cuánto tienes?” (George Sweeting).
Jesús fue generoso, no acaparador. Vivió con el hábito de pensar en favor de otros. Cada vez que usted observa a Jesús en el relato de los evangelios, lo encontrará dando algo a los demás. No había un gramo de mezquindad en su espíritu. Su obra máxima de entrega fue la realizada en la cruz del calvario. Jesús satisfizo diferentes necesidades, pero, sin lugar a dudas, la mayor necesidad que Jesús satisfizo en los seres humanos fue el entregar su vida en nuestro rescate en la cruz del Calvario. Su vida sin pecado, su muerte y su resurrección, garantiza el perdón de pecados y la vida eterna para toda aquella persona que se arrepiente de sus pecados, y le entrega su vida como Señor y Salvador. ¡La vida eterna es el mayor regalo que Jesús ofrece a la humanidad! Además de su muerte y resurrección, Jesús tuvo misericordia de las personas a su alrededor en su ministerio terrenal, y satisfizo diferentes tipos de necesidades:
• Físicas (Marcos 6:30-44, Juan 9:1-12).
• Emocionales (Mateo 26:6-13, Lucas 7:13, Marcos 6:34).
Para comenzar a formar el hábito de bendecir a otros, lo primero es elegir ser un dador y no un acaparador, recordando las palabras de Jesús mismo, “más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35).
Pensar en bendecir a los demás, no debe ser motivado por conseguir algo a cambio. En ocasiones bendecimos a aquellos que pueden bendecirnos de vuelta, sin embargo, Jesús enseñó: “…Cuando ofrezcas una comida o una cena, no invites a tus amigos ni a tus hermanos, ni a tus parientes y vecinos ricos, no sea que ellos también te vuelvan a invitar, y quedes así compensado. Al contrario, cuando ofrezcas un banquete, invita a los pobres y a los mancos, a los cojos y a los ciegos, y así serás dichoso. Porque, aunque ellos no te puedan devolver la invitación, tu recompensa la recibirás en la resurrección de los justos" (Lucas 14:12-14).
En ocasiones, las personas no serán agradecidas cuando reciben bendición de parte nuestra, pero un verdadero seguidor de Jesús no bendice a otros para recibir agradecimiento. Lucas 17:11-19 narra la historia de diez leprosos que recibieron sanidad de parte de Jesús, y solamente uno regresó a postrarse a los pies de Jesús para agradecerle. ¡Solamente 1 de los 10 que fueron sanados!
Una vez establecido esto, podremos estar atentos con las personas a nuestro alrededor para poder bendecirlas, aún cuando no muestren gratitud de la forma que nosotros esperamos. De manera frecuente pregúntate “¿Cómo puedo yo ser el instrumento de Dios a través del cual la necesidad de alguien puede ser satisfecha?”. Recuerda que puede ser una necesidad física, emocional o espiritual.
Recuerda que bendecir a otros requerirá de usted tiempo, esfuerzo, recursos.¡Bendecir a los demás cuesta! ¡Eso lo hace valioso, de otra forma, no lo sería! Mantente dispuesto a invertir una parte de tu vida a favor de otros.
Finalmente, ten siempre una perspectiva eterna. Recuerda que cada que estamos bendiciendo a las personas a nuestro alrededor “estamos haciendo tesoros en el cielo” (Mateo 6:19-21).
Ser bondadosos como Jesús lo fue, nos invita a tomar la decisión de ser sensibles, comprensivos, amables y compasivos con cada persona con la que tratemos. Es“cambiar el chip” de nuestro corazón: en lugar de buscar qué recibir de los demás, buscamos la forma de dar a los demás.
Preguntas para la reflexión
1. ¿Consideras que tienes el hábito de identificar necesidades de otros a tualrededor e intentas suplirlas, o consideras que es un área de oportunidad en ti? ¿Qué tan sencillo te resulta bendecir a otros con tu tiempo o tus recursos?
2. ¿Tienes un plan establecido para bendecir a otros o lo realizas de forma esporádica? ¿Podrías pensar en actos concretos para bendecir a otros?
3. ¿Qué porcentaje de lo que tienes destinas para bendición de otros? ¿Podrías mejorar en tu vida el hábito de bendecir a otros? ¿Qué obstáculos enfrentas para llevarlo a cabo?
Escrituras
Acerca de este Plan

Tú y yo no somos más que la suma de nuestros hábitos. Piénsalo por un momento. Lo que tú eres el día de hoy es simplemente la suma de los hábitos que te han traído hasta el lugar en donde te encuentras en este momento. En este sencillo plan devocional queremos invitarte a construir buenos hábitos. Hábitos saludables. Hábitos de bendición. Hábitos que te lleven a un futuro mejor, pero, sobre todo, a agradar a Dios con tu manera de vivir.
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Nos gustaría agradecer a Ponlo en práctica por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: instagram.com/ponloenpractica_?igsh=MThueWFocXZyZGp1eQ==
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