Hábitos Para Comenzar El AñoEjemplo

El hábito de leer la Biblia

“Toda cosa provechosa para la vida del hombre se contiene en las Sagradas Escrituras” (Abraham Lincoln).

Una de las frases que Jesús repitió en diferentes ocasiones, fue la frase “escrito está”. Jesús, el Hijo de Dios, citaba de manera frecuente la Escritura para enseñar, para corregir a sus adversarios, o para citar profecías cumplidas en su Persona, entre otras cosas.

Pudiera parecer ilógico que el Eterno Verbo de Dios tuviera necesidad de estudiar las Escrituras, sin embargo, al principio de su ministerio público, el evangelio de Lucas nos menciona que Jesús…

“…Cuando llegó a Nazaret, la aldea donde creció, fue como de costumbre a la sinagoga el día de descanso y se puso de pie para leer las Escrituras" (Lucas 4:16 )

Jesús tenía el hábito, como cualquier judío de la época, de asistir a la sinagoga a escuchar la exposición de las Escrituras que se impartía en ese lugar. ¡Era un hábito de Jesús el estudio de las Escrituras! ¡Durante sus tres años y medio de vida pública, citó 24 libros del Antiguo Testamento, en un total de casi 180 veces! ¡Jesús tenía el hábito de estudiar las Escrituras!

La clara evidencia de ello es que en muchas ocasiones Jesús citaba las Escrituras para:

• Fundamentar sus enseñanzas y sus actos (Juan 5:46).

• Corregir a los líderes y maestros religiosos (Mateo 22:29).

• Resistir las tentaciones de Satanás (Mateo 4:4-11).

• Confirmar la autoridad de la Ley, los Escritos y los Profetas (Lucas 24:44).

• Confirmar su identidad mesiánica (Lucas 24:25-27).

Así como tenemos el hábito de alimentarnos todos los días, debe ser un hábito vital para nuestra salud el “alimentarnos” de la Palabra de Dios todos los días (Mateo 4:4).

Un dato triste, es saber que, aunque hoy en día tenemos la mayor cantidad de recursos bíblicos a nuestro alcance (diferentes versiones, muchas traducciones, biblias digitales, biblias en papel, audiobiblias, biblias en casi todos los idiomas, planes de estudio para hombres, mujeres, matrimonios, niños, planes de estudio para nuevos creyentes y para creyentes de mucho tiempo) el hábito de estudiar las Escrituras es uno de los que más adolecen las personas de nuestro tiempo.

Debemos hacer nuestra la exhortación de Pablo a los cristianos de Colosas: “Que la Palabra de Cristo habite con toda su riqueza en ustedes” (Colosenses 3:16).

El estudio de la Palabra de Dios no es un mero ejercicio intelectual; la Escritura va moldeando cada área de nuestra vida (Hebreos 4:12-13). La intención del estudiobíblico no es simplemente conocer, sino poner en práctica en la vida cotidiana lo que la Palabra ha dejado en nuestros corazones (Santiago 1:22-25).

Con este propósito, hay 5 prácticas esenciales que van generando el hábito de fundamentar nuestras vidas en la Palabra:

• Escuchar la Palabra (Proverbios 4:10).

• Leer la Palabra (Nehemías 8:8).

• Estudiar la Palabra (Juan 5:39).

• Memorizar la Palabra (Salmos 119:9).

• Meditar la Palabra (Salmos 1:2).

• Vivir la Palabra (Santiago 1:22-25).

Jesús tenía un profundo conocimiento de las Escrituras, que aplicaba diariamente en su vida. En cada situación en la que Jesús se encontraba, hablaba conforme a las Escrituras. Como seguidores de Jesús debemos aprender a apartar tiempo para estudiar la Palabra de Dios. ¡Las Escrituras son vida! Cuando enfrentemos diferentes circunstancias en la vida, la Palabra dirigirá nuestros pensamientos y acciones, pues hemos hecho el hábito de incorporarla a nuestros corazones y mentes.

Algunas recomendaciones prácticas para leer la Biblia

• Elige un plan de lectura interesante para ti. Sí. Si es la primera vez que vas a aventurarte a leer la Biblia, elige un plan de lectura con temas de tu interés, acompañado de ayudas devocionales para tu provecho. Poco a poco te irás familiarizando con la Biblia y podrás adentrarte a una lectura más profunda.

• Busca recursos sencillos que te expliquen los temas principales de cada libro. En internet encontramos recursos de todo tipo. Hay muchísimos recursos sencillos y muy prácticos que te pueden explicar, en un breve resumen, de qué trata cada libro de la Biblia. Hay desde videos, esquemas, dibujos animados, etc. ¡No hay pretexto para no comenzar a conocer la Escritura!

• Elige un lugar y un tiempo adecuado para la lectura. Evita las distracciones y las prisas. Una buena iluminación y ventilación te permite leer de una mejor manera

• Ora antes de comenzar. Pide a Dios abra tu mente y tu corazón antes de comenzar con tu plan de lectura. Acércate a la Biblia con un corazón sencillo y humilde. Permite que Dios hable a tu vida en ese tiempo.

• Hazte preguntas clave. ¿Qué aprendí en esta lectura? ¿Qué conozco de Dios en esta lectura? ¿Hay algo que yo debo poner en práctica a raíz de esta lectura?

¿Podría hacer un resumen sencillo de lo que Dios habló a mi vida a través de este tiempo de meditación bíblica?

¡Hagamos de la lectura de la Biblia un hábito en nuestras vidas!

Preguntas para la reflexión

1. ¿Consideras haber desarrollado el hábito de la lectura de la Biblia, o crees que es un área de oportunidad en tu relación con Dios?

2. ¿En qué horario crees que te sea más fácil para ti estudiar las Escrituras? ¿Por la mañana? ¿Por la tarde? ¿Por la noche? ¿Por qué?

3. ¿Tienes un plan definido para tus tiempos de lectura bíblica?

4. ¿Crees que podrías mejorar el hábito de la lectura bíblica en tu vida? ¿Qué obstáculos enfrentas para llevarlo a cabo?

5. ¿Tienes un tiempo devocional personal, o con tu familia, amigos o iglesia? ¿Crees que podrías ayudar a tu familia o amigos a desarrollar el hábito de la lectura bíblica?