31 Lecciones Para Fortalecer La FeMuestra

Lección 23

La Ley de la Siembra y La Cosecha, Parte 2

Mientras la tierra permanezca, la siembra y la cosecha, el frío y el calor,
el verano y el invierno, el día y la noche, nunca cesarán.

Génesis 8:22

5 Ahora pues, así dice el SEÑOR de los ejércitos: Considerad bien vuestros caminos. 6 Sembráis mucho, pero recogéis poco; coméis, pero no hay suficiente para que os saciéis; bebéis, pero no hay suficiente para que os embriaguéis; 7os vestís, pero nadie se calienta; y el que recibe salario, recibe salario en bolsa rota. Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Considerad bien vuestros caminos.

Hageo 1:5-7

Todo en la tierra gira alrededor de la ley de la siembra y la cosecha: nuestras palabras, pensamientos, finanzas. Los principios de la siembra y la cosecha son discutidos repetidas veces en el Antiguo y Nuevo Testamento. En Gálatas 6:7 la Biblia nos dice: No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. Si estás sembrando semillas productivas de acuerdo a la Palabra de Dios y no has cosechado la abundante cosecha que Dios promete, entonces Dios dice: Considerad bien vuestros caminos. Haz un inventario de tu vida y descubre que ha estado estorbando tu cosecha.

Como siembres determinará cuanto coseches. Dios nos revela que El que siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra abundantemente, abundantemente también segará. (2 Corintios 9:6)

Cuando diezmas tus finanzas, es como sembrar semillas. Dios dice: Que cada uno dé como propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre. (2 Corintios 9:7)

Espera una cosecha. Un agricultor tiene gozo dentro de él cuando siembra su semilla, aunque es un trabajo físico difícil, y aunque sabe que hay mucho por labrar, deshierbar y fertilizar, él espera y planea por una cosecha. Sabe de la ley de la siembra y la cosecha, así que hay gozo en sembrar la semilla.

La fe no puede trabajar en un corazón pecaminoso, un corazón que no es puro. Muchas veces el pecado es lo que impide a los creyentes de recibir una cosecha. Lo que ha pasado en el Cuerpo de Cristo es una ‘compuerta espiritual.’ Hay algunas cosas que vienen encubiertas. Dios está haciendo una limpieza sobrenatural en el Cuerpo de Cristo en estos últimos días. Él dice que tendrá una Iglesia gloriosa, sin mancha, arruga o defecto. El pecado ha estado descontrolado en la Iglesia, y Dios no lo va a tolerar más. Cuando tomamos una decisión de que no íbamos a tolerar cosas ilegales en nuestro sistema político, tuvimos una limpieza del gobierno. Debemos ahora revisarnos porque Dios quiere sacar el pecado de nuestras vidas.

El mensaje de prosperidad no es esquema de hacerse rico rápidamente o una fórmula de éxito de la noche a la mañana que puedes elaborar y después vivir como tú quieras. Es un estilo de vida al que debes comprometerte o no funcionará para ti. Las leyes de Dios trabajan juntas. Una es designada para afectar a la otra, y no puedes escoger una cosa pequeña e ignorar el resto y esperar a que todo funcione. Puedes hacer que las leyes no funcionen cuando inyectas algo que no está diseñado para estar ahí. Por ejemplo, al volar, está la ley de elevación, la ley de arrastre y la ley de empuje. Si no aplicas estas leyes correctamente, aunque sean leyes, no vas a dejar el suelo. Una vez que te eleves del suelo, si haces algo para interferir con esas leyes, como apagar los motores, entonces estas negando esas leyes, y otra ley viene a manifestarse de inmediato: la ley de gravedad.

En Levítico 26:14-16, Dios nos dice: 14 Pero si no me obedecéis y no ponéis por obra todos estos mandamientos, 15 si despreciáis mis estatutos y si aborrece vuestra alma mis ordenanzas para no poner por obra todos mis mandamientos, quebrantando así mi pacto…16 en vano sembraréis vuestra semilla, pues vuestros enemigos la comerán.

Dios está diciendo que si descuidas sus mandamientos, es como SEMBRAR TU SEMILLA EN VANO. Violar una ley ocasiona la violación de otra ley. Algunos piensan que ahora que vivimos bajo la gracia no hay mandamientos. Si así fuera, estaría bien que cometiéramos adulterio, robo o tener otros dioses. Dios espera que obedezcamos los mandamientos del nuevo pacto, así como esperaba que obedeciéramos los mandamientos del Antiguo Pacto.

Una razón por la cual algunos no están cosechando es porque han olvidado dos de los más grandes mandamientos dados por Jesús: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente. (Mateo 22:37) Amaos los unos a los otros así como yo (Jesús) los he amado. (Juan 15:12) Es el plan perfecto de Dios que Su pueblo camine en amor. Sus mandamientos no fueron dados para poner al pueblo en cautiverio, sino que para que Sus bendiciones fluyan abundantemente en sus vidas. Él quiere que seamos tan bendecidos que podamos dar a toda buena obra, pero debemos obedecer a su Palabra y guardar Sus mandamientos.

18 Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. 19 En esto sabremos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de Él. 20 en cualquier cosa en que nuestro corazón nos condene; porque Dios es mayor que nuestro corazón y sabe todas las cosas. 21 Amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios; 22 y todo lo que pidamos lo recibimos de Él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de Él. 23 Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como Él nos ha mandado.

1 Juan 3:18-23

Dios espera que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo. Hay muchos cristianos que están quebrantando este mandamiento, y que no están recibiendo la cosecha que Dios les ha prometido.

La segunda parte de este mandamiento indica que si no caminas en amor, entonces estás SEMBRANDO TU SEMILLA EN VANO. La Biblia nos explica en 1 Corintios 13:3 que puedes dar todas tus finanzas al pobre, pero no te beneficiará sin amor. La naturaleza de Dios es amor. Cuando hiciste al Señor Jesucristo el Señor de tu vida, te volviste una criatura de amor. Jesús dijo: En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros. (Juan. 13:35)

En 1 Corintios 13:4-5, nos dan una descripción de las virtudes del amor de Dios. 4 Caridad (El amor) es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; 5 no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido… Sin estas características en nuestras vidas, sin amor en nuestros corazones, estamos sembrando nuestra semilla al viento.

Debes tomar una decisión sobre caminar en amor y no flaquear de él. Tendrás oportunidades de entrar en contienda, pero no dejes que destruya la semilla que has sembrado. Sembrar tu semilla en contienda es lo que la Biblia llama dos clases de semilla. (Levíticos 19:19) Debes ser determinado en no entretener a la contienda sino que resistirla a toda costa.

Dios promete que si obedecemos sus mandamientos, nos va a bendecir en todo aspecto.

3 Si andáis en mis estatutos y guardáis mis mandamientos para ponerlos por obra, 4 yo os daré lluvias en su tiempo, de manera que la tierra dará sus productos, y los árboles del campo darán su fruto. 5 Ciertamente, vuestra trilla os durará hasta la vendimia, y la vendimia hasta el tiempo de la siembra. Comeréis, pues, vuestro pan hasta que os saciéis y habitaréis seguros en vuestra tierra. 6 Daré también paz en la tierra, para que durmáis sin que nadie os atemorice. Asimismo eliminaré bestias dañinas de vuestra tierra, y no pasará espada por vuestra tierra. 7 Y vosotros perseguiréis a vuestros enemigos y caerán a espada delante de vosotros; 8 cinco de vosotros perseguirán a cien, y cien de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a espada delante de vosotros. 9 Me volveré hacia vosotros y os haré fecundos y os multiplicaré y confirmaré mi pacto con vosotros. 10 Y comeréis de las provisiones almacenadas y tendréis que sacar lo almacenado para guardar lo nuevo. 11 Además, haré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os aborrecerá. 12 Andaré entre vosotros y seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo.

Levítico 26:3-12

Mientras obedezcamos el Pacto y mantengamos nuestros corazones limpios y puros ante Él, la semilla que sembremos traerá una cosecha productiva. Seremos vasos de honra a través de los cuales Su divino favor fluya a toda la humanidad.