31 Lecciones Para Fortalecer La FeMuestra
Lección 1
Entendiendo justicia: Una clave para la victoria
Una de las claves más importantes para vivir en victoria total es la realidad de la justicia. En el pasado, el Cuerpo de Cristo ha fallado al ver esta verdad bíblica, y por eso, fue llevado cautivo por la enfermedad, pobreza, fracaso y derrota. Cuando la justicia se convierta en una realidad en el corazón del creyente, entonces y sólo entonces, empezará a caminar en la herencia completa.
A los ojos de Dios, justicia simplemente significa comunión. La justicia le da al creyente el derecho de estar en la presencia de Dios sin un sentimiento de temor,culpa, pecado, o condenación. Una vez que desarrolles una actitud de comunión con Dios, comenzarás a disfrutar victoria en lugar de derrota.
Siempre hay alguien que dice: "Pero yo pensaba que la Biblia dice: "No hay justo, ni aun uno".
21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. 27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.
Romanos 3:21-27
Cuando Adán fue creado, él disfrutó de una relación de comunión con Dios. Esta relación se rompió cuando él cometió alta traición en el Jardín del Edén. Todo sobre el hombre se pervirtió. Su fe fue pervertida a temor, y su justicia fue pervertida a pecado - la naturaleza de Satanás. La muerte espiritual fue presentada en el corazón de la humanidad.
Esto creó una gran necesidad de un redentor; uno que nacería sin esta naturaleza pecaminosa, y por medio de su sangre derramada, la comunión del hombre con Dios sería restaurada.
Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por Su (de Jesús) propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención por nosotros.
Hebreos 9:12
Jesús pagó el precio por la transgresión de Adán y proporcionó un camino para que el hombre disfrutara una buena relación con Dios una vez más.
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo (a Jesús) pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
2 Corintios 5:21
Te puedes estar preguntando, "¿Cómo puedo yo llegar a ser justo?". Vamos a ver una vez más en la Escritura que leímos en Romanos 3:22, aún la justicia de Dios que es por la fe en Jesucristo, para todos y sobre todos los que creen...
Observa que esta justicia ha llegado a todos los hombres y es recibida por fe. La justicia es recibida de la misma manera en la que recibiste salvación.
8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: 9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Romanos 10:8-10
La Biblia también nos dice que la justicia es un don gratuito. Leamos Romanos 5:12-19 (énfasis añadido):
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. 14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. 15 Pero EL DON no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el DON de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. 16 Y con el DON no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el DON vino a causa de muchas transgresiones para justificación. 17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del DON DE LA JUSTICIA. 18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
¡Alabado Sea Dios! Depende de ti recibirlo ahora, por fe, el don gratuito de justicia.
Algunos cristianos han dicho: "No podría ser justo; No me siento justo". Tus sentimientos no tienen nada que ver con eso. La Biblia dice que eres justo, independientemente de cómo te sientes. Tus sentimientos te roban las bendiciones de Dios si continúas basando tu fe en ellos. Algunas personas piensan que están siendo humildes al decir que no son justas. Esa no es humildad – esa es ignorancia! El hombre verdaderamente humilde dice: "Yo sé que no me veo justo, y yo no me siento justo, pero la Biblia dice que yo soy justo; Por lo tanto, yo soy justo".
Desarrollar una conciencia de justicia creará una conciencia victoriosa. Jesús era muy consciente de su buena relación con el Padre, y debido a esta conciencia, Él vivió en total victoria. Algunos dicen: "Sí, pero Él era el Hijo de Dios". Sí, Él lo era, pero ¡también tú lo eres! Tú debes estar tan consciente de tu buena relación con Dios como Jesús lo estaba, y al hacerlo, comenzarás a vivir en total victoria como Él lo hizo durante Su ministerio terrenal.
Veamos en la Palabra cómo podemos desarrollar una conciencia de justicia. Vamos a empezar leyendo Hebreos 10:1-4:
1Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan. 2 De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. 3 Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados. 4 Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
De esto entendemos que los sacrificios ofrecidos bajo la ley nunca podrían acabar con el pecado. La sangre de toros y cabras sólo podrían cubrir (expiar) los pecados de la gente, pero nunca podría remitirlos. El escritor afirmó que si la sangre de los toros y machos cabríos podía quitar el pecado, entonces ya no habría ninguna razón para ofrecer más sacrificios porque las personas estarían libres del pecado. Pero el escritor dice que esto nunca podría ocurrir bajo la ley.
Ahora vamos a ver algo que es muy emocionante en Hebreos 9:11-14 (énfasis añadido):
11 Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación; 12 y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino POR SU PROPIA SANGRE, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, HABIENDO OBTENIDO ETERNA REDENCIÓN POR NOSOTROS. 13 Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne. 14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, DEPURARA VUESTRAS CONCIENCIAS de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
Alabado Sea Dios! ¿Te diste cuenta de que la sangre de Jesús obtuvo una redención eterna para nosotros? La sangre de toros y machos cabríos no podría hacer esto, pero gracias a Dios, ¡la sangre de Jesús lo hizo! Por lo tanto, no debemos tener una conciencia de pecado porque Su sangre ha remitido nuestros pecados anulando el acta de los decretos que había contra nosotros (Colosenses 2:14).
El apóstol Pablo escribió en Romanos 6:14: Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. ¡Alabado sea el Señor, somos totalmente libres de la esclavitud del pecado! Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Romanos 8:2).
El primer paso en el desarrollo de una conciencia de justicia es quitar todas las etiquetas de pecado. Por ejemplo, "Yo sólo soy un viejo pecador salvado por gracia." Bueno, esa afirmación no es del todo cierta. Es cierto que éramos pecadores y quefuimos salvos por gracia, pero gracias a Dios, Él no nos dejó como un "viejo pecador". Él nos hizo justicia de Dios.
Otra etiqueta de pecado de la que debes deshacerte es; "Yo sólo soy un gusano y un perro viejo; Soy tan indigno. "En realidad, cuando un creyente hace esa confesión, el está actuando como un hipócrita. La Palabra de Dios dice en Efesios 2:10, Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas. ¿Alguna vez has visto algo que Dios creó que resultó indigno y que no es bueno? No, gracias a Dios. Él no nos dejó indignos, sino que Él nos ha creado a su propia imagen y debido a esto, podemos estar en Su presencia con un sentido de pertenencia.
¿Cómo afectará tu vida de oración el desarrollo de una conciencia de justicia? Primero que todo, puedes estar seguro de la atención de Dios a tu oración. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones. (1 Pedro 3:12). Puedes estar seguro de que eres bienvenido a traer tu solicitud directamente al trono de la gracia para alcanzar misericordia, y hallar gracia para el oportuno socorro (Hebreos 4:16). También puedes saber que tus oraciones valen mucho. La oración eficaz del justo puede mucho (Santiago 5:16).
¡Alabado Sea Dios! Debe quedar muy claro que la realidad de tener una buena comunión con Dios es definitivamente una CLAVE PARA LA VICTORIA. Apóyate fuerte en tu comunión con Dios, ¡y comenzarás a disfrutar victoria!
Acerca de este Plan
Estas lecciones representan muchos años de estudio, investigación, oración y comunión con el Espíritu Santo. Las revelaciones que compartí en cada lección las he aplicado en mi vida y ministerio durante más de cincuenta años. Las he diseñado para que tengas una lección para cada día del mes. Al comienzo de un nuevo mes, regresa nuevamente a la lección número 1. Repite esto todos los meses durante un año entero. Hacer esto establecerá estos principios firmemente en tu vida.
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Nos gustaría agradecer a Jerry Savelle por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://jerrysavelle.org