31 Lecciones Para Fortalecer La FeMuestra
Lección 8
Dios – Nuestra Fuente de Provisión
En el día y tiempo en que vivimos, es reconfortante saber que Dios el Padre vela por nosotros y quiere ser la Fuente de nuestra provisión. Es tan emocionante ser parte de la familia de Dios y saber que aun cuando el mundo está en medio de carencia y escasez, Él suple todas nuestras necesidades conforme a Sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Aquellos de ustedes que pasan una gran cantidad de tiempo en la Palabra de Dios estarán de acuerdo en que Dios siempre ha deseado ser el proveedor para la humanidad. En el principio, cuando Dios creó al hombre, Él inmediatamente comenzó a bendecir y a cuidar de él. En Génesis 1:29 encontramos, Y Dios dijo: He aquí que os he dado toda hierba que da semilla, que está sobre la faz de toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; y os serán para comer.
De esto vemos a Dios convirtiéndose en el proveedor de la necesidad de alimento para el hombre. En el capítulo 2, versículos 22-24, Dios se convirtió en el proveedor de la necesidad de una compañera y pareja para el hombre. Mientras el hombre guardaba la Palabra de Dios, cada una de sus necesidades fue suplida independientemente del nivel de la necesidad.
Cuando el hombre cometió alta traición, él le cerró la puerta a Dios y aceptó a un nuevo proveedor. La nueva fuente del hombre (Satanás) le suministró dolor, enfermedad,hambre, miedo, pobreza, carencia y necesidad. Dios ya no tenía derecho a ser el Proveedor del hombre. Con el fin de recuperar legalmente esta posición, Él estableció un contrato o pacto con un hombre llamado Abram, cuyo nombre fue cambiado posteriormente a Abraham. Nota la conversación que tuvo lugar entre Dios y Abraham en Génesis 17:1-2: Y cuando Abram tenía noventa y nueve años, el SEÑOR se le apareció a Abram, y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; ve delante de mí y sé perfecto. Y pondré mi pacto entre mí y de ti, y te multiplicaré en gran manera.
En el texto original hebreo se lee: Y Dios dijo: Yo soy El Shaddai, que significa literalmente El Que Alimenta o El Proveedor de Todo. Dios está diciendo en realidad, Yo seré tu Proveedor de Todo. En Deuteronomio 28:2, Dios hace esta declaración, Y todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, si oyeres la voz de JEHOVÁ tu Dios. Dios había prometido ser el Proveedor de toda necesidad espiritual, física, mental, social y económicamente. Cuando Abraham aceptó este contrato, él le dio a Dios un camino por el cual Él podría volver a convertirse en el Proveedor. A lo largo del Antiguo Testamento, vemos a Dios proveyendo para Su pueblo, incluso en lo que parecían ser tiempos difíciles. Cuando los hijos de Israel entraron en esclavitud en Egipto, Él proporcionó la liberación a través de un hombre llamado Moisés. En Éxodo capítulos 16 y 17, se ve que mientras estaban en el desierto, Él les dio pan del cielo, e incluso proveyó agua de una roca.
En 1 Reyes 17, cuando no había habido lluvias sobre la tierra, Él envió a Elías al arroyo de Querit, y mandó a los cuervos que le trajeran pan y carne. Cuando Elías ya no podía beber agua del arroyo, Dios lo envió a la casa de una mujer viuda cuya tinaja de harina no escaseó, ni menguó la botija del aceite (1 Reyes 17:16). Alabado Sea Dios! Aquí ves al Dios de la Abundancia en acción. Recuerda lo que dijo el salmista:
He sido joven y ahora soy viejo, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.
Salmos 37:25
Algunos de ustedes pueden estar diciendo: "Sí, pero eso fue lo que hizo Dios en el Antiguo Testamento. ¿Cómo me afecta eso hoy en día?". A través de Jesús, Dios se involucró aún más personalmente con las necesidades del hombre. Durante el ministerio terrenal de Jesús, Él se movió continuamente con compasión hacia la humanidad. Vemos en Lucas 9:10-17 en que la humanidad tenía necesidad de alimento, Jesús se convirtió en su Proveedor y alimentó a 5.000 hombres más mujeres y niños con sólo cinco panes y dos peces.
Es importante que te das cuenta de que Jesús todavía es movido a misericordia, y Él está tan ansioso de satisfacer tus necesidades hoy como lo estaba mientras estaba en la tierra. Lee del Salmo 145:8-19:
8 Clemente y misericordioso es JEHOVÁ, Lento para la ira, y grande en misericordia. 9 Bueno es Jehová para con todos, Y sus misericordias sobre todas sus obras. 10Te alaben, Oh JEHOVÁ, todas tus obras, Y tus santos te bendigan. 11 La gloria de tu reino digan, Y hablen de tu poder, 12 Para hacer saber a los hijos de los hombres sus poderosos hechos, Y la gloria de la magnificencia de su reino. 13 Tu reino es reino de todos los siglos, Y tu señorío en todas las generaciones. 14 Sostiene JEHOVÁ a todos los que caen, Y levanta a todos los oprimidos. 15Los ojos de todos esperan en ti, Y tú les das su comida a su tiempo. 16 Abres tu mano, Y colmas de bendición a todo ser viviente. 17 Justo es Jehová en todos sus caminos, Y misericordioso en todas sus obras. 18 Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras. 19 Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.
En este salmo, tenemos una revelación de la voluntad de Dios para satisfacer todas nuestras necesidades. Muchos cristianos se han perdido de las bendiciones de Dios simplemente por una falta de comprensión en cuanto a la voluntad y afán de Dios para cumplir el deseo de todo ser viviente. Casi todos los cristianos estarán de acuerdo en que Dios es capaz, pero muy pocos se atreverán a confesar que Él lo hará!
Una revelación de la capacidad de Dios por sí sola, sin embargo, no es suficiente para asegurar sus bendiciones; Tu debes de saber también que Él lo hará, para construir una base sólida para la fe. Esto se puede ver muy claramente en Marcos 1:40-42:
40 Vino a Él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquél, y quedó limpio.
¿Te diste cuenta de que el leproso sabía que Jesús podía limpiarlo, pero el problema era que el dudaba de la voluntad de Jesús de limpiarlo. Jesús le reveló Su voluntad y afán de satisfacer su necesidad diciendo dos palabras muy simples pero poderosas, lo haré. Ahora, el hombre no sólo sabía que Jesús podía, sino también que Él lo haría, y por lo tanto fue limpio.
La Biblia nos dice en Hebreos 13:8, Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Si Él dijo Lo Haré al leproso, entonces estoy convencido de que es la misma respuesta que recibiremos de Él hoy. En Hebreos 11:6, se nos dice, Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Tu no sólo debes creer que Él es capaz de recompensarte, sino también que Él te recompensará cuando le busques diligentemente. No es tanto lo que Dios puede hacer, sino lo que sabemos que Él hará que inspira la clase de fe que le agrada a Él.
Dios es amor más que nada. No hay mayor revelación del carácter de Dios que inspire a la fe que la de Su compasión. Cuando la compasión de Dios se convierta en una revelación hacia ti, entonces tu fe comenzará a elevarse. No permitas que Satanás oculte esta gloriosa verdad de ti convenciéndote de que Dios pueda o no pueda satisfacer tu necesidad. Su Palabra dice en Filipenses 4:19, Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falte conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Incluso la teología moderna ha ayudado a cumplir el plan de Satanás para ocultar esta verdad al magnificar el poder de Dios en lugar de Su compasión. La Biblia no dice que Dios es poder. Y sí dice, sin embargo, que Dios es amor. (1 Juan 4:8) La Biblia magnifica la voluntad de Dios para utilizar Su poder y no el poder mismo. Porque Él es amor, Él usará Su poder cuando sea necesario para cumplir y satisfacer tu necesidad.
Recuerda que leímos que el Señor es clemente. Esto significa, literalmente, que Él está dispuesto a mostrar favores. En Miqueas 7:18, nos encontramos con que Él se deleita en misericordia. Dios realmente encuentra gran placer en satisfacer tus necesidades y en ser compasivo contigo. El apóstol Pablo escribió en Efesios 3:20, Y aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.
Tú entras a la familia de Dios, confesando el Señorío de Jesús de acuerdo a Romanos 10:9-10. Señorío realmente significa el Proveedor, el que sostiene, protege y cuida. En el momento que tú permites que Jesús se convierta en tu Señor, Él inmediatamente asume la responsabilidad del Proveedor de Pan. Jesús ilustró su capacidad de hacer esto desde Sus enseñanzas en Mateo 6:24-34 (paráfrasis del autor). Él dijo: Pues no os preocupéis, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué nos cubriremos? Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
¡Alabado sea el Señor! Jesús, mi Proveedor, ha dicho que nuestros días de preocuparnos han terminado porque ¡Él será nuestra fuente de provisión!
La clave para tomar parte de esta fase de Su Señorío se encuentra en Juan 14:23. Si alguno me ama, guardará mis palabras: y mi Padre le amará, y vendremos a Él, y haremos morada con Él. Como puedes ver, debemos asumir la responsabilidad de guardar la Palabra (como se indica en Proverbios 4:20-24), y entonces Jesús y el Padre asumirán la responsabilidad de ser nuestro Proveedor de Pan.
Acerca de este Plan
Estas lecciones representan muchos años de estudio, investigación, oración y comunión con el Espíritu Santo. Las revelaciones que compartí en cada lección las he aplicado en mi vida y ministerio durante más de cincuenta años. Las he diseñado para que tengas una lección para cada día del mes. Al comienzo de un nuevo mes, regresa nuevamente a la lección número 1. Repite esto todos los meses durante un año entero. Hacer esto establecerá estos principios firmemente en tu vida.
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Nos gustaría agradecer a Jerry Savelle por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://jerrysavelle.org