31 Lecciones Para Fortalecer La FeMuestra

Lección 12

Las 3 Señales del Fracaso: Engaño, Duda, Desanimo

22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. 24Y ya la barca estaba en medio de la mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. 25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. 26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo:!Un fantasma! Y dieron voces de miedo. 27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo !Tened ánimo; yo soy, no temáis! 28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29 Y él dijo: VEN. Y descendiendo Pedro de la barca, ANDABA SOBRE LAS AGUAS para ir a Jesús. 30 Pero CUANDO ÉL VIO el fuerte viento, TUVO MIEDO; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo ¡Señor, sálvame! 31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo !Hombre de poca fe! ¿Por qué DUDASTE?

Mateo 14:22-31 (Énfasis añadido)

En las escrituras anteriores, encontramos la historia de Jesús caminando sobre el agua, y a Pedro preguntándole si podía venir a Él. Jesús habló una palabra, Ven. Esa palabra llevaba fe, y también demandó acción. En otras palabras, demandó un cambio de estado o posición actual de Pedro. Mientras Pedro actuó en la palabra que Jesús habló, le dio resultados; él fue un triunfador porque caminó sobre el agua.

En este punto, me gustaría hacerte una pregunta muy importante: ¿Qué hizo que Pedro actuara en la Palabra que Jesús habló? Todos sabemos que las leyes naturales le probarían a Pedro que no podría caminar sobre el agua; él nunca había intentado hacer esto antes. ¿Por qué estaba él tan seguro de que iba a funcionar? La Palabra de Dios tiene la capacidad de crear una imagen interna en tu corazón. Siempre va a hacer verte a ti mismo un triunfador y un ganador en lugar de verte como un fracasado.

Jesús habló la palabra ven y creó una imagen de triunfo en el corazón de Pedro. Él pudo verse a sí mismo caminando sobre el agua, independientemente de todas las demás evidencias. La Palabra había sido hablada, él la creyó y actuó en ella. Mientras él siguió la imagen interna en su corazón, él fue un triunfador.

Jesús enseñó en Marcos 4:14-20 que Satanás viene inmediatamente a robar la Palabra del corazón. ¿Por qué razón? Como dije anteriormente, La Palabra creará una imagen interna de la manera que Dios te ve a través de la sangre de Jesús. Esta imagen interna hará que comiences a verte a ti mismo tal y como Dios te ve. Mientras esta imagen es perfeccionada, te hará ser un triunfador. Por lo tanto, Satanás tratará de distorsionar esa imagen y así hacerte fracasar. ¿Cómo distorsiona Satanás tu imagen interna? A través de engaño.

El engaño es el arma más poderosa de Satanás. Él lo utiliza en contra de los cristianos y con éxito les roba lo mejor de Dios para sus vidas. El engaño puede definirse como aquello que da una falsa impresión o imagen. El engaño se presenta en tres formas principales: apariencia, declaración, o influencia.

En la historia que leemos acerca de Pedro caminando sobre el agua, encontramos el engaño tomando lugar en forma de apariencia. ¿Recuerdas que mientras Pedro siguió la imagen interna producida por la palabra Ven, era un triunfador, tuvo éxito? Observa lo que sucedió cuando él comenzó a mirar el viento y las olas: su imagen se distorsionó. Ya no se veía a sí mismo como un triunfador, sino que ahora (a través de la apariencia) se vio hundiéndose - un fracasado. Él fue engañado. El engaño luego le produjo duda. En el griego literal esto significa pararse en dos caminos, inseguro de cual camino tomar. Pedro tenía ahora una opción: podía continuar siguiendo su imagen interna original o podía seguir una imagen distorsionada. Su duda lo hizo desanimarse. Lo que literalmente significa, estar privado de confianza. Ya no tenía confianza en la palabra ven, sino que decidió seguir la imagen distorsionada, y el resultado fue el fracaso.

Algunos de ustedes se estarán preguntando: "¿Hay alguna manera de que pueda superar el engaño, la duda y el desánimo?". Sí, lo hay. De hecho, Pedro encontró la manera de hacerlo. Miremos en Lucas 5:1-7:

1 Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. 2Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. 3Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. 4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. 5 Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; MAS EN TU PALABRA echaré la red. 6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. 7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían (Énfasis añadido).

Nota que Pedro casi fue engañado por inclinarse a la influencia de las experiencias pasadas. Si él no hubiera seguido las instrucciones de Jesús, él hubiera fracasado. Las palabras que Jesús habló crearon una imagen interna en el corazón de Pedro. Si él no hubiera actuado en esas palabras, su imagen interna se habría distorsionado. Sin embargo, Pedro habló unas palabras muy poderosas que cambiaron el curso de la jornada. Mas en Tu Palabra. El regresó a las palabras que Jesús habló y les permitió perfeccionar su imagen interna. Luego actuó en ellas, y triunfó.

Siempre ve a la Palabra de Dios cuando estés enfrentando fracaso o derrota. La Palabra de Dios actuará como un espejo y reflejará una imagen perfecta en tu corazón de la manera en que Dios te ve. Mientras más de la Palabra pongas en tu corazón, más perfeccionará tu imagen interna. Comenzarás a verte a ti mismo como Dios te ve: libre de pecado, de enfermedad, de pobreza, de fracaso, e incluso del mismo Satanás. Gracias a Dios, Satanás está restringido, pero las armas de nuestra milicia son poderosas.