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31 Lecciones Para Fortalecer La Fe

DÍA 26 DE 31

Lección 26

Obediencia: La Clave a La Prosperidad Divina, Parte 2

Si obedecen y le sirven, acabarán sus días en prosperidad y sus años en delicias.
Job 36:11

Nota que Dios dice Si me obedecen y me sirven, acabarán sus días en prosperidad y sus años en delicias. Pero si no obedecen, perecerán por la espada y morirán sin conocimiento. (vv.11-12).

El Señor me dijo: “Hijo, Mi pueblo está sufriendo financieramente en este día y tiempo simplemente por causa de tres grandes factores: 1) desobediencia, 2) rebelión, 3) letargo".

Consideremos estos tres por un momento. Primero, DESOBEDIENCIA. Dios nos ha dicho que hacer, pero hemos dicho que no funcionará. Nos ha dicho como hacer las cosas a SU manera, pero hemos dicho, “Pero Señor, el noticiero nocturno dice…”.

Dios nos está diciendo una cosa, el mundo nos está diciendo otra. Estamos en una posición muy estratégica de escoger en qué creeremos. Y muchas veces, por falta de compromiso al camino de Dios, nos inclinamos hacia el camino del mundo.

Déjame preguntarte algo. ¿Tienes hijos? Si es así, ¿demandas obediencia de ellos? ¿Les va bien cuando obedecen? ¿Y no tan bien cuando no? La Biblia dice Honra a tu padre y a tu madre…para que te vaya bien. (Deuteronomio 5:16) Cuando eran más pequeños, yo les decía a mis hijos cada vez que eran desobedientes: “No es bueno para ustedes". Si había una escritura que mis hijos se sabían era Éxodo 20:12, Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.

O mi paráfrasis: “¡No les irá bien a menos que obedezcan a Papá!”.

Yo demandé obediencia de mis hijos. Me desagradaba cuando no eran obedientes. Fueron corregidos y disciplinados. Nos sentamos juntos y hablamos sobre qué estaba bien y mal.

Sería un hipócrita si demandara obediencia de mis hijos, y después yo mismo desobedeciera a Dios, ¿cierto? ¿Qué tipo de ejemplo sería ese para mis hijos?

Cuando fallas en obedecer a Dios, eres desobediente. Una vez que te des cuenta que has sido desobediente de alguna manera y se te ha dicho que corrijas esa desobediencia y aun te rehúsas a obedecer, entonces no eres sólo desobediente – eres rebelde. La desobediencia lleva a la REBELIÓN.

La desobediencia es lo que pasa cuando le dices a tu hijo que haga algo en la casa y él no lo hace. Esa es desobediencia simple. Sin embargo, si le indicas lo que debía hacer y claramente le ordenas que lo haga – y cómo lo hará – y aún se rehúsa a obedecer, entonces esta desobediencia se ha convertido en rebelión.

No hay forma de que puedas convencer a Dios de bendecir la rebelión. Muchas veces la razón por la cual no hemos conocido el tipo de prosperidad que Dios nos ha puesto a disposición es porque hay áreas en nuestras vidas en las que hemos sido desobedientes, y eso lleva a la rebelión. Y no hay forma de que Dios bendiga eso.

Pero conoces la cura para la desobediencia y la rebelión, ¿o no? ¡Arrepentimiento! Eso es todo lo que se necesita. Arrepentimiento. Si acudimos al Señor con sincero arrepentimiento, él nos perdonará y nos limpiará.

LETARGO es otra cosa que ha corrido desenfrenadamente en el Cuerpo de Cristo. Haraganería y pereza.

¿Has notado alguna vez que en muchas iglesias hay uno que está tan activado que quiere hacerlo todo? El pastor pide a personas para que se involucren, pero pocos lo hacen. Pero está este que es todo un “arribista.” Salta y dice “¡Yo lo haré, Pastor!”. Y lo hace.

Antes de darte cuenta, está haciendo este trabajo y ese trabajo y el otro trabajo. Sin importar lo que sea – enseñar una clase en la escuela dominical, cuidar la guardería, limpiar los baños – este tipo está ahí para hacerlo.

¿Has notado alguna vez que todo se amontona en esa persona? ¿Por qué pasa esto? Porque hay una multitud allá afuera que es haragana.

Conozco un joven que solía trabajar con nuestro ministerio hace unos años. La primera vez que lo conocí, sabía que era de esa rara especie, alguien que hace lo que sea para tener la Palabra de Dios, alguien que no puede tener suficiente de ella.

Estaba tan hambriento de la Palabra. Este joven quería trabajar con nosotros. En ese momento, no teníamos puestos vacantes, entonces él dijo: “Sólo me quedaré por aquí, si no les molesta. No me interpondré; sólo quiero estar donde pueda conseguir de la Palabra de Dios".

Empezó a venir a nuestra iglesia. Cada vez que lo miraba, ese tipo estaba tomando notas. Tomaba nota de todo lo que se predicaba, constantemente. Estudiaba y estudiaba.

Pues, pasaron unos meses y un día nuestro gerente de oficina me dijo: “Sabes, necesitamos otro hombre de mantenimiento. Necesitamos a alguien que limpie por aquí".

Yo dije: “Bueno, hay un joven aquí que pidió un puesto hace un tiempo. Tal vez le consultes y ves si está interesado".

Ahora, mucha gente que viene buscando trabajo quiere empezar desde arriba, quieren predicar o ser presidente de la organización. Pero hablaron con este joven y él dijo: “Haré lo que sea". Entonces vino a trabajar, y lo primero que lo pusieron a hacer fue trabajar afuera en los terrenos. Pusieron una azada y una manguera de agua y unas podadoras en su mano y le dijeron: “Hagamos que este lugar se vea bien".

Él estaba afuera trabajando cuando llegue conduciendo y pensé que era alguien del espacio exterior. Tenía una grabadora de cassette de más o menos 18 pulgadas de largo en su costado, con audífonos en su cabeza y cables por todo su cuerpo. Escuchaba algunas de mis cintas todo el tiempo que trabajaba.

Un día entró con un pedazo de alambre alrededor de su cuello el cual sobresalía de su cara. Tenía unas escrituras en el para poder leerlas mientras trabajaba. Era todo un espectáculo.

Ahora, no te estoy diciendo que hagas eso. No estoy sugiriendo que vayas a lo extremo. Este tipo estaba desesperado. Él quería la Palabra, y no le importaba como se miraba o que pensaba o decía la gente de él. Algunos pensaron que estaba absolutamente loco. Si parecía un loco. Pero, como ves, había puesto en su mente que iba a obtener la Palabra, ¡y no le importaba que se necesitara para conseguirla! Él siguió obedeciendo a Dios y haciendo lo que Dios le dijera. Ahora, gloria a Dios, es el pastor de una iglesia muy, muy exitosa. Dios ha prosperado al hombre.

CUANDO TE DESESPERAS LO SUFICIENTE POR LA PALABRA QUE OBEDECERÁS A DIOS SIN IMPORTAR NADA, ENTONCES ACABARÁS TUS DÍAS EN PROSPERIDAD Y TUS AÑOS EN DELICIAS.

Es importante que nos demos cuenta de estas cosas y que tomemos la decisión de que lo que sea que veamos en la Palabra de Dios, ¡lo haremos! Debemos comprometernos a hacer lo que sea que Dios nos diga por medio del Espíritu Santo; que no seremos hijos desobedientes y rebeldes, sino agradables a nuestro Padre.

Yo nunca me he lamentado de mi decisión de vivir según la Palabra de Dios. Tú tampoco lo harás. Para poder cosechar los beneficios, sin embargo, debemos ser obedientes. Di esto en voz alta: “Si obedezco y sirvo a Dios, acabaré mis días en prosperidad y mis años en delicias". Ahora, párate firme en esa promesa, ¡y la verás hacerse realidad en tu vida!

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Acerca de este Plan

31 Lecciones Para Fortalecer La Fe

Estas lecciones representan muchos años de estudio, investigación, oración y comunión con el Espíritu Santo. Las revelaciones que compartí en cada lección las he aplicado en mi vida y ministerio durante más de cincuenta años. Las he diseñado para que tengas una lección para cada día del mes. Al comienzo de un nuevo mes, regresa nuevamente a la lección número 1. Repite esto todos los meses durante un año entero. Hacer esto establecerá estos principios firmemente en tu vida.

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Nos gustaría agradecer a Jerry Savelle por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://jerrysavelle.org