31 Lecciones Para Fortalecer La FeMuestra
Lección 29
Nuestro Alfolí
Me gustaría compartir contigo algo de sabiduría sobre finanzas, particularmente en el asunto de nuestro alfolí.
10 Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto —dice el SEÑOR de los ejércitos— si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde. 11 Por vosotros reprenderé al devorador, para que no os destruya los frutos del suelo; ni vuestra vid en el campo será estéril —dice el SEÑOR de los ejércitos.
Malaquías 3:10-11
Quiero que notes en el versículo 10 que Dios dijo que trajeran los diezmos al alfolí para que haya alimento en Su casa. ¡Se requiere dinero para alimentar el Cuerpo de Cristo con alimento! Esa es la razón por la que muchas iglesias tienen que cerrar. El pueblo no trae sus diezmos al alfolí para que haya alimento predicado sin impedimento. Cuando el pueblo es fiel al traer sus diezmos al alfolí, no habrá ningún obstáculo para los pastores en traer alimento fuerte al pueblo.
Muchas personas dicen: “Yo no diezmo porque diezmar está bajo ley en el antiguo pacto, y yo no estoy bajo la ley.". Eso no es correcto. Abraham diezmó a Melquisedec mucho antes de que la ley fuera escrita. Diezmar es un principio bíblico.
Casi en todos lados en la Biblia donde se menciona el diezmar, una cantidad de la décima parte del ingreso de una persona era considerada un diezmo apropiado. En otras palabras, si ganas $1000 cada mes, $100 de eso es un diezmo. Alguien podrá preguntar, “Bueno, yo en realidad no gano $1000; sólo traigo a casa $850. Así que, ¿qué debo diezmar?”. Te sugiero que lo tomes de la parte superior. Verás que no te costará trabajo pagar tus impuestos al final del año.
La clave del diezmo es la consistencia. No funcionará si solo lo haces de vez en cuando. Diezmar es un compromiso que haces y al que eres consistente en hacer. Y Dios te va a bendecir abundantemente. Una traducción de la Biblia dice que Dios derramará una bendición que te sobrepasará al punto donde dirás: “Es suficiente". Puedo tomar mucha bendición antes de que diga: “Muy bien Dios, eso es todo lo que puedo manejar por ahora, gracias".
Una vez más, en Malaquías, Dios dijo que trajeran los diezmos al alfolí para que haya alimento. Ese alfolí del que habla es SU alfolí: la iglesia, donde el Cuerpo de Cristo se reúne a escuchar su Palabra ministrada. Pero quiero que veas Deuteronomio 28 comenzando con el versículo 5:
Bendita será tu canasta y tu artesa. 6 Bendito serás cuando entres, y bendito serás cuando salgas. 7 El SEÑOR hará que los enemigos que se levanten contra ti sean derrotados delante de ti; saldrán contra ti por un camino y huirán delante de ti por siete caminos. 8 El SEÑOR mandará que la bendición sea contigo en tus alfolíes…
Dios dijo que Él abrirá las ventanas del cielo y derramará una bendición que no podremos contener, pero Él no se detuvo ahí. Dijo que mandará la bendición sobre MI ALFOLÍ. El alfolí de Dios estará lleno, y dice que NUESTRO ALFOLÍ ESTARÁ LLENO también si seguimos las instrucciones que se nos dieron en la Palabra de Dios.
Dios dijo que si éramos fieles a traer los diezmos al alfolí, Él reprendería al devorador por nosotros. Cuando entras en una fiel administración donde Dios está involucrado, Dios se encargará del diablo en tu favor. ¿Puedes imaginarte como suena para el diablo cuando Dios le habla y le dice: “Satanás, ¡VETE!”?
Dios mandará la bendición a mi alfolí. Piensa en el poder en las palabras de Dios. ¿Supones que cuando DIOS habla se hará realidad? Todos los ángeles están atentos, y se mueven a mi favor para traer esa bendición a mi alfolí. La voz de Dios, dice la Biblia, es como el estruendo de muchas aguas. He estado en las cataratas del Niágara, ¡y es un sonido magnífico! Pero cuando Dios habla y dice: “¡Mando la bendición sobre el alfolí de Jerry Savelle!”, el infierno tiembla ante el sonido de esa orden.
Cuando dije que estas escrituras hablan de mi alfolí, el Señor me habló y me dijo: “Hijo, esta es una vía de bendición que no puedo darte porque no tienes un alfolí". Pero el hecho es, cuando empecé a leer la Palabra de Dios, pensé que estaba mal tener cualquier cosa que se pareciera a una cuenta de ahorros. Y cuando leí en Mateo 6:19: No os acumuléis tesoros en la tierra…dije “Es cierto, no debemos tener nada en reserva porque no es fe". Pero Dios empezó a mostrarme que cuando le honro con mi esencia, Él bendecirá mi alfolí. En los negocios, se llama reserva capital. Lo único a lo que Dios se opone es poner tu confianza en esa reserva como fuente de provisión.
Cuando mi esposa y yo nos casamos, tratábamos de ahorrar dinero. Ahorrábamos unos $200, y después sacarlo y dejar $5 sólo para mantener la cuenta abierta. No fuimos exitosos en eso. Después de encenderme en la Palabra de Dios, pensé que Dios no quería que tuviera un alfolí de ningún tipo, así que eso me alivió de la disciplina de depositar constantemente en ella.
Estaba trabajando aún con el hermano Copeland cuando empecé a ver la sabiduría de Dios en el alfolí. El Señor compartió esto conmigo – el Espíritu de Dios me dijo que lo tratara como SU alfolí. Doy una décima parte a Su alfolí, y doy otra décima parte a mi alfolí. Decidimos que honraríamos al Señor con los primeros frutos de nuestro ingreso. Y también decidimos que lo que hiciéramos con el alfolí de Dios, haríamos con el nuestro. Daríamos nuestro diezmo al Señor primero, y luego inmediatamente daríamos nuestro diezmo a nuestro alfolí. Parecía que no íbamos a tener suficiente para suplir nuestras necesidades, así que fuimos más lejos, y le recordamos a Dios de su Palabra de que nos mandaría bendición sobre nuestro alfolí, ¡y las bendiciones empezaron a fluir!
No sólo hicimos esto en nuestra vida personal, sino que también empezamos a hacerlo en el ministerio. ¡Y funcionó de la misma manera! Dios mandó las bendiciones sobre nuestro alfolí. Y hay veces cuando, por causa del alfolí, podemos comprar piezas de equipo caras que podamos necesitar, ¡y no tener que sacar dinero de los fondos operativos generales del ministerio para pagarlas!
El Señor me dijo esto no hace mucho: “Hijo, sólo porque estás en el ministerio no significa que descontinúes el uso del buen sentido de los negocios. No es muy inteligente tener más dinero saliendo que el que entra. Si sigues operando de esa manera, serás como cualquier otro negocio, y tendrás que cerrar".
Sé inteligente con tus finanzas. Deja que el Espíritu de Dios te hable sobre las cosas que decidas hacer. Él te asistirá, y crecerás y progresarás en sabiduría celestial en finanzas. ¡Gloria a Dios!
CONFESIÓN DE FE EN CUANTO A SABIDURÍA CELESTIAL EN FINANZAS:
“En el nombre de Jesús, voy a prosperar en lo que haga, y donde vaya. Soy un buen mayordomo, consistente, diligente, confiable. Yo honro a Dios; Él es mi fuente. Le doy toda mi esencia y Él mandará la bendición sobre mi vida – en mi alfolí – pues en el nombre de Jesús, soy bendecido entrando y bendecido saliendo, bendecido en la ciudad, bendecido en el campo. ¡Soy bendecido! ¡Soy bendecido!".
Acerca de este Plan
Estas lecciones representan muchos años de estudio, investigación, oración y comunión con el Espíritu Santo. Las revelaciones que compartí en cada lección las he aplicado en mi vida y ministerio durante más de cincuenta años. Las he diseñado para que tengas una lección para cada día del mes. Al comienzo de un nuevo mes, regresa nuevamente a la lección número 1. Repite esto todos los meses durante un año entero. Hacer esto establecerá estos principios firmemente en tu vida.
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Nos gustaría agradecer a Jerry Savelle por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://jerrysavelle.org