31 Lecciones Para Fortalecer La FeMuestra
Lección 28
Sembrando en Escasez
El Cuerpo de Cristo ha llegado al lugar donde Dios está revelando los secretos que han estado ocultos por los siglos. Todos los sellos han sido quitados de la Palabra de Dios. Hay un derramamiento de conocimiento de revelación en nuestra generación que comenzó en los años 1960 y continúa hasta hoy, limpiando y madurando al Cuerpo de Cristo.
En octubre de 1981, mientras estaba ministrando con el hermano Kenneth Copeland en Charlotte, North Carolina, el Señor vino a mi recamara y habló estas palabras a mí: “Hijo, no quiero a mi pueblo en escasez financiera, y te estoy dando la tarea de decirles".
Dios me reveló las claves para la liberación de la escasez financiera. Esto no es algo que busque en la Palabra. Dios vino a mi recamara de manera sobrenatural y me dijo: “VE, DILE A MI PUEBLO".
3ra. Juan 2 es una escritura muy familiar: Amado, ruego que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y que tengas buena salud.
Tenemos la habilidad de caminar en PROSPERIDAD DIVINA. Estoy convencido y veo desde la autoridad de la Palabra de Dios que había gente incluso en el Antiguo Testamento que caminaron en la tierra sin esclavitud financiera. Yo creo que nosotros, como gente del Nuevo Testamento, podemos y debemos caminar en prosperidad divina.
El Espíritu de Dios compartió esto conmigo sobre la prosperidad: Lo mejor de Dios es más que sólo tener un milagro financiero de vez en cuando. Es caminar y vivir en prosperidad divina. PROSPERIDAD SIGNIFICA ESTAR EN CONTROL. Dios provee esto para su pueblo en ambos el antiguo y el nuevo pacto. Tomemos a Abraham como ejemplo. En Génesis capítulo 12, incluso antes de que Dios hiciera un pacto con Abraham, tenía herencia natural de riqueza. El padre de Abraham vivió en una ciudad llamada Harán, un lugar de gran abundancia e influencia comercial. El padre de Abraham era un hombre de riquezas tanto de tierra como bienes. Cuando Abraham tenía setenta y cinco años de edad, Dios le dijo: Vete de tu tierra. Dios le dijo que dejara su herencia natural de abundancia, que dejara su tierra y a su familia. Estoy seguro que todos sabían que Abraham pensó estar loco de dejar toda la propiedad y abundancia que era suya.
CLAVE 1: ESTAR DISPUESTO A DAR TODO POR DIOS. Abraham lo estaba. Lo primero que Dios quiere de ti no es tu dinero, ni tus autos, ni tu casa ni tu ropa. ¡Te quiere a TI! Primero, entrégate a Dios. Dios dijo a Abraham: Vete de tu tierra, de entre tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. (Génesis 12:1-2)
Abraham fue obediente y se fue; dejó todo para obedecer a Dios.
Abraham se fue de la casa de su padre en obediencia a la Palabra de Dios, y entonces, nota el versículo 9-10, 9 Y Abram siguió su camino, continuando hacia el Neguev. 10 Y hubo hambre en la tierra…Abraham dejó toda su abundancia, ¡y camino justo hacia una hambruna! Sabes que él no contaba con eso. ¿No crees que se preguntó si había faltado a Dios?
En el capítulo trece, versos 1 y 2: Subió, pues, 1 Abram de Egipto al Neguev, él y su mujer con todo lo que poseía; y con él, Lot. 2 Y Abram era muy rico en ganado, en plata y en oro.
¡Entregarte a Dios da sus frutos!
Yo había escuchado toda mi vida sobre todas las cosas que debes dejar para servir a Dios, y hay cierta verdad en eso. Pero observa aquí que Dios te devolverá todo eso y más. Lo que Dios quiere de cada uno de nosotros es COMPROMISO TOTAL.
Nota esto, Abraham se despreocupó de sus prospectos naturales de riquezas, se fue de la casa de su padre y su propia tierra, obedeció a Dios, alcanzó la tierra de la que Dios hablaba y había gran hambre en esa tierra.
CLAVE 2: ABRAHAM SE NEGÓ A REGRESAR MIENTRAS ESTABA BAJO PRESIÓN. Esa es una de las primeras cosas con las que el diablo te ataca cuando te entregas a Dios. Sólo quédate quieto; haz todo lo que Dios te ha dicho que hagas. Derriba toda imaginación y resiste todo esfuerzo del enemigo de moverte de lo que Dios te ha puesto a hacer. Dios no se había olvidado de la obediencia de Abraham, e hizo a Abraham un hombre muy rico. ¡Gloria a Dios! Abraham se negó a regresar estando bajo la presión de la hambruna.
CLAVE 3: ABRAHAM HIZO A DIOS SU FUENTE ABSOLUTA DE PROVISIÓN. Abraham rechazó los bienes y riquezas ofrecidos por cualquier hombre. Su actitud fue: “Que nunca sea dicho que ningún hombre enriqueció a Abraham, sino Dios Todopoderoso” (Génesis 14:23 paráfrasis del autor). Dios era la fuente absoluta de provisión.
CLAVE 4: ABRAHAM ERA UN DADOR. Nota en Génesis 14:19-20 cuando se acercó a Melquisedec. Melquisedec dijo 19 Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador del cielo y de la tierra; 20 y bendito sea el Dios Altísimo que entregó a tus enemigos en tu mano.
Abraham era muy rico, y le dio a Dios diezmo de todo. Habrá gente en estos últimos días que han de hacer lo que Abraham hizo. Renunciarán a todo y se entregarán totalmente a Dios. Van a negarse a regresar bajo presión, y van a dar como nunca antes han dado. Dios va a hacer que caminen en prosperidad divina.
Ahora, déjame compartir esto contigo. El pacto de prosperidad funcionó para quien obedeciera las leyes de Dios.
6 Guardarás, pues, los mandamientos del SEÑOR tu Dios, para andar en sus caminos y para temerle. 7 Porque el SEÑOR tu Dios te trae a una tierra buena, a una tierra de corrientes de aguas, de fuentes y manantiales que fluyen por valles y colinas…9 una tierra donde comerás el pan sin escasez, donde nada te faltará…
Deuteronomio 8:6-7,9
Eso es prosperidad divina – sin falta y sin escasez cuando el que la recibe no se olvida de Dios. Aquí hay una advertencia sobre entrar al reino de la prosperidad divina. En los siguientes versos, las advertencias son emitidas en contra del olvidarse del Señor.
10 Cuando hayas comido y te hayas saciado, bendecirás al SEÑOR tu Dios por la buena tierra que Él te ha dado. 11 Cuídate de no olvidar al SEÑOR tu Dios dejando de guardar sus mandamientos, sus ordenanzas y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12 no sea que cuando hayas comido y te hayas saciado, y hayas construido buenas casas y habitado en ellas, 13 y cuando tus vacas y tus ovejas se multipliquen, y tu plata y oro se multipliquen, y todo lo que tengas se multiplique, 14 entonces tu corazón se enorgullezca, y te olvides del SEÑOR tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto…
Deuteronomio 8:10-14
Muchas personas, cuando entran en el reino de la prosperidad divina y no tiene presión financiera, están aliviadas y se olvidan de Dios. No pasan tanto tiempo en la Palabra. No son diligentes en guardar las leyes de Dios. Algunos hasta empiezan a confiar en su propio poder para obtener abundancia. El versículo 19 continúa:
19 Y sucederá que si alguna vez te olvidas del SEÑOR tu Dios, y vas en pos de otros dioses, y los sirves y los adoras, yo testifico contra vosotros hoy, que ciertamente pereceréis. 20 Como las naciones que el SEÑOR destruye delante de vosotros, así pereceréis, porque no oísteis la voz del SEÑOR vuestro Dios.
Deuteronomio 8:19-20
Este será el fin de tu prosperidad divina.
Abraham dejó todo para obedecer a Dios y se volvió un hombre muy rico.
En Marcos 10:29-30, Jesús habló estas palabras a sus discípulos: 29 En verdad os digo: No hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos o tierras por causa de mí y por causa del evangelio, 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo…
¡Gloria a Dios! Jesús está diciendo que porque estaban dispuestos a renunciar a todo y entregarse totalmente a Él, serían recompensados abundantemente. Nadie quien se consagra totalmente a Jesús permanece podre.
Quiero enfatizar aquí que el verdadero secreto a la prosperidad divina es entregarse a Dios. Nota en 2 Corintios capítulo 8 en la iglesia de Macedonia estaban en gran pobreza. Estaban experimentando pruebas y tragedias. No dejaron que eso los detuviera, ni se regresaron bajo presión. No tenían nada que dar, pero se entregaron a sí mismos, sirviendo a los santos. Porque yo testifico que según sus posibilidades, y aún más allá de sus posibilidades, dieron de su propia voluntad (vs. 3). A pesar de la gran pobreza, dieron lo que era más importantes – ELLOS MISMOS.
LA LEY CARDENAL DE DIOS ES DAR. LA ESENCIA MISMA DE LA VIDA ES DAR. La prosperidad divina se centra en dar. El nivel de prosperidad divina que vas a disfrutar depende en la medida de lo que das. Esto es determinado por ti. Lucas 6:38 establece: Dad, y os será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en vuestro regazo. Porque con la medida con que midáis, se os volverá a medir.
Dios dice que eres el dador y tú determinas la medida con la que se te dará. ¿Mides con una cucharadita? ¿O le has dado a Dios una taza llena de tu vida? ¿Qué tal una cubeta o carretilla o camión lleno? Dios usará cien veces más la medida que establezcas para traer la recompensa a ti.
Jesús estaba mucho más impresionado con el acto de dar de la viuda pobre en Marcos capítulo 12 que dio todo lo que tenía, de lo que estaba con aquellos que dieron de su abundancia. Cuando esa mujer dio, estableció la unidad de medida en su vida. El hombre rico tenía la habilidad de dar un camión lleno; la viuda sólo una cucharadita. Pero ella midió todo lo que tenía, creyendo en los principios de Dios.
¿Recuerdas en el Antiguo Testamento cuando Dios envió a Elías a la casa de una mujer pobre para que comiera durante una hambruna? A ella sólo le quedaba para una última comida. En lugar de alimentarse ella misma y a su hijo, le dio de comer al profeta de Dios. Dios tenía una tremenda bendición para esta mujer que tomó lo último que tenía y bendijo al profeta Elías. Su jarra de harina y botella de aceite no estuvieron vacías por todo un año.
Muchos de nosotros hemos estado dando a Dios. Pero no hemos incrementado nuestra medida en proporción a la bendición de Dios. Eso detiene la prosperidad divina. Cuando eres bendecido, empieza a incrementar tu medida. Puede que tengas que empezar dando en cucharaditas. Cuando la recompensa venga, empieza a dar en tazas. Recuerda, TÚ eres el que establece la medida que será dada de vuelta a ti.
En lo natural cuando las cosas se dificultan, la gente empieza a reducir. Eso no es lo que debes hacer en una escasez financiera. Recuerda que Abraham renunció a todo y siguió a Dios, y lo primero con lo que se encontró fue una escasez.
1Y hubo hambre en la tierra…2 Y se le apareció el SEÑOR (a Isaac), y dijo: No desciendas a Egipto; quédate en la tierra que yo te diré.3 Reside en esta tierra y yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré contigo el juramento que juré a tu padre Abraham.
Génesis 26:1-3
Ahora, nota que el versículo uno nos dice que hubo hambre en la tierra. El verso 12 después nos dice lo que hizo Isaac sobre esta hambruna. ISAAC SEMBRÓ EN ESA TIERRA. No recortó; sembró. Isaac sembró en la tierra y EN ESE MISMO AÑO, recibió cien veces más de regreso. Aquí está un hombre que estaba en escasez, pero en lugar de reducir y medir en cucharaditas, él sembró y DIO su camino para salir de esa escasez. Sembró en escasez y Dios le dio cien veces más de regreso en ese mismo año.
Esto es lo que me dijo Dios en octubre de 1981, en Charlotte: Hijo, no quiero a mi pueblo en escasez financiera, y te estoy dando la tarea de decirles. Diles que si siembran en escasez y son obedientes a Mis leyes, les daré cien veces más de regreso delo que di a Isaac en el mismo año. Todo el que te crea y haga lo que les digo que hagan, les daré cien veces más en el mismo año.” Ahora, la clave es esta: tu actitud, tus motivos, y tu reacción bajo presión determinaran tu recompensa.
Dios me dijo: “Hijo, tú inícialo". Cada departamento en mi ministerio estaba en necesidad. No tenía todo el dinero necesario para hacer lo que se necesitaba hacer. Dios me dijo que lo iniciara yo. En lo natural, no era lógico dar cuando yo aún necesitaba más, pero recuerda, OBEDIENCIA es una clave. Yo obedecí a Dios. Carolyn y yo acordamos, en el nombre de Jesús, que íbamos a sembrar en escasez y Dios nos daría cien veces más de regreso el mismo año. Hicimos cheques para cada una de las 10 áreas principales de nuestro ministerio lo cual totalizó $10.000, y también dimos $1.000 personalmente – dinero que necesitábamos desesperadamente. Estábamos sembrando en escasez. Habíamos hecho cheques y preparamos para sembrar pero antes de que pudiéramos sembrar los cheques, recibimos un cheque de $10.000. Dios nos bendijo con nuestra semilla de regreso. Entonces el dinero fue sembrado, y la siguiente semana me fue dado un avión de $150.000. También, esa semana alguien me dio un cheque por $100.000. Eso es más de un cuarto de millón de dólares en menos de una semana. Una cosa que quiero resaltar, de nuestra recompensa, hemos INCREMENTADO la medida que sembramos. Sembramos en escasez en tazas llenas. De inmediato incrementamos nuestra medida a galones.
Yo sé que lo que hizo Abraham ocasionó que no tuviera carecimiento, y yo he puesto mi mente en ser como Abraham. No tienes que preocuparte de dónde vendrá o cómo Dios te lo dará.
En Éxodo 35:4-5, Dios nos dice como Él quiere que sembremos: 4 Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el SEÑOR ha ordenado, diciendo: 5 “Tomad de entre vosotros una ofrenda para el SEÑOR; TODO AQUEL QUE SEA DE CORAZÓN GENEROSO, tráigala como ofrenda al SEÑOR: oro, plata y bronce (énfasis añadido).
Continúa en el versículo diez: Y que venga todo HOMBRE HÁBIL de entre vosotros…Ser hábil es ser OBEDIENTE. Los hábiles obedecen a Dios. En el verso 20 sigue: Entonces toda la congregación de los hijos de Israel salió de la presencia de Moisés. Y TODO AQUEL A QUIEN IMPULSÓ SU CORAZÓN y TODO AQUEL A QUIEN MOVIÓ SU ESPÍRITU… Al seguir leyendo el capítulo 35 y seguir en el capítulo 36, el verso 5 habla de algo que es un tanto inusual: y dijeron a Moisés: El pueblo trae MÁS DE LO QUE SE NECESITA para la obra de construcción que el Señor nos ha ordenado que se haga. (Éxodos 36:5 énfasis agregado) Eso es algo nuevo, donde el pueblo debía ser retenido de traer más. Si sigues leyendo en el capítulo 40, el día en que entraron al tabernáculo, la gloria del SEÑOR lo llenó. Dios, de ahí en más, los cubrió con una nube, y donde fueran iban protegidos. Gloria a Dios, ¡disfrutaron de la prosperidad divina!
En Deuteronomio, Dios manda bendiciones sobre aquellos que son obedientes a Su Palabra. Mientras seas obediente en sembrar en escasez, estas bendiciones no solo vendrán sobre ti, sino que también te sobrepasarán.
Escrituras
Acerca de este Plan
Estas lecciones representan muchos años de estudio, investigación, oración y comunión con el Espíritu Santo. Las revelaciones que compartí en cada lección las he aplicado en mi vida y ministerio durante más de cincuenta años. Las he diseñado para que tengas una lección para cada día del mes. Al comienzo de un nuevo mes, regresa nuevamente a la lección número 1. Repite esto todos los meses durante un año entero. Hacer esto establecerá estos principios firmemente en tu vida.
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Nos gustaría agradecer a Jerry Savelle por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://jerrysavelle.org