31 Lecciones Para Fortalecer La FeMuestra
Lección 27
Dar: La Esencia de La Vida
Estoy convencido que esta generación será conocida como la IGLESIA GLORIOSA. Dios está revelando principios en Su Palabra en estos últimos días los cuales habilitarán a Su pueblo a prosperar tan abundantemente que van a financiar el gran avivamiento que llevará al Evangelio a los confines de la tierra. La prosperidad divina vendrá como resultado de dedicar y consagrar nuestras vidas totalmente a la voluntad y propósito de Dios. LA PROSPERIDAD DIVINA VENDRÁ MIENTRAS VIVAMOS PARA DAR.
Juan 3:16 nos revela no solo un aspecto importante del carácter de Dios, sino que también un principio vital de la vida para el creyente. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna. DE TAL MANERA AMÓ Dios que Él DIO; Él dio a su Hijo para toda la humanidad. Nota que el dar es el resultado de amar.
En Marcos capítulo 10, cuando Jesús prometió que quien diera por causa de Él o del Evangelio recibiría cien veces más de regreso en esta vida, no estaba hablando del esquema hazte-rico-rápido. Jesús se refería a un estilo de vida, no solo el dar una porción de la vida, sino que dar todo de sí por amor al Evangelio. El dinero y las posesiones solo son una parte de la vida. No puedes sólo dar una parte de tu vida, rehusarte a hacer a Jesús el SEÑOR sobre el resto, y esperar que los principios de Dios funcionen para ti. DIOS NO ACEPTARÁ UN CORAZÓN DIVIDIDO DE SU PUEBLO. No puedes servir a dos señores. Jesús quiere todo de ti.
17 Cuando salía para seguir su camino, vino uno corriendo, y arrodillándose delante de Él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 18 Y Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios. 19 Tú sabes los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no hurtes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre”. 20 Y él le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.
Marcos 10:17-20
Esta es la razón por la que este hombre era rico. Debes entender por qué él era adinerado – había guardado los mandamientos de Dios. En Deuteronomio capítulo 8, Dios prometió que quien escuchara y obedeciera diligentemente su voz sería bendecido. Es por eso que este hombre se hizo rico, Dios había honrado su obediencia y lo hizo rico.
Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: Una cosa te falta: ve y vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. (Marcos 10:21)
Nota que este hombre agradó a Dios en todo excepto por una cosa. De hecho, la Palabra dice que Jesús lo amó, pero Él sabía que había un área de su vida que necesitaba corrección. Jesús dijo: ve y vende cuanto tienes y da a los pobres. Jesús estaba tratando de transmitirle un principio a este hombre. Le estaba diciendo “VE Y DA.”
Mira los versículos 22 y 23: 22 Pero él, afligido por estas palabras, se fue triste, porque era dueño de muchos bienes. Jesús, mirando en derredor, 23 dijo a sus discípulos: ¡Qué difícil será para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios!
Este versículo ha sido malinterpretado muchas veces, La gente dice: “Ves, los ricos no pueden entrar al cielo.” Eso es una tontería. El verso 24 dice: Y los discípulos se asombraron de sus palabras. Pero Jesús respondiendo de nuevo, les dijo: Hijos, ¡qué difícil es para el que confía en riquezas entrar en el reino de Dios!
Ahí está la clave – ¡NO CONFÍES EN LAS RIQUEZAS! Esa es la razón por la que el hombre rico estaba afligido y triste. Estaba confiando en sus riquezas. Había guardado el pacto, y eso había producido abundancia en su vida. Dios había derramado abundantemente sus bendiciones sobre la vida de este hombre. En vez de honrar a Dios con su riqueza, este hombre había puesto su confianza en ella. Su confianza había pasado de Dios a sus posesiones.
Jesús ya había enseñado que ningún hombre puede servir a dos señores. En ese momento, Dios ya no era el Señor del hombre rico – eran sus riquezas. Puedes ver que es cierto porque cuando Jesús dijo “Ve y da,” el hombre se fue triste. Sus posesiones lo poseían.
Muchos en la Iglesia se pierden de Dios de la misma manera. Sus posesiones los poseen. DIOS QUIERE QUE TENGAS COSAS, ¡PERO NO QUIERE QUE LAS COSAS TE TENGAN A TI! Y Jesús continuó:
25 Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios. 26 Ellos se asombraron aún más, diciendo entre sí: ¿Y quién podrá salvarse? 27 Mirándolos Jesús, dijo: Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios. 28 Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. 29 Jesús dijo: En verdad os digo: No hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos o tierras por causa de mí y por causa del evangelio, 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y tierras junto con persecuciones; y en el siglo venidero, la vida eterna.
Marcos 10:25-30
Está diciendo: “Dame tu todo, y yo te daré Mi todo". No puedo enfatizar lo suficiente que el verdadero secreto a la prosperidad divina es dar todo de ti. LA ESENCIA MISMA DE LA VIDA ES DAR.
Jesús estaba diciéndole a los discípulos y nos dice a nosotros: “Ve y da". Dar es la esencia misma de la vida. Cuando toda tu vida consiste en dar, no recibir, entonces la prosperidad divina empieza a venir y ser parte de tu vida.
Podemos ver que Jesús no pretendía que Sus discípulos fueran pobres. Él les dijo que si eran fieles a las leyes de Dios, recibirían cien veces más posesiones materiales en sus vidas. Había un punto vital que Jesús les dio que ha sido pasado por alto por muchos. Las riquezas pertenecen a los hijos de Dios. Sin embargo, han de ser RECIBIDAS, no perseguidas. Obtener cosas no debe ser la motivación de nuestras vidas o el impulso interno de nuestra existencia. Jesús dijo que hemos de recibir y no buscar las bendiciones de Dios. Has de buscar a Dios y sólo a Él. Cuando Él es el primero y antes que todo en tu vida y toda tu existencia consiste en ser instrumento y vasija de Él, entonces vas a vivir en prosperidad divina.
Quiero enfatizar esto otra vez – LA LEY CARDENAL DE DIOS ES DAR. Dios es un dador por naturaleza. Dios amó de tal manera que dio, y hemos de ser igual a Él. Debemos ser dadores de nosotros mismos. La característica básica misma de nuestras vidas debe ser el dar.
La Biblia dice que la vida de un hombre no consiste en Sus posesiones. El mundo ha sido engañado. Es la manera en que miden el valor de un hombre. Es evaluado mediante sus posesiones materiales. Eso es inexacto. Un hombre debe ser evaluado por cuanto da de sí mismo.
Jesús hace una advertencia en el cuarto capítulo de Marcos que una vez que la Palabra es sembrada, Satanás viene inmediatamente a llevarse la Palabra que ha sido sembrada en el corazón de un hombre. Entonces Él enlista cinco vías mayores que Satanás usa: aflicción, persecución, las preocupaciones de este mundo, los deseos de otras cosas, y LOS ENGAÑOS DE LAS RIQUEZAS. Si estás persiguiendo riquezas, entonces el diablo te tiene engañado. No puedes darte el lujo de hacer eso.
Pablo también nos advierte en 1 Timoteo 6:10 que el amor al dinero es la raíz de todos los males. Si estás buscando las riquezas, entonces las amas. Desafortunadamente, hay muchas supuestas “personas de fe” codiciando riquezas. En realidad, han errado en la fe; sus prioridades están fuera de orden. No hemos de desarrollar nuestra fe para poder obtener cosas, sino para poder ser un instrumento de Dios. El versículo 11 nos dice que huyamos del amor al dinero y la codicia de las cosas y sigamos la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad. Estas son las que debemos buscar, no dinero.
A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos.
1 Timoteo 6:17
Pero Dios me ha dicho que va a cambiar el estado financiero de aquellos en el Cuerpo de Cristo que crean en Él y le obedezcan. Una vez que los cambios empiecen a llegar, es tan fácil poner tu confianza en las riquezas antes que en el Dios que te las dio. Recuerda, es Dios quien nos da el poder de tener riqueza; no viene de nuestro propio poder o fuerza.
También nota que el verso 17 nos dice que estas riquezas son inciertas. Sólo Dios es eterno y no cambia. La depresión, la inflación y la recesión tienen una manera de cambiar las riquezas. Pero cuando pones tu confianza en Dios, sin importar que pase en la tierra, tú estás seguro. Otro punto muy importante acerca Dios es hecho aquí: el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos. Como puedes ver, DIOS NO ESTÁ EN CONTRA DE QUE TENGAS RIQUEZAS. ÉL TE LAS DARÁ. ¿Cuándo? cuando confíes en Él y dejes de buscar las riquezas y la abundancia.
¿Sabes por qué Dios quiere que seas rico? Es para que puedas hacer más. Entre más rico eres, más responsable eres hacia Dios. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos y prontos a compartir. (1 Timoteo 6:18) Dios quiere que estemos listos para compartir todo lo que tenemos. NOSOTROS debemos vivir para dar. Nuestras vidas deben girar en torno a dar. Debemos ser igual a Dios. Amó de tal manera que dio.
En 2 Corintios 8, las iglesias de Macedonia estaban teniendo grandes pruebas y tribulaciones. Los versos 1-4 dicen:
1 Ahora, hermanos, os damos a conocer la gracia de Dios que ha sido dada en las iglesias de Macedonia; 2 pues en medio de una gran prueba de aflicción, abundó su gozo, y su profunda pobreza sobreabundó en la riqueza de su liberalidad. 3 Porque yo testifico que según sus posibilidades, y aún más allá de sus posibilidades; 4 dieron de su propia voluntad, suplicándonos con muchos ruegos el privilegio de participar en el sostenimiento de los santos.
Ahora, este pueblo estaba en profunda pobreza. Aun así, estaban rogando a Pablo que les dejara dar. No tenían dinero, pero se tenían a sí mismos. SE DIERON A SÍ MISMOS para servir a los santos. Hay mucho que el dinero no puede comprar. No es la respuesta cuando alguien necesita escuchar “te amo". El dinero no puede expresar el amor, la atención y afecto que la gente necesita. A veces no es dinero lo que la gente necesita; necesita que les digan que son amados y apreciados. La iglesia de Macedonia estaba en profunda pobreza, y aun así le rogaron al Apóstol Pablo que recibiera su regalo – ELLOS MISMOS. No tenían dinero, pero le dijeron a Pablo que vivirían por este principio de dar.
Efesios 4:27-28 nos enseña otro principio importante sobre dar. 27 Ni deis oportunidad al diablo. 28 El que roba, no robe más, sino más bien que trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, a fin de que tenga qué compartir con el que tiene necesidad.
Dios está diciendo que la razón por la que debemos estar obrando con nuestras manos es para que tengamos semilla para sembrar a alguien que está en necesidad. Lo mejor de Dios es mucho más de lo que imaginamos. Es importante que el Cuerpo de Cristo llegue al lugar donde sus salarios no van a suplir sus propias necesidades, sino que las necesidades de otros. Dios ve nuestras vidas siendo sostenidas por la sobreabundancia que Él hará venir a nosotros. Dios quiere que trabajemos con nuestras manos para que tengamos para dar a otros.
Comienza a darte cuenta que la vida no es recibir, es dar! Efesios 6:5 nos dice que debemos hacer la voluntad de Dios de corazón. ¿Cual es la voluntad de Dios? El versículo 7 nos dice que es ir y dar: Servid de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres. Empieza a buscar vías donde puedes dar. No te limites a dar solamente dinero–primeramente Dios quiere que te des a TI MISMO. Entonces verdaderamente serás un seguidor de Cristo.
Acerca de este Plan
Estas lecciones representan muchos años de estudio, investigación, oración y comunión con el Espíritu Santo. Las revelaciones que compartí en cada lección las he aplicado en mi vida y ministerio durante más de cincuenta años. Las he diseñado para que tengas una lección para cada día del mes. Al comienzo de un nuevo mes, regresa nuevamente a la lección número 1. Repite esto todos los meses durante un año entero. Hacer esto establecerá estos principios firmemente en tu vida.
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Nos gustaría agradecer a Jerry Savelle por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://jerrysavelle.org