La Sombra De Tus AlasMuestra

Este es un Salmo muy especial para mí… todo empezó hace algunos años cuando mi hija y yo nos dimos a la tarea de memorizarlo. ¿Sabes cuál es el beneficio de memorizar Su Palabra? Que todo el día estás pensando en ella, por lo tanto, terminas “rumiando” cada versículo.

Rumiar es una palabra muy curiosa porque es la manera en la que las vacas comen, ellas ingieren el alimento y lo degluten, sin embargo, una vez en su estómago es devuelto para que puedan seguir masticándolo para así sacar el mayor beneficio de cada uno de los nutrientes.

Rumiar un versículo es precisamente eso, traerlo a la mente una y otra vez hasta que terminas sacando todos los nutrientes que tiene para ti la Palabra de Dios.

Me encanta que Dios nos aconseja esto una y otra vez, meditar en su Palabra de día y de noche, poner versículos escritos a nuestro alrededor como recordatorios, pensar en todo lo bueno, lo amable, lo de buen nombre, son cosas que Dios nos llama a hacer ¿por qué? Porque en ellas hay beneficios para nuestras vidas.

Desde hace algunos años el salmo 91 ha sido una bendición grande en mi vida y quisiera compartirte de una manera personal a través de este grupo de devocionales el por qué deseando que sea una bendición en tu vida como lo ha sido en la mía.

Empecemos por el principio

“El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente” (Salmos 91: 1)

Habitar y morar:

Aunque ambas palabras pueden significar lo mismo el tiempo verbal en el que son escritas nos puede marcar algunas diferencias. "El que habita" (presente continuo) "morará" (futuro) es una de esas promesas de Dios que tienen efecto en este tiempo, pero encontramos en ellas también que es una promesa en el futuro, es como decir: te lo estoy dando pero será completo cuando estés en mi presencia.

¿Qué significa esto?

Si nosotros buscamos constantemente la presencia de Dios (meditando en Su Palabra, orando, alabándolo) es ahí en donde nuestro corazón y nuestra mente habita, eso nos lleva a morar por siempre con Él ya que nos encontramos con una promesa hermosa en Romanos 8: 38 – 39:

“Estoy convencido de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los poderes y fuerzas espirituales, ni lo presente, ni lo futuro, ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios. ¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor! (DHD)

Otro punto importante aquí es que, para estar bajo algo y que su sombra nos cubra es necesaria la cercanía, nadie puede estar a la sombra si está lejos del objeto que la proyecta.

En este caso, al estar cerca de Dios, teniendo una relación diaria con Él y entregando nuestras vidas completamente a Él es cuando podemos estar resguardados y seguros en la sombra de sus alas.

¿Has entregado tu vida a Jesús? ¿Vives en una búsqueda continua de relacionarte con Dios? ¿Estás leyendo tu Biblia y orando?