SumergirMuestra
El Señor determina nuestros pasos
Soy alguien a quien le encanta la estructura. Me gusta tener una agenda y escribir notas, ahorrar dinero para una compra divertida o un viaje que quiero hacer. Me gustan los itinerarios y las listas de verificación y confío en ellos para pasar el día. Básicamente, toda mi vida ha girado en torno a la planificación. A medida que avanzaba en la escuela secundaria, comencé a planificar mi futuro, específicamente, cómo serían mis próximos 5 a 7 años después de la universidad. El itinerario de mi vida consistía en ir a la universidad con mis amigos, estudiar arte, encontrar un novio, graduarme con un gran trabajo en proceso, casarme a los 24 y tener un bebé a los 26. ¡Lo tenía planeado perfectamente! Recé por estas cosas y tenía mis ojos puestos en el premio. Lo curioso es que Dios normalmente tiene otras cosas en mente.
Proverbios 16:9 dice: “Podemos hacer nuestros planes, pero el Señor determina nuestros pasos”. Este versículo, junto con los 1-8 anteriores, se ha convertido en mi brújula cuando las cosas van de manera diferente a lo que espero o quiero. Cuando las cosas aparentemente van mal en mi vida y me siento estresado, asustado y perdido, este versículo me devuelve al camino correcto. En esos momentos en que mis planes se desmoronan, recuerdo que todo es para que los planes de Dios se puedan poner en marcha.
Creo que a través de la verdadera devoción y fe, el Señor nos bendecirá con los deseos de nuestro corazón. Dicho esto, te invito a recordar que cuando esos deseos no se conceden, se te presenta un plan más grande.
Si aún no lo has descubierto, todos esos planes que tenía para mí no salieron exactamente como esperaba. En lugar de ir a la escuela con mis amigos, decidí ir solo a la Southern Nazarene University, donde encontré nuevos amigos para toda la vida. Terminé estudiando Diseño Gráfico (y no tenía idea de qué era cuando entré como estudiante de primer año), lo que me permitió trabajar en SNU como diseñador jefe cuando me gradué. Y si te lo estás preguntando, no, ¡no me casé a los 24! Si bien las cosas se ven ligeramente diferentes de lo que había imaginado, Dios me dio más de lo que jamás hubiera imaginado.
Pregunta de reflexión:
Las Escrituras nos dicen que Dios nos da el deseo de nuestro corazón. Analice por qué los planes de Dios para nosotros no siempre se alinean con lo que tenemos en mente para nosotros mismos.
Olivia Lindsly
Diseñadora Grafica Universitaria de SNU
Escrituras
Acerca de este Plan
La Palabra de Dios es un ancla constante, el marco sobre el cual podemos construir nuestras vidas. Su verdad nos habla y nos guía hacia una relación con Jesús. Recopilado por profesores, empleados, estudiantes y ex alumnos de SNU. Este plan es una inmersión profunda en el poder transformador de las Santas Escrituras, que nos convoca a vivir en una relación diaria con Jesús mientras nos comprometemos plenamente a seguirle.
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Nos gustaría agradecer a marian-redwine.com por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.snu.edu/