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Mejora del liderazgo: Cultivar el liderazgo espiritual

En su libro "Liderazgo espiritual", J. Oswald Sanders proporciona ideas valiosas y pasos prácticos para mejorar nuestras habilidades de liderazgo. Como seguidores de Cristo, estamos llamados a ser líderes espirituales en diversas áreas de nuestra vida. Sanders sugiere tres pasos cruciales para mejorar nuestras habilidades de liderazgo: reconocer las debilidades, corregir y cultivar las fortalezas.

Una razón común por la que puede faltar liderazgo es la falta de objetivos claramente definidos que amplíen, desafíen y unifiquen. Como líderes, debemos establecer metas alineadas con los propósitos de Dios e inspirarnos a nosotros mismos y a aquellos a quienes lideramos. Nuestra fe debe ser audaz y valiente, evitando vacilaciones y mostrando celo. El entusiasmo es contagioso y, como líderes espirituales, debemos esforzarnos por generar entusiasmo en nuestros seguidores.

Otro desafío al que nos enfrentamos es la renuencia a comprender y afrontar situaciones difíciles. Sin embargo, el verdadero liderazgo requiere valentía y voluntad de afrontar los desafíos de frente. A medida que asumimos roles de liderazgo, debemos resistir la tentación de sacrificar la profundidad por la amplitud, asegurándonos de priorizar la calidad sobre la cantidad.

Para mejorar nuestro liderazgo, debemos esforzarnos y servir al Señor con celo, como nos recuerda Romanos 12:11. Nuestro liderazgo debe reflejar la intensidad y la pasión demostradas por Jesús mismo. Es fundamental desarrollar el arte de escuchar, buscando comprender a los demás sin prejuicios. La escucha genuina nos permite abordar la raíz de los problemas y construir relaciones sólidas basadas en la comprensión y la empatía.

Este estilo de liderazgo ofrece conocimientos valiosos. Deberíamos centrarnos en mejorar el carácter de nuestro trabajo, profundizar el tono espiritual, fomentar la moral del grupo, fomentar las relaciones personales y participar en una planificación creativa. Además, la delegación eficaz es clave para un liderazgo exitoso. Es fundamental reconocer las capacidades y limitaciones de los demás y empoderarlos para que sobresalgan en sus funciones.

Como líderes espirituales, se nos anima a no desanimarnos. Podemos encontrar fuerza en la palabra de Dios ante los desafíos. Se nos ha confiado un ministerio, renovado diariamente por la gracia de Dios y fortalecido por Su Espíritu. Podemos permanecer confiados y firmes si nos centramos en lo eterno mientras caminamos con esperanza y valentía cada día.

Reflexión:

¿Cómo puedes aplicar más celo en tu vida espiritual y al interactuar con aquellos en tu esfera de influencia?

Dr. Ron Titus

Presidente de la Escuela de Educacion

Director de la Escuela Laboratorio de SNU