Elige perdonarMuestra

Perdón + Gratitud = Obediencia

Idea principal: Es tiempo de llevar el perdón un paso más allá.

El reto: Agradécele hoy al Señor por las formas en las que utiliza el dolor para hacerte más como Él.

«Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito. Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de Su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos» (Romanos 8:28-29).

¿Alguna vez tu mamá te obligó a pedir perdón? La mía sí. Tengo vívidos recuerdos de susurrar «perdón» entre dientes apretados mientras bajaba la cabeza y pateaba las piedrecillas con mi zapato. No lo decía enserio (y estoy segura de que mi madre lo sabía), pero me estaba enseñando la disciplina de pedir perdón, incluso cuando no quería hacerlo.

A través de la Escritura, Dios lleva esto dos pasos más allá. Como nuevas criaturas, buscamos el perdón porque nuestro Padre Celestial nos llama a hacerlo, pero no nos detenemos ahí. Se nos manda a dar perdón y a agradecer por la situación que nos llenó de amargura en primer lugar. Solo pensarlo, me hace querer patear una piedra ahora.

Primera de Tesalonicenses dice: «Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús». No tienes que sacar tu Biblia de referencias ni consultar una gran concordancia. Las palabras «en todo» significan en todo. No son palabras que fueron escritas por accidente. Como seguidoras de Jesús, nuestra misión es agradecer a Dios en todas las circunstancias dolorosas, en todas las circunstancias que te rompen el corazón, en todas las circunstancias frustrantes, en todas las circunstancias decepcionantes y en todas las circunstancias en las que perdonar sea difícil. Sea lo que sea lo que te hizo comenzar este reto en primer lugar, puedes dar gracias a Dios por ello. ¿Cómo puede ser eso así? Considera el misterio que las Escrituras revelan en Romanos 8:28-29:

«Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito. Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de Su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos» (énfasis añadido).

¡Ahí está esa palabra otra vez «todas»!

Puedes darle gracias a Dios por todo lo que ha utilizado para mostrarte que no puedes dar o recibir la gracia con tus propias fuerzas y confiar en que Él lo está utilizando, justo en este momento, para hacerte más semejante a Él. En otras palabras:

Si eres hija de Dios, la prueba que estás atravesando, por muy equivocada o injusta o despiadada que sea o haya sido, en Su providencia y en Sus hábiles manos se utilizará para llevarte a algún lugar bueno. A un lugar más profundo en Su corazón, a un lugar de mayor dependencia y confianza, más perfectamente refinada a la semejanza de Cristo» (Nancy DeMoss Wolgemuth, Escoge Perdonar).

Cuando miro atrás y veo mi infancia, es fácil estarle agradecida a mi mamá por haberme enseñado a pedir perdón. Es una habilidad que he usado una y otra vez. Mientras consideras esas circunstancias que estás luchando por olvidar y las personas que estás luchando por perdonar, puedes estar agradecida también. Dios está usando todo ello para moldearte en algo espectacular, ¡la imagen de Su magnífico Hijo!

Hazlo Personal

·¿Qué circunstancias te están causando aflicción, ansiedad o resentimiento hoy? Dilo en voz alta y agradece al Señor por las formas en las que las está usando para remodelar tu imagen.

·¿Ha habido momentos en los que has extendido el perdón antes de sentirlo? Reflexiona sobre cómo Dios actuó a través de tu obediencia.