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Elige perdonar

DÍA 13 DE 22

Cuando el ofendido se convierte en ofensor.

Idea principal: Limpiando tu propia consciencia.

El reto: Toma responsabilidad sobre tus acciones.

«¿Por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: “Déjame sacarte la mota del ojo”, cuando la viga está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano» (Mateo 7:3-5).

«¡Él comenzó!».

«Yo tenía que asegurarme de que todos supieran que era su culpa».

«No lamento lo que dije. Ella se lo merecía por lo que me hizo».

Cuando has sido ofendida, ¿alguna vez has respondido al pecado de otra persona en represalia o por despecho?

Es fácil justificar nuestras acciones cuando creemos que tenemos la razón y que otra persona está equivocada. Pero cuando se trata de perdonar a esa persona, quizás parte del proceso sea buscar el perdón por las formas en que nosotras hemos pecado.

En algunos casos, probablemente no habrás hecho nada malo al responder a su pecado, o puede ser que no sea apropiado contactar a un ofensor. Pero en la mayoría de las ocasiones, probablemente necesitas examinar tus acciones y la actitud de tu corazón. Tomar un paso hacia el perdón significa tomar la responsabilidad por las formas en las que tú pecaste contra quien te ofendió.

No puedes perdonar realmente hasta que tu conciencia esté limpia hacia aquellos que han pecado contra ti, hasta que hayas dejado que Dios moldee su amor en tu corazón hacia aquellos que te han fallado (Nancy DeMoss Wolgemuth, Escoge Perdonar).

El camino para poder perdonar involucra humildad, incluso si tu ofensor nunca confiesa su pecado hacia ti. No puedes controlar las acciones de la otra persona; lo que sí puedes controlar, es tu respuesta hacia ellas.

Pablo nos llama a revestirnos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándonos unos a otros y perdonándonos unos a otros, si alguien tiene queja contra otro. Como Cristo nos perdonó, así también hacerlo nosotros (Col. 3:12-13). Si no has respondido de esta forma, no es demasiado tarde para que pidas perdón. Y, mientras tú perdonas, observa cómo la raíz de resentimiento se afloja en tu corazón.

Hazlo personal:

·¿Cómo quiere Dios que respondas, aunque tu ofensor se equivoque en un 95% y tú sólo en un 5% de la situación?

·¿A quién tienes que pedir perdón? ¿Qué paso puedes dar la próxima vez que alguien te haga daño y quieras tomar represalias?

Escrituras

Día 12Día 14

Acerca de este Plan

Elige perdonar

Libérate de la amargura y da un paso hacia la esperanza. Perdonar es difícil porque el dolor, la ira y el resentimiento se filtran en las grietas más profundas del corazón y no estamos seguros de cómo limpiarlas. Afortunadamente, Dios está listo para enseñarnos cómo encontrar la libertad a través del perdón. No dejes que la amargura carcoma tu corazón. Toma el reto para elegir el perdón y sé libre.

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Nos gustaría agradecer a Aviva Nuestros Corazones por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.avivanuestroscorazones.com/retos/reto-de-30-dias-eligiendo-perdonar/