Elige perdonarMuestra
Ha llegado el momento de pasar del dolor a la esperanza
Hay una atadura que une a todos los corazones humanos de todos los ámbitos de la vida que viven en todos los continentes y en todas las épocas: la necesidad de perdonar. Cuando éramos niñas, nuestros padres y maestros nos animaban a perdonar a nuestro hermano que rompía nuestro juguete o a perdonar al compañero de clase que nos ponía sobrenombres en el patio de juegos. Cuando estábamos en el bachillerato, no podíamos perdonar a nuestro novio que había cortado la relación o a nuestra amiga que había esparcido chismes embarazosos sobre nosotras. Es posible que hayamos dado la vuelta a la página en algún momento, pero nunca te gradúas de haber sido herida y, por lo tanto, la necesidad de perdonar nos sigue hasta nuestro primer trabajo, nuestro nuevo barrio e incluso a nuestros años de recién casadas. Dado que no existe un aniversario de bodas que señale el fin de todos los conflictos y malentendidos, nuestros matrimonios siempre presentarán oportunidades para extender y recibir perdón. El ser madre trae más de estas oportunidades, de igual forma lo trae experimentar el nido vacío, ser abuelas, jubilarnos, etc. En pocas palabras, perdonar es una habilidad que vamos a necesitar toda nuestra vida. Este es probablemente el motivo por el cual la Biblia lo menciona en tantas ocasiones (y con tal firmeza). Jesús mismo dijo:
«Pero si no perdonan a los hombres, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus transgresiones» (Mt. 6:15).
Aunque el perdón es un músculo que hemos estado flexionando la mayor parte de nuestras vidas, las repeticiones no se vuelven más fáciles necesariamente. Como criaturas caídas, la amargura y la falta de perdón son nuestras respuestas más naturales.
Pero claro, tú ya sabías todo esto. No te apuntaste para cumplir este reto porque perdonar fuese fácil, ni porque no haya nadie en tu vida a quien le guardes un poco de rencor. Te apuntaste a este reto porque perdonar es difícil, y el rencor, la amargura y el resentimiento se han filtrado en las grietas más profundas de tu corazón y no estás segura de cómo limpiarlas.
Extender y recibir perdón requiere intervención divina. Afortunadamente, por medio de Su Palabra, Su ejemplo, y Su Espíritu, Dios está listo para enseñarnos a encontrar libertad a través del perdón.
Durante los próximos días, abrirás tu Biblia junto a miles de mujeres y descubrirás los porqués y los cómo de la libertad a través del perdón.
Al empezar ya has comenzado tu viaje hacia la libertad. Con el fin de preparar tu corazón, te animamos a pasar un tiempo en oración con el Señor. Pídele que traiga a tu mente a aquellas personas a las que debes perdonar. Después, escribe una lista de estas personas. Guárdala en un lugar seguro, te animaremos a revisar esta lista al final del reto.
Al igual que los antibióticos administrados por vía intravenosa, el perdón trae sanación a las áreas de nuestra vida donde la ira, el resentimiento y la amargura han comenzado a supurar. Incluso para las heridas complejas, la Biblia lo deja claro: con la ayuda de Dios, puedes elegir el perdón.
Escrituras
Acerca de este Plan
Libérate de la amargura y da un paso hacia la esperanza. Perdonar es difícil porque el dolor, la ira y el resentimiento se filtran en las grietas más profundas del corazón y no estamos seguros de cómo limpiarlas. Afortunadamente, Dios está listo para enseñarnos cómo encontrar la libertad a través del perdón. No dejes que la amargura carcoma tu corazón. Toma el reto para elegir el perdón y sé libre.
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Nos gustaría agradecer a Aviva Nuestros Corazones por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.avivanuestroscorazones.com/retos/reto-de-30-dias-eligiendo-perdonar/