Elige perdonarMuestra
Gánale al enemigo cerrando la puerta.
Idea principal: ¿Es posible que tu falta de perdón le esté dando pie al diablo?
Reto: Cuida tus relaciones al abrirle tu corazón al perdón.
«Enójense, pero no pequen; no se ponga el sol sobre su enojo, ni den oportunidad al diablo» (Efesios 4:26-27).
Mi esposo y yo nos casamos cuando a mí me faltaban dos meses para cumplir los diecinueve años y él estaba a punto de cumplir veintiuno. Habíamos sido novios en bachillerato, por lo que mis problemas de control y mi egoísmo no fueron una sorpresa para él, estoy segura. Debido a que estábamos desorientados en el tema del amor, porque éramos espiritualmente inmaduros y nos oponíamos a los roles que Dios nos había dado en nuestro matrimonio, los primeros dos años en particular tuvieron sobradas discusiones. Y como soy un búho nocturno crónico, muchos de ellos ocurrían a última hora de la noche (o a primera hora de la mañana, según el caso).
Pero nada, y de verdad que nada, me enfurecía más que mi pobre esposo, estudiante universitario, que también trabajaba treinta y dos horas a la semana, se quedara dormido en medio de una acalorada discusión. ¡¿Cómo podía?! Si hasta tenía un versículo bíblico que me respaldaba (Ef. 4:26-27). Así que, hacía lo único que se me ocurría para despertarlo: resoplar, suspirar, llorar y resoplar, y a veces incluso dar un portazo. Nunca funcionaba. Él podía dormir a pesar de todo. Mientras tanto, yo me quedaba despierta durante un par de horas más, elaborando mi argumento en mi mente, volviéndome cada vez más aguerrida, hasta que, hirviendo de ira, finalmente me quedaba dormida.
Lo que no sabía entonces, pero ahora sí sé, es que ese versículo que usaba como amuleto no era para mi esposo, sino para mí. Mi esposo no se acostaba enojado, simplemente se quedaba dormido. Yo era la que le daba una oportunidad al diablo de perturbar la relación con mi esposo y mi relación con Dios.
Cuando nos rehusamos a perdonar, (Satanás) tiene la oportunidad aprovecharse de nosotras, para ganar argumentos en nuestras mentes, para salirse con la suya en nuestras relaciones, y para insensibilizar nuestros corazones a la voz del Espíritu (Nancy DeMoss Wolgemuth, Escoge Perdonar).
Cada vez que me lastiman y ofenden, tengo dos opciones: perdonar o dejar que Satanás meta su pie por la puerta de mi corazón. Por supuesto, las ofensas cometidas en el curso de esas discusiones somnolientas se quedan cortas en comparación con el dolor y la traición que algunas mujeres han experimentado por parte de sus esposos, e incluso con el dolor que yo he experimentado en otras situaciones de la vida. Pero por muy duro que parezca y por muchas medidas que haya que tomar además del perdón, la mejor opción es siempre perdonar. Hacer lo contrario es colocar una victoria firmemente en la categoría de Satanás.
Él no ganará la guerra, eso es seguro, pero darle una oportunidad puede causar un daño incalculable a tus relaciones mientras él va en camino a la derrota final. Y nada le gustaría más a Satanás que tomar el control de tu matrimonio, tus amistades, tu iglesia e incluso tu corazón. Es un riesgo que no vale la pena correr.
Hazlo personal:
¿De qué manera la falta de perdón le ha dado a Satanás una oportunidad en alguna de tus relaciones? ¿Qué puedes hacer para cerrarle la puerta?
Profundiza:
¿Si Dios es bueno, por qué permite el sufrimiento? Esta es una pregunta antigua que se hace muy personal cuando alguien pasa por alguna tragedia.
Escrituras
Acerca de este Plan
Libérate de la amargura y da un paso hacia la esperanza. Perdonar es difícil porque el dolor, la ira y el resentimiento se filtran en las grietas más profundas del corazón y no estamos seguros de cómo limpiarlas. Afortunadamente, Dios está listo para enseñarnos cómo encontrar la libertad a través del perdón. No dejes que la amargura carcoma tu corazón. Toma el reto para elegir el perdón y sé libre.
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Nos gustaría agradecer a Aviva Nuestros Corazones por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.avivanuestroscorazones.com/retos/reto-de-30-dias-eligiendo-perdonar/