Elige perdonarMuestra

Hábitos heróicos.

Idea principal: El gran acto del perdón comienza al practicar los pequeños actos de amor.

El reto: Actúa rápidamente para conceder la gracia en asuntos menores.

«Yo, pues, prisionero del Señor, les ruego que ustedes vivan de una manera digna de la vocación con que han sido llamados. Que vivan con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándose unos a otros en amor, esforzándose por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz» (Efesios 4:1–3 ).

Los héroes no se hacen de la noche a la mañana. Históricamente se reconoce a los héroes por su más grande hazaña, pero no siempre se reconocen los pequeños hábitos que hicieron que esa gran acción ocurriera.

Por ejemplo, una mujer como Corrie ten Boom, heroína de la fe y superviviente del Holocausto, que soportó los horrores del campo de concentración de Ravensbrück, se le recuerda por el momento radical en el que tendió la mano a uno de sus antiguos guardias de la prisión, que se acercó a ella después de un discurso y le pidió perdón.

Antes de convertirse en la «Corrie ten Boom» de la historia, ella era Corrie, una seguidora de Cristo que tuvo que aprender a perdonar en asuntos demasiado pequeños para ser mencionados en una biografía:

• Cuando la broma de alguno de sus familiares la lastimó.
• Cuando algún vecino hizo un comentario hiriente.
• Cuando un extraño chocó con ella mientras caminaba.

Los grandes actos de perdón no ocurren sin la práctica. El hábito comienza a formarse al sobrellevar las ofensas del día a día, al no tomar ofensa con provocaciones ordinarias.

Ejercer la tolerancia en los asuntos cotidianos de menor importancia es una práctica importante y una preparación para extender el perdón en los asuntos más importantes que seguramente surgirán (Nancy DeMoss Wolgemuth, Sea agradecido).

Hoy, una amiga puede olvidarse de responderte mensaje. Un jefe puede no reconocer tu trabajo. ¿Se lo reprocharás? ¿O lo dejarás pasar, «soportando los unos a los otros con amor?». Hoy tienes la oportunidad de tender la mano y extender gracia; cuando lo hagas, estarás en el camino de desarrollar los músculos de la fe que hacen a un héroe.

Hazlo personal

·¿Qué situaciones estás enfrentado hoy en día en las que necesitas extender el perdón?

·Pídele a Dios que te permita ser rápida para pasar por alto y dejar pasar las ofensas menores hoy.