Elige perdonarMuestra
Dios no necesita tu perdón.
Idea principal: ¿Has creído la mentira de que Dios comete errores?
El reto: No culpes al alfarero, sométete a Sus manos.
«Justo es el Señor en todos Sus caminos,
Y bondadoso en todos Sus hechos» (Salmo 145:17).
Cuando pienso en el trauma que algunas mujeres han experimentado, ya sea por abuso, por perder a un hijo o a un esposo, o cualquier otra cosa, debo admitir que mi historia suena muy suave. Sin embargo, algunos consejeros me dirían que debo trabajar en perdonar a Dios. Después de todo:
- Mi padre biológico murió por un tumor cerebral cuando yo tenía cinco.
- De niña sufrí acoso escolar, me lesioné en un horrible accidente automovilístico a los diez, y me enfrenté a una ansiedad paralizante hasta los treinta años.
- Mi suegra falleció de cáncer a la edad de cuarenta y cinco, justo después de que tuvimos a nuestro primer hijo.
- Nuestro tercer hijo tiene autismo y un trastorno convulsivo; su capacidad futura para cuidar de sí mismo y vivir de forma independiente es desconocida, si no improbable.
Así que me gustaría preguntar a esos consejeros, ¿cómo se puede perdonar al Dios de toda la creación por los desaires percibidos? Tengo la idea de salir, sola, con el cielo de cien mil millones de estrellas reflejándose en el lago de cristal de la cabaña de mi familia. Tal vez caminaría hasta el final del muelle, respiraría profundamente y gritaría con todas mis fuerzas: «¡Dios, te perdono!». Mi voz podría resonar en las colinas del otro lado del lago y volver a mí cien veces más débil que antes, mientras las mismas cien mil millones de estrellas parpadean ante mi pequeño ser, de pie y solo, al final del muelle. Mi poder para «perdonar» a un Dios eterno, santo y todopoderoso es tan grande como yo en comparación. Y por supuesto, Él no necesita mi perdón de todos modos.
¿Nosotras? ¿Perdonar a Dios? Piénsalo. Incluso si lo dice un corazón que no quiere ofender o sobrepasarse, la sola idea raya en la blasfemia. Pensar que tenemos esa clase de poder sobre el Dios justo y soberano es degradar Su nombre e inflar nuestra importancia (Nancy DeMoss Wolgemuth, Escoge Perdonar).
Dios no comete errores. Él no ofende a nadie. No comete ninguna injusticia y nada escapa de su control. Por el contrario, Sus caminos son perfectos. Sus acciones son justas. Sufrió por nosotras en la cruz y sigue sufriendo a nuestro lado. Él es el alfarero; nosotras somos el barro. Nuestro trabajo es simplemente someternos a Su mano sabia y amorosa. «¡Ay del que contiende con su Hacedor!» (Is. 45:9).
Hazlo personal:
¿Has creído la mentira de que Dios necesita tu perdón? ¿Qué pasos tomarías para poder desarrollar un punto de vista más adecuado de Dios y fortalecer tu confianza en Él?
Profundiza:
Confiar en que Dios es fiel y justo es la clave para resistirse a enfadarse cuando surgen situaciones difíciles. La mayoría de las veces no vemos a Dios trabajando en nuestras vidas, rara vez vemos milagros maravillosos y grandes, pero igual nos sentimos solas y sin esperanza. Sé animada a través de la historia de la viuda de Sarepta en la Biblia.
Escrituras
Acerca de este Plan
Libérate de la amargura y da un paso hacia la esperanza. Perdonar es difícil porque el dolor, la ira y el resentimiento se filtran en las grietas más profundas del corazón y no estamos seguros de cómo limpiarlas. Afortunadamente, Dios está listo para enseñarnos cómo encontrar la libertad a través del perdón. No dejes que la amargura carcoma tu corazón. Toma el reto para elegir el perdón y sé libre.
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Nos gustaría agradecer a Aviva Nuestros Corazones por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.avivanuestroscorazones.com/retos/reto-de-30-dias-eligiendo-perdonar/