Conforme al Corazón de DiosMuestra

Un corazón que confía en Dios

La confianza es la “esperanza firme que se tiene de alguien o algo” (Diccionario de la lengua española). La imagen que más refleja confianza es la de un niño durmiendo con tranquilidad en el pecho de su madre.

En la Biblia un muchachito aprendió a confiar en Dios mientras cuidaba los animales de su padre. Por eso, después, no tuvo temor de enfrentar desafíos mayores. ¡Él sabía quién lo guardaba!

David fue entrenado a cuidar ovejas en la soledad del campo y con fieros animales. Mas tarde, esa preparación le sirvió para liberarse de todo miedo, cuidar a su ejército y al pueblo de Israel.

David conocía íntimamente a su Dios. Sabía que era todopoderoso y confiaba en él. Cuando marchó a pelear con Goliat, se atrevió a anunciar que le cortaría la cabeza sin llevar espada alguna. ¡Él obtuvo la victoria porque Dios lo respaldaba!

La confianza de David en el Señor es notoria a lo largo de su vida, como relatan varios pasajes de 1 y 2 Samuel y 1 Crónicas. El mismo David, quizá en su hora más oscura, cuando huía de su hijo Absalón que se rebeló en su contra, escribió una oración de confianza en Dios:

(Salmo 3:1-3 RV60)

TALLER DE VIDA

1. ¿Aprendiste a confiar en Dios? ¿En qué circunstancias?

2. ¿Crees que en el pasado el Señor te entrenó con rigurosidad? Ese entrenamiento, ¿para qué te sirve hoy?

3. ¿Confías en que tu Padre celestial te dará la victoria? ¿Con qué propósito? (David sabía que gracias a su triunfo sobre Goliat todos se enterarían de que había Dios en Israel).

4. En los tiempos difíciles, ¿qué es el Señor para ti?

ORACIÓN

· Para que en toda situación confiemos sólo en el nombre del Señor (Salmo 20:7)

CONFIANZA NOTORIA EN EL SEÑOR

Varios varones y mujeres en la Biblia destacan por confiar en Dios. Ezequías fue uno de ellos:

(2 Reyes 18:3-5 NVI)

También 3 jóvenes deportados a Babilonia, que estaban al servicio del rey Nabucodonosor, demostraron su fe en Jehová. Resulta que el monarca levantó una gran estatua y ordenó que todos se postren ante ella y le rindan culto. Y si alguno se rehusaba a obedecer, sería lanzado a un horno ardiente. Sadrac, Mesac y Abed Nego no obedecieron la orden real. Por eso fueron llevados ante el rey:

(Daniel 3:14-18 NVI)

Estos muchachos realmente creían que el Señor los podía salvar. Sin embargo, si no lo hacía, igual permanecerían fieles a Él. Y por esa confianza y honra que ellos le dieron, Dios hizo un milagro cuando los arrojaron al horno:

(Daniel 3:24-28 NVI)

De igual manera, Daniel no murió cuando lo arrojaron al foso de los leones. En esa ocasión el rey Darío le preguntó:

(Daniel 6:20-23 NVI)

El Señor nunca deja de escuchar a los hijos que en Él confían, como leemos en esta historia del rey Asa:

(2 Crónicas 14:9-13 NVI) (Isaías 64:4 NVI)

Por eso, obedezcamos al profeta Oseas:

(12:6 NVI)

TALLER DE VIDA

1. Como Ezequías ¿has puesto tu confianza en el Señor? Las personas que te rodean ¿ven que tu esperanza sólo está en Él?

2. Al igual que Sadrac, Mesac y Abednego, si Dios no responde a tu oración, ¿permanecerás fiel a Él o te alejarás?

3. ¿Tu manera de hablar y de proceder hace que otras personas te consideren siervo/a del Dios Altísimo?

4. En medio de las pruebas, ¿clamaste al Señor diciéndole que sólo confiabas en Él?

ORACIÓN

· Para que nuestras familias y amigos observen que siempre confiamos en Dios.

· Para que la fe de los cristianos no flaquee en los desiertos y tempestades.