Conforme al Corazón de DiosMuestra

Un corazón que ama al Padre y al prójimo

No puedo decir que amo a Dios, pero no amo a mi prójimo. Ambos verbos están conectados.

Mi amor por Dios se refleja en mi intimidad con Él, en el lugar que ocupa en mi vida.

Cuando busco a Dios en oración día a día, experimento su amor. Cuando le adoro, soy lleno de su presencia y su amor me satura.

Como un resultado natural de esa relación cercana y profunda, brotará en mí un interés real y visible por mi prójimo. Ahora, en muchos casos no sentiré amar. Pero hacerlo, será también un ejercicio de mi voluntad y mi obediencia a Dios.

El amor es parte de la naturaleza de Dios. Dios no tiene amor: ¡Él es amor! Como hijo de Dios, seré un reflejo de su naturaleza. Parte de mi esencia será amar a mi prójimo.

Algo que destruye los paradigmas humanos sobre el amor, es que el amor de Dios no está condicionado al comportamiento. En otras palabras, si me porto bien o mal, Él me seguirá amando de la misma manera. Aun en medio de la corrección (que no es agradable) puedo experimentar su amor.

Esa gracia que recibo en mi vida, es la misma que debo dar a mi prójimo:

Sólo el amor de Dios en mi vida, me puede llevar a amar lo que no puedo amar. Sólo la presencia de Dios en mí, hace que yo ame lo que Él ama. ¡Y Él ama a las personas!

La mejor manera de mostrar que Dios está en mí, es amar a los que me rodean, perdonar a los que me maltratan, bendecir a los que desean mi mal y servir a los que Él ama (por ejemplo: Al político, al policía, a mi jefe, al mendigo, al extranjero...).

Finalmente, producto de mi relación con Dios, seré una extensión suya aquí en la tierra, pues su mayor anhelo es que todos lo conozcan y experimenten una vida con Él. ¡Y yo seré su representante!

TALLER DE VIDA

1. Si tu amor por Dios se refleja en tu intimidad con Él, ¿se siente Él amado?

2. Pregúntate: ¿Estoy dejando que el Señor me llene cada día de su amor a través de la oración, la

Palabra y la adoración? ¿En qué debo mejorar?

3. ¿Qué sientes al saber que el amor de Dios no está condicionado a tu comportamiento?

4. ¿Crees que en medio de la corrección realmente puedes experimentar el amor del Padre celestial?

5. ¿Estás mostrando que el Señor está en ti? ¿Amas a los que te rodean? ¿Perdonas a los que te

maltratan? ¿Bendices a los que desean tu mal? ¿Sirves a los que Él ama?

6. ¿De qué manera práctica amarás a tu prójimo? Haz una lista de 5 acciones de amor a él/ella que

ejecutarás en esta semana.

ORACIÓN

· Para que el Señor nos enseñe a amar a las personas que nos rodean de la manera que Él las ama.

EL CORAZÓN DE JESÚS

Mientras estuvo en la tierra Jesús demostró poseer un corazón que amaba al Padre y al prójimo. Esto no pasó desapercibido para Dios. Él miró a su Hijo y lo que vio le trajo satisfacción:

(Lucas 3:22 RV60)

Veamos algunas características del corazón de Jesús:

1. El corazón de Jesús mostraba su amor al Padre pasando tiempo con Él y dependiendo de Él

En medio de sus ocupaciones, Jesús buscaba tiempo para estar con su Padre. Él no hacía nada sin antes consultarle a Dios.

2. El corazón de Jesús demostraba misericordia

Jesús, movido por misericordia, hizo milagros, produjo sanidades y llevó a muchos a la libertad.

3. El corazón de Jesús manifestaba generosidad

Una de las lecciones más grandes que Jesucristo nos dejó es la de ser generosos con las personas que tienen necesidad.

4. El corazón de Jesús expresaba amor

No existe prueba de amor más grande que la que Jesús nos dejó, ya que Él se despojó a sí mismo para entregarse en lugar de nosotros (Filipenses 2:5-8).

5. El corazón de Jesús reflejaba madurez

Jesús estaba listo para recibir el beso de la traición. Ante las ofensas, tu corazón ¿está maduro? Cuando alguien te falla, ¿cómo reaccionas?

6. El corazón de Jesús enseñaba el perdón

Jesús perdonó a quienes le flagelaron y nos enseña a hacer lo mismo con las personas que nos ofenden no sólo hoy, también mañana y pasado. El perdón debe ser una rutina en nuestro diario vivir.

TALLER DE VIDA

1. ¿Buscas la manera de pasar más tiempo con tu Padre celestial? Como Jesús, antes de tomar decisiones claves, ¿le pides su dirección?

2. ¿Eres misericordioso? ¿Oras por sanidades emocionales, físicas, relacionales, espirituales…? ¿Compartes la Palabra de Dios que trae libertad a los cautivos?

3. ¿Eres generoso/a? ¿Ayudas a quien está en necesidad?

4. Como Jesús, ¿te sacrificas por las personas que amas? Menciona 3 acciones concretas que hiciste en esta última semana.

5. Si alguien te falla o te ofende, ¿cómo reaccionas? ¿Lo perdonas? ¿Sigues confiando en él/ella y ledas una nueva oportunidad?

ORACIÓN

• Para que nuestro corazón le traiga gozo al Padre celestial.
• Para que el Espíritu Santo desarrolle en nosotros las características del corazón de Jesús.