Conforme al Corazón de DiosMuestra

Un corazón paciente

¿Alguna vez ha meditado en cómo desarrollar un corazón paciente? Pensar en esto, nos atemoriza si lo vemos desde una perspectiva humana (del alma).

En este tiempo lo que menos queremos y tenemos –consciente o inconscientemente– es paciencia. Vivimos en un mundo donde perdimos la capacidad de disfrutar los procesos, porque ellos requieren de un corazón paciente.

Entonces, pensar que es necesario que mi fe sea probada para desarrollar más paciencia, requiere de un espíritu dispuesto y alineado con el Espíritu de Dios.

Romanos 5:1 RV60 dice que somos justificados por la fe, que tenemos paz con Dios por medio de Jesús. ¡Qué precioso es saber que Dios nos ha permitido disfrutar de “paz con Él”!

Pero no sólo eso, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones (problemas), sabiendo que las tribulaciones producen paciencia (v. 3) y la paciencia produce prueba y esta prueba produce esperanza (v. 4). Sin embargo, no finaliza ahí: Dice que, a raíz de este proceso, nuestra esperanza está en que “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (v. 5). ¡Maravilloso!

A raíz de vivir en un mundo caído (con pecado), no podemos evitar la llegada de los problemas. Ellos estarán siempre con nosotros. Jesús lo dijo: “…En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33 RV60). Por lo tanto, ¡no debemos temer!

Quiero invitarlo a abrazar los tiempos de tribulación. Ellos son una oportunidad para:

1. Experimentar el gran amor de Dios.

2. Conocer más al Señor (cómo es Él).

3. Cimentar nuestra fe en Dios.

Desarrollemos un corazón paciente que produzca esperanza y amemos con todo nuestro ser al Señor. ¿Y cómo lo podemos hacer? Dejando que el Espíritu nos gobierne:

(Gálatas 5:22-23 NTV).

Y, ¿cómo es un corazón paciente?

· Sabe aguardar lo que no ve (Romanos 8:25).

· Hereda y alcanza promesas (Hebreos 6:12, 15).

· Con humildad y mansedumbre, soporta a los demás en amor (Efesios 4:2).

· En todo lo que hace, demuestra que es verdadero ministro de Dios. Soporta dificultades y privaciones y calamidades de toda índole (2 Corintios 6:4 NTV).

TALLER DE VIDA

1. En tu vida cotidiana, ¿eres una persona paciente o quieres todo instantáneamente? En esta semana, ¿cómo demostraste paciencia a quienes te rodean?

2. ¿Eres capaz de disfrutar de los procesos o te acobardas pronto y los abandonas?

3. ¿Quieres que tu fe sea probada para desarrollar más paciencia? ¿Por qué?

4. En tu caso, ¿los problemas y tribulaciones produjeron paciencia? ¿Cómo sucedió?

5. ¿Crees que el amor del Señor ha sido derramado en tu corazón por el Espíritu Santo? ¿De qué manera lo manifiestas?

6. Revisa las características de un corazón paciente mencionadas en el texto anterior. ¿Tu corazón es así? ¿En qué tienes déficit?

ORACIÓN

· Para que en los tiempos de tribulación experimentemos el amor de Dios, lo conozcamos más a Él y así afirmemos nuestra fe.

(Santiago 5:7-11 RV60) (Proverbios 10:12 NTV).

En la Biblia tenemos varios modelos de corazones pacientes. El Señor mismo se constituye en el más grande ejemplo. Él anhela que la gente se quebrante por sus pecados y lo busque:

(Romanos 2:3-4 NTV) (2 Pedro 3:9 RV60) (2 Pedro 3:15 NTV)

Además, como menciona Santiago, los profetas también demostraron un corazón paciente con sus circunstancias y con las personas. Entre ellos podemos nombrar a Jeremías, Elías, Oseas… Sin embargo, Job siempre ha sido considerado como el hombre más paciente en las Escrituras.

Job “era un hombre intachable, de absoluta integridad, que tenía temor de Dios y se mantenía apartado del mal” (Job 1:1 NTV). El Señor creía que Job lo amaba y adoraba sinceramente (v. 8). Como Él confiaba en Job, permitió que Satanás le quitara todo lo que tenía (v. 9-12) para demostrarle al enemigo que estaba equivocado. Y así fue: En un solo día perdió todas sus riquezas y, lo que es peor, murieron sus 10 hijos aplastados por la
vivienda en la que se encontraban (v. 13-18). Entonces:

(Job 1:20-22 NTV)

De nuevo el diablo incitó a Dios en contra de Job. Le dijo que, si le quitaba la salud, Job lo maldeciría. Así que Dios permitió que el acusador lo atacara. De esa manera, lo hirió con terribles llagas en todo su cuerpo (2:4-7).

En resumen, Job no habló en contra de Dios. Reconoció que el Señor lo estaba probando y lo siguió adorando. Él confió y esperó en Dios:

(Job 19:25-27 RV60)

Y como Dios no es deudor de nadie, en la segunda mitad de su vida, bendijo a Job aún más que al principio. Él llegó a tener el doble de riquezas, otros 10 hijos y muchos nietos (Job 42:12-16).

TALLER DE VIDA

1. ¿Cómo aprecias la paciencia que Dios tiene contigo?

2. ¿Eres paciente con tus circunstancias? ¿Cómo lo demuestras?

3. Como Job, ¿amas y adoras sinceramente al Señor? Si perdieras todo lo que tienes, ¿serías capaz de alabarlo?

4. ¿Puedes aceptar lo malo que Dios permite en tu vida?

5. En este momento, ¿sigues confiando en el Señor? ¿Qué esperas de Él?

ORACIÓN

· Para que corramos con paciencia la carrera de la fe que tenemos por delante (Hebreos 12:1 RV60).