Conforme al Corazón de DiosMuestra
Un corazón humillado y quebrantado
David es conocido como el pequeño pastor que se enfrentó al gigante y lo venció. También como el dulce salmista de Israel. No obstante, hay un recuerdo negativo que se asocia a él: Cuando cometió adulterio y asesinato:
(2 Samuel 11:1-4 NTV) (2 Samuel 23:39; 1 Crónicas 11:41)
En lugar de marchar junto a sus hombres, el rey permaneció en el palacio. Y, quizás, por tener mucho tiempo libre, estar ocioso y orgulloso, la tentación le llegó a través de sus ojos. Aunque él sabía que la mujer era casada, y nada menos que con un amigo, uno de sus valientes, es decir de sus mejores guerreros (2 Samuel 23:39; 1 Crónicas 11:41), igual tuvo relaciones con ella.
Pero como las consecuencias del pecado cometido siempre nos alcanzan, Betsabé quedó embarazada. Y si descubrían su adulterio, sería apedreada sin piedad. ¡Así lo establecía la ley (Deuteronomio 22:2)! Entonces David hizo traer a Urías del campo de batalla con la intención de que se acostara con su esposa. Dos veces intentó que él se marchara a su hogar, mas la fidelidad del soldado a Dios y al rey no lo dejaban ir y disfrutar de Betsabé (2 Samuel 11:6-13). Finalmente, David tramó el más maquiavélico de los planes: ¡El asesinato de Urías a manos de los amonitas! (v. 14-17). Eso sucedió gracias a la complicidad de Joab, su general.
Más adelante, cuando el periodo de luto se cumplió, Betsabé pasó a ser una de las esposas de David y dio a luz a su hijo. “Pero el Señor estaba disgustado con lo que David había hecho” (v. 27 NTV). Otra traducción de este versículo dice: “…lo que David había hecho fue malo a los ojos del Señor” (LBLA). Entonces, el profeta Natán, enviado por Dios, visitó al rey David y le contó la historia de un hombre rico que le robó a su vecino pobre la única oveja que tenía y luego la mató para servirla a un invitado. David sentenció con la muerte al hombre que hizo semejante maldad. Natán le dijo:
(2 Samuel 12:7-12 NTV)
La respuesta de David a la confrontación fue una confesión: “He pecado contra el Señor” (v. 13). Ahí él refleja un corazón arrepentido, contrito y humillado ante Dios. ¿Por qué? Porque es capaz de reconocer que hizo mal. Entonces, Natán –sorprendentemente– dijo: “El Señor ha quitado tu pecado; no morirás” (v. 13). En cambio, su hijo con Betsabé sí fallecería. Las palabras del profeta se cumplieron: El niño enfermó gravemente y, aunque David oró y ayunó por él, pereció.
A veces, como David, abusamos de nuestra posición o condición y no caemos en cuenta que –en algún momento– el Señor nos confrontará por no confesar lo que hicimos.
TALLER DE VIDA
1. ¿Crees que tener demasiado tiempo libre y pocas ocupaciones puede ser un terreno de cultivo para caer en pecado? ¿Por qué?
2. A David la tentación le llegó a través de sus ojos. A ti, ¿cómo el enemigo te puede tentar? Lee 1 Juan 2:16 en diferentes versiones.
3. ¿David pudo resistir la tentación? ¿Tú puedes hacerlo? Lee Génesis 4:7 (en diferentes traducciones) y 1 Corintios 10:13.
4. ¿Las consecuencias de tu pecado te alcanzaron? ¿De qué manera?
5. ¿Alguna vez fuiste confrontado por tu pecado? ¿Cómo reaccionaste?
6. ¿Es posible que un cristiano hoy desprecie la Palabra del Señor? ¿Cómo lo hace?
7. Mientras disfrutabas de una posición o condición aventajada, como David, ¿abusaste de alguien en tu calidad de jefe, abuelo/a, padre o madre, hermano/a mayor, cónyuge o amigo/a? ¿Le confesaste a Dios ese pecado?
8. ¿Qué harás por las personas que abusaste? ¿Les pedirás perdón? ¿Cómo resarcirás los daños ocasionados?
ORACIÓN
· Para que frente a la tentación tengamos discernimiento espiritual y veamos la salida que Dios ha provisto.
· Para que ante la confrontación por un pecado cometido reaccionemos con humillación y quebrantamiento.
No sabemos con exactitud cuándo David escribió el Salmo 51. Sin embargo, estamos seguros que lo hizo después de hablar con el siervo de Dios. La aclaración que acompaña el número de este famoso cántico así lo revela:
(Salmo 51:1-17 RV60)
David sabía que la limpieza y la purificación de un pecador sólo puede ser realizada por Dios. De igual manera, entendió que Él es el único con la capacidad de transformar un corazón sucio en limpio y un espíritu torcido en recto.
La hermosura poética que encierra este escrito no está en las palabras usadas ni en las oraciones ordenadas de manera magistral. Ni siquiera está en la lógica que se desarrolla en el texto, sino en la expresión de un corazón sinceramente arrepentido y quebrado por el dolor de haber ofendido a Jehová. David no sólo quería que Dios limpiara sus pecados. Él anhelaba que su relación con el Señor fuera restaurada por completo. Así podría enseñarles a los rebeldes (como él) los caminos de Dios.
TALLER DE VIDA
1. Como David, delante del Señor, ¿reconoces tus rebeliones? En el último mes, ¿fuiste rebelde con Él? ¿En qué?
2. En el pasado, ¿te sentiste sucio y pecador por algo que hiciste? ¿Recordaste que Dios podía limpiarte, purificarte y transformarte? Lee 1 Juan 1:7; Hebreos 1:1-3; Ezequiel 11:19-20, 36:25-27.
3. ¿Cómo puedes tener un corazón humillado y quebrantado delante del Señor?
ORACIÓN
· Para que el Señor cambie nuestro duro e insensible corazón por uno tierno y receptivo a su voz.
Acerca de este Plan
Cada persona que se encuentra cara a cara con el Señor debe permitir que el Espíritu Santo eduque su corazón hasta llegar a tener un corazón conforme a Dios. Hazte cargo de tu corazón. ¡Cúidalo! Recuerda, los hábitos crean la condición de tu corazón. “CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS” es un recurso espiritual valioso para cultivar UN CORAZÓN MUY CENTRADO EN EL SEÑOR.
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Nos gustaría agradecer a DISCIPULADORES21 por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.intimidad-con-dios.com/