CÁNTICOS DE REFLEXIÓNMuestra
Salmo 62:1-12
Hoy nos encontramos con un Salmo maravilloso en el que podemos vislumbrar al salmista en un momento de persecución, pero con tremendas declaraciones de poder. Aquí no encontramos temores, inquietudes, luchas como en otros Salmos sino una firme convicción de quién es Dios para él.
David tuvo que huir muchas veces, y se cree que, en esta ocasión, huía de su propio hijo, ¡que dolor más grande! ¿Qué no le dirían otros?, ¿qué no se diría una persona a sí misma en esa situación? ¿En qué he fallado? ¿Cómo hemos llegado a esto?
Y es por ello, que el salmista, enfatiza que es en Dios dónde haya descanso su alma. En la dificultad, en la persecución, muchas veces nuestra alma, esa parte que aún no ha cambiado ahí, quiere abatirnos y nos susurra palabras de desánimo y desaliento. Otras veces creemos lo que el enemigo de nuestras almas nos susurra, pero David ha aprendido a ir a Dios y allí encuentra que su alma calla, se encuentra en silencio y con ello paz. Nuestro desahogo no siempre se encuentra en nuestra propia defensa o palabrería, sino en el silencio. David, reconoce que en Dios encuentra su salvación, su salud; porque no hay nada más dañino que un alma desalentada y enferma.
David encuentra que Dios es su fuerza, una roca donde tener sus pies seguros. Y es que, en medio de su huida, sabía la importancia de un lugar de seguridad, de estabilidad, de firmeza. Nuevamente enfatiza Él es su salvación, de otro lugar no puede venir, ni de sus ejércitos, ni sus estrategias, la salvación a su vida a su situación viene de Dios. Y mientras eso ocurre, David encuentra refugio en Dios y confiesa que no va a resbalar mucho. Encuentra que su futuro está seguro en Dios. ¿Tú encuentras tu futuro seguro en Dios? ¿Te dejas llevar por desánimos y preocupaciones? Canta "En Dios haya descanso mi alma".
David dice, ¿hasta cuándo maquinaréis? (V.3) "Me maravillo de la perseverancia del mal". ¿Has notado lo persistente que es el enemigo de nuestras almas?
David describe cómo su enemigo lo está persiguiendo y por ello huye, pero ha encontrado la perspectiva de Dios, eres como una pared inclinada, una cerca ruinosa. Su enemigo no ha caído, pero le falta solo el empujón de Dios para ello. David no es el caído y ruinoso, sino aquel que lo persigue. ¡Aleluya!
Las armas del enemigo están bien descritas aquí; los hombres, la mentira, la boca dañina, la hipocresía, pero recuerda; caerán.
El salmista hace un contraste con los hombres. Nos dice que los hombres son vanidad y mentira. David había aprendido que era difícil confiar en los hombres, incluso en sus propios hijos. Nos dice que, si se pesara a todos en una balanza, serían menos que nada (v.9), una traducción dice "pesándolos a todos juntos en la balanza, serán más leves que un soplo". Un soplo no pesa nada. Pero Dios es confiable y veraz.
David en su situación difícil, no puso su confianza en la gente que le ayudaba, ni en el dinero que tenía, ni en la violencia, ni en oprimir a nadie, sino en Dios.
Y David deja claro: "Una vez habló Dios; Dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder, y tuya, oh Señor, es la misericordia; porque tú pagas a cada uno conforme a su obra" (vv. 11-12).
Reflexionemos
¿Qué haces en las dificultades y persecuciones? ¿Vamos corriendo a contar nuestras penurias a la gente o nos acercamos al Único que puede cambiar nuestra situación?
Acostúmbrate a hablarle a tu alma; a decirle lo que la Palabra del Señor te enseña, enséñale a calmarse en Él, a animarse en Él.
¿Dónde está tu gloria? El salmista lo tiene claro, su gloria está en Dios. El honor le corresponde al redentor de tu alma, al amado de tu corazón, a tu Dios y Señor, a Jesús. No hay ni situación ni momento que sean inconvenientes para tu Dios, es la verdadera fortaleza. A eso es a lo que hay que acogerse más y más cuando hay dificultades. Nunca pongas en duda el gran poder de Dios y, es más, el gran poder de Dios a favor tuyo. A los hijos de Dios, los defiende Dios.
Escrituras
Acerca de este Plan
¿A quién no le gusta entonar una canción? Ya sea, en el auto, la ducha, mientras realizas tus quehaceres y demás, la música es parte de nuestro diario vivir. Sin embargo, hay una gran diferencia entre entonar alabanzas y reflexionar en ellas. El salmista David sí que entonó alabanzas a todas horas y en toda circunstancia. La pastora Glenda Liz Amador nos invita a reflexionar en veintiuno de sus Salmos; cánticos de reflexión plasmados en las Sagradas Escrituras.
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Nos gustaría agradecer a Iglesia Tabernáculo de Evangelización por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.iglesiatde.today/