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Perdonar me resucita

Una clínica hizo una investigación que dice que cuando perdonas tu depresión disminuye, tu salud es mejor, tus ansiedades y estrés disminuyen, todo solo con perdonar. Perdonar trae beneficios físicos, pero también beneficios espirituales.

Cuando perdono, Jesús me restituye lo robado. Es diferente en cada caso, en algunos la persona que los dañó les quitó paz, dignidad o cosas materiales.

El perdón de Dios es un paquete completo, Él no solamente te elimina el castigo por tu pecado, sino que también te recompensa con lo que no te mereces por haber creído en Dios.

Dios tomó tus pecados y trató a Jesús, que no conoció pecado, como pecador para perdonarnos. El castigo fue sobre Jesús, para que a mí se me eliminara el castigo. Y no quedó ahí, todo lo justo y la herencia de Jesús también me la da cuando me perdona. El perdón es inmerecido, pero esa es la gracia.

Así es también cuando nosotros perdonamos, podemos ver en Job que cuando el enemigo le robó todo, sus amigos lo condenaron en vez de ayudarlo, y cuando Job decidió perdonarlos y bendecirlos, Dios le quitó la aflicción y no solamente eso, le dio el doble de lo que le había quitado el enemigo.

Dios no va a dejar que te amargues porque Él quiere resucitarte y quiere restituirte todo lo que el enemigo te quitó. 

El perdón que Dios te está pidiendo que des es difícil y cuesta, pero es solamente un momento de dificultad, de morir a eso y dejar la deuda, para después restituirte y que tu vida sea mejor que antes.

Perdonar es parecernos más a Jesús. Cuando Dios resucita a Jesús, no le da el mismo cuerpo que le dio antes de morir, le da un cuerpo glorificado, porque cuando Dios resucita no te regresa al estado que tenías, sino un estado nuevo y mejorado.

Decidamos no amargarnos por falta de perdón, sino resucitar perdonando a otros.

Oración:

Dios, hoy decido perdonar y creer que me vas a restituir todo lo que mis enemigos me han quitado. Hoy decido creer que mi futuro será mejor a partir de hoy que decido perdonar. Quiero parecerme más a Jesús, en el nombre de tu Hijo Amado, amén.