Conoce tu nuevo yoMuestra
Déjalo ir
Idolatría. Es una de esas palabras que muchos de nosotros nunca queremos ni siquiera susurrar, mucho menos clamarlo como nuestro propio pecado. Sin embargo, si idolatría es definido como adorar a alguien o algo que no sea Dios, ¿no somos todos culpables en algún momento u otro?
¡Sé que lo soy! He adorado mi lista de "cosas por hacer", usándola para sentirme mejor acerca de mis logros a costa de unirme a Dios en la obra que Él ha puesto ante mí. Ni siquiera puedo contar las veces que antepongo hacer cosas a un ser querido. Sí, en mi perspectiva, eso es idolatría porque estaba más dedicada a lo que estaba haciendo físicamente, que a prestar atención a la inspiración del Espíritu Santo de hacer una pausa y mostrar un poco de amor, muy necesario, a la persona que estaba frente a mí.
¿Puedes pensar en cuándo tu agenda superó a la de Dios? ¿Podría ser esa una forma de adorar "lo tuyo" en lugar de adorar a Dios?
También he sido culpable de adorar mi espacio. Con frecuencia, ordenar mi hogar es más importante que dedicar tiempo para que mi familia pueda vivir cómodamente. Puedes imaginar cómo podría implosionar sobre un orzuelo de cerdo, que por cierto, nunca se ha parecido a un orzuelo de cerdo. "¿Qué pensarán los demás de mí?" es realmente el ídolo oculto detrás del dicho orzuelo de cerdo, ya que adoro mi reputación en lugar de servir a mi familia con amor.
Oh, esta cosa de la idolatría es sutil, y lo más probable es que podamos señalarla más fácilmente en los demás que en nosotros mismos. Así que antes de ir tras ídolos en otro lugar, tómate el tiempo para buscar a Dios y preguntarte honestamente: Señor, ¿a qué estoy tentado a adorar, como al dedicar mi tiempo, dinero y energía, más que a Ti?
Atrapar y transformar
1. ¿Qué piensas sobre la idolatría, especialmente en lo que a ti se refiere?
2. ¿De qué manera luchas con la idolatría?
3. ¿Cómo puedes comenzar a luchar contra la idolatría?
Escrituras
Acerca de este Plan
Cuando miramos a la Palabra de Dios como nuestra base para saber cómo vivir, descubriremos dónde tiene que cambiar nuestra forma de pensar para ajustarse a lo mejor de Dios para nosotros. De eso se trata exactamente este viaje de 21 días.
More