Conoce tu nuevo yoMuestra

Sé... y perdona

Sé amable.

Sé compasivo.

¿Notas esa pequeña palabra de dos letras, sé? Bueno es una palabra completamente significativa, especialmente cuando la acoplas con amable y compasivo en el contexto de este versículo. Dios nos llama a tomar acción en la forma en que tratamos a otros. No es una respuesta pasiva en nuestras relaciones, sino una elección deliberada. Tenemos que avanzar, orientarnos, en búsqueda de ser algo que no es nuestra naturaleza.

Sé amable cuando hablaron duramente de ti. Sé compasivo aunque se merezcan una reprimenda. Sé amable cuando preferirías mandarlos a pasear de una patada. Sé compasivo cuando piensas que deberías ser castigado.

Ser amable y compasivo es más que solo una buena idea. Es crítico para un paso de acción importante que debemos tomar: avanzar en el perdón. Dios nos manda a perdonar, insistiéndonos a abrazar este proceso a la luz del perdón que ha derramado sobre nosotros en Cristo Jesús.

El perdón nos libera para vivir la vida completa que Dios nos promete (Juan 10:10) sin estar encadenado a las heridas que nos atan. Perdonar no es olvidar. Al contrario, perdonar es reconocer el dolor y la injusticia mientras confío en que Dios tiene la palabra final. Llegar al lugar del perdón comienza con una demostración de amabilidad y compasión hacia aquellos que nos hirieron.

¡Oh sí, eso es difícil! A veces se siente imposible y quizá aún como hacer lo incorrecto, especialmente en el caso de la violencia. Sin embargo, la amabilidad puede ser simplemente no desearle el mal a otra persona. La compasión puede ser simplemente mirar a una persona a través de los ojos de Dios. Ninguno de esos actos requiere que estés en contacto con el ofensor, y aún así ambos pasos te liberarán de la fortaleza de dolor que han causado.

Atrapa y transforma

1. ¿Cómo te ha demostrado Dios amabilidad y compasión?

2. ¿Hacia quién te llama Dios a expresar tu amabilidad, compasión y perdón?

3. ¿Qué pasos puedes tomar para avanzar en amabilidad, compasión y perdonar como una práctica diaria?