30 días de salud emocionalMuestra

Durante la crisis financiera a finales de la década del 2000, mi esposo y yo ya no podíamos mantener los pagos de la casa con nuestra hipoteca que ya estaba al revés, ni apenas teníamos dinero para comprar alimentos. Después de mucha oración, sentimos que Dios nos estaba pidiendo que abandonaramos lo material a la que nos aferramos, para que nuestras manos estuvieran libres para agarrarnos fuertemente a Él.

Durante esta prueba, tuvimos que ser bien valientes para dejar que Él nos navegue.

No fue nada fácil. Habían momentos cuando estaba triste, enojada y asustada. Me gustaría decir que serví como una símbolo de gracia cuando perdimos mucho durante la vente de nuestra casa, pero mi pequeña sonrisa solo servía para ocultar la gran amargura que sentía.

Pero dentro de mí, yo sabía que si seguíamos poniendo un pie delante del otro, creyendo en la promesa de Dios de no nunca dejarnos (Josué 1: 5), siendo obedientes a Su Palabra en las Escrituras y arrepintiéndonos de cualquier pecado que hubiéramos cometido, Él nos llevaría a través de las aguas turbias hasta el suelo alto y seco.

Años después, puedo decir con seguridad que no nos abandonó. Él mantuvo su promesa. Nos salimos de nuestra ruina financiera, y muchas cosas nuevas y maravillosas se presentaron debido a nuestro movimiento forzoso a una nueva casa, en una nueva ciudad, incluso a mí trabajo para un ministerio, tiempo completo.

Si estás sufriendo por un período de miedo, anímese y siga adelante. Dios está contigo. Él quiere que seas valiente y que te aferres a Él y a Su Palabra, escuchándolo y obedeciendo, hasta que Él te lleve a través de esto. Él estará contigo cuando celebres la victoria.

~ Kristen Terrette