30 días de salud emocionalMuestra
Una frase, pronunciada por mi esposo, que volcó a mi mundo fue: "Estoy renunciando a mi trabajo". Luego agregó. “Y nos vamos a mudar.”
Esto no tenía sentido viniendo del hombre trabajador y perseverante que conocía. Mi vida se sentía incierta y fuera de mi control.
En las siguientes semanas, Dios y yo tuvimos conversaciones serias, la mayoría de las cuales involucraron pidiéndole que Él interviniera.
En pocos meses comenzamos las preparaciones para vender nuestra casa. Teníamos un poco de esperanza mientras mi esposo comenzó a hablar con los contratistas de empleo. Pero seguíamos vendiendo nuestra casa sin tener a dónde ir.
Y Steve todavía estaba decidido a renunciar a su trabajo.
Quería respuestas y la seguridad de que todo iba a salir bien. Pero cada vez que oraba, todo lo que escuchaba era: "sométanse.”
Um, ¿te oí Dios? ¿Cómo pagamos nuestras cuentas? ¿Comprar alimentos? Al menos dime a dónde iremos.
"Sométanse."
El Espíritu de Dios debe haber anulado mis tendencias naturales, porque lo hice. Dos meses después, empacamos nuestra camioneta y nos fuimos para Louisiana, donde nos estaba esperando el empleo.
Esa tarde, Steve recibió la llamada. El trabajo era suyo. Nuestra casa se vendió al día siguiente, a precio completo. Además, porque me entregué a Dios, incluso cuando deseaba luchar por el control, mi esposo y yo nos unimos más.
Dios siempre tuvo un plan, una solución que no pudimos ver. Él quería que yo confiara en Él.
Los antiguos israelitas enfrentaron un desafío similar cuando tuvieron que huir de sus opresores en Egipto. Con su mano poderosa Dios los liberó, revelada a través de una serie de plagas. Pero pronto se encontraron atrapados entre los soldados y el mar. Ellos pensaron que estaban condenados. Pero “Te abriste camino en el mar; te hiciste paso entre las muchas aguas, y no se hallaron tus huellas.” (Sal. 77:19).
El método de provisión de Dios puede cambiar, pero su carácter como proveedor nunca cambiaría. Nos está llamando a cada uno de nosotros a confiar en Él solo, no en nuestros trabajos, nuestros cónyuges, nuestras cuentas de ahorro, ni en nuestros amigos.
¿A qué te enfrentas ahora? ¿De qué manera podrías lograr paz, mientras te enfocas en las promesas de Dios, cuando pasas por las incertidumbres de la vida?
~ Jennifer Slattery
Escrituras
Acerca de este Plan
Dios no quiere que nos sintamos perpetuamente estresados o derrotados, ni quiere que estemos esclavizados por heridas de nuestro pasado. Este plan de lectura de 30 días te ayudará a acercarte cada día más a Él Señor y anclarse en las verdades vivificantes que Él preservó para nosotros en las Escrituras. Traducido por Victoria Mejias and Anita Farwell.
More
Nos gustaría agradecer a Wholly Loved Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://whollyloved.com