Devocional diario de Acción de Gracias de Paul TrippMuestra
Cuando piensas en la oración, ¿qué se te viene a la mente? Cuando oras, ¿qué es eso que quieres de Dios? ¿Qué peticiones dominan tu vida de oración?
La verdadera oración ocurre en la intersección entre la rendición y la celebración. La oración es mucho más profunda que solo darle a Dios una lista de deseos y dejarle saber que estás agradecido(a) de que Él existe y que tiene el poder de responderte. Este tipo de oración te pone en el centro y, de una manera real, reduce a Dios a un mesero divino. No es a Él a quien quieres. No es Su sabiduría lo que te ves necesitando. No es Su gracia lo que tu corazón desea. Este tipo de oración esencialmente dice, "Yo sé lo que es mejor para mi vida y apreciaría, Dios, si pudieses usar Tu poder para que suceda".
Tú oras así cuando te olvidas que Dios, como Creador y Salvador, sabe infinitamente más que tú sobre lo que realmente necesitas. Pero incluso más que eso, esta clase de oración hace que tu vida gire entorno a ti, a tus deseos, tus necesidades y tus sentimientos. Esto no es una oración después de todo. En la oración real tú entregas las peticiones en tu vida a los planes de Dios que son más grandes, más sabios, y que son el propósito de Dios para tu vida. Sometes tu voluntad a Su voluntad. No es Dios firmando tu lista, eres tú entregando tu vida a Él.
La oración es entonces una celebración. En oración, disfrutas de la maravilla que significa tener realmente un Padre Celestial. Encuentras gozo en la realidad de que Él te ha elegido para darte Su reino. Te impresiona el hecho de que Él desate todo Su poder para satisfacer tus necesidades. Celebras perdonar, rescatar, transformar, permitir y dar gracia. Encuentras gozo en tu inclusión en su trabajo de redención. Encuentras esperanza en el glorioso futuro que está por venir. Te sorprende el hecho de que, debido a que Emanuel ha invadido tu vida con su gracia, nunca estás solo. Encuentras paz en el hecho de que su gracia significa que nunca eres dejado a tu propia sabiduría, justicia y fortaleza. Meditas en la gloria de Dios y en su bondad, y luego celebra. Te alegras en el hecho de que ya no necesitas buscar vida en otras personas, situaciones, y lugares alrededor tuyo, sino que se te ha dado vida, una vida que es eterna.
¿Incluye la verdadera oración peticiones a Dios? SÍ, las incluye. Dios nos incentiva a llevarle nuestras preocupaciones, porque Él realmente se preocupa por nosotros. Pero las peticiones de una oración verdadera son siempre dentro del contexto de entrega y celebración. La entrega y la celebración mantienen esas peticiones lejos de ser demanadas egoístas o quejas amargas. Este tipo de oración es una herramienta de la gracia de Dios para tu vida. Mientras pones a Dios en su lugar apropiado y celebras tú en tu lugar como su hijo(a), la oración se convierte en una herramienta que Dios utiliza para liberarte de tu esclavitud. ¡Eso sí es gracia!
Escrituras
Acerca de este Plan
El Día de Acción de Gracias es un tiempo para recordar las cosas buenas que Dios en su misericordia nos ha dado, pero a veces la locura de la temporada evita que tomemos un tiempo para dar gracias a Dios por sus muchos regalos. Los devocionales cortos de Paul David Tripp solo toman 5 minutos en leerlos y te animarán cada día a meditar sobre la misericordia de Dios.
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