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Devocional diario de Acción de Gracias de Paul TrippMuestra

Paul Tripp's Daily Thanksgiving Devotional

DÍA 6 DE 12

Desearía poder decir que siempre estoy contento. Desearía poder decir que nunca me quejo. Desearía decir que nunca deseo lo que otros tienen. Desearía poder decir que nunca envidio la vida de otros. Desearía decir que nunca he pensado que Dios le dio a otro lo que era para mí. Desearía decir que soy mejor contando mis bendiciones que evaluando las cosas que no tengo. Desearía poder decir que mi apetito por las cosas no es tan grande. Desearía que mi corazón finalmente estuviese satisfecho.

Estos son todos deseos porque no son totalmente reales para mí. La envidia aún acecha mi corazón. Es uno de los oscuros resultados del pecado que aún vive en mí. ¿Por qué la Biblia habla tan fuerte en contra de la envida? He aquí la razón: Cuando la envidia reina en tu corazón, el amor de Dios no reina. Pensemos en lo que la envidia hace. La envidia asume que tú mereces bendiciones que realmente no mereces. Cuando tu corazón es gobernado por la envidia, la actitud de "Soy bendecido" es reemplazada por una actitud de "Yo merezco". La envidia es egoísta hasta la médula. La envidia siempre te coloca en el centro del mundo. Hace que todo sea acerca de ti. Te hace que examines la vida desde la única perspectiva basada en tus deseos, tus necesidades y tus sentimientos.

Tristemente, la envidia hace que cuestiones la bondad, fidelidad y sabiduría de Dios. La envidia acusa a Dios de no saber lo que hace o de no ser fiel con lo que prometió. Cuando estás convencido de que una bendición que otra persona tiene te pertenece a ti, no solo tienes problemas con esa persona, también tienes problemas con Dios. Cuando comienzas a cuestionar la bondad de Dios, renuncias a recurrir a Él en busca de ayuda. ¿Por qué? Porque no buscas ayuda en alguien de quien dudas.

La envidia hace algo más que es espiritualmente mortal. Asume un entendimiento que nadie más tiene. La envidia no solo asume que sabes mucho más acerca de la vida de la otra persona, también asume que posees un entendimiento más claro acerca de lo que es mejor para esa persona que el entendimiento que Dios tiene.

Además, la envidia causa que te olvides de la maravillosa, rescatadora, transformadora, empoderadora y liberadora gracia de Dios. Te enfocas tanto en las cosas que no tienes, que las enormes bendiciones de la gracia de Dios, bendiciones que nunca hubieses podido ganar, conseguir o merecer, pasan desapercibidas y no las celebras. Y porque la envidia se enfoca más en lo que quieres que en la vida a la que Dios te ha llamado, te priva de prestarle atención a los mandamientos y advertencias de Dios, y por consiguiente, te deja en un peligro moral. La única solución para la envidia es la gracia rescatadora de Dios, gracia que convierte pecadores autoenfocados en sí mismos en adoradores de Dios, adoradores felices y contentos.

Escrituras

Día 5Día 7

Acerca de este Plan

Paul Tripp's Daily Thanksgiving Devotional

El Día de Acción de Gracias es un tiempo para recordar las cosas buenas que Dios en su misericordia nos ha dado, pero a veces la locura de la temporada evita que tomemos un tiempo para dar gracias a Dios por sus muchos regalos. Los devocionales cortos de Paul David Tripp solo toman 5 minutos en leerlos y te animarán cada día a meditar sobre la misericordia de Dios.

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Queremos agradecer a Crossway por proveernos este Plan. Para más información, visita: https://www.crossway.org/books/new-morning-mercies-hcj/