Devocional diario de Acción de Gracias de Paul TrippMuestra
El pecado hace dos cosas muy significativas en todos nosotros. Primero, causa que todos nosotros nos volvamos el centro de nuestro propio mundo, haciendo que la vida gire a nuestro alrededor. En nuestro auto enfoque, estamos muy motivados por nuestras necesidades, nuestros deseos y nuestros sentimientos, y es por esto que tendemos a estar más conscientes de lo que no tenemos en vez de las muchas bendiciones maravillosas que se nos ha dado. Pero hay más: porque estamos centrados en nosotros mismos, tendemos a mantener el récord de todo lo que hacemos y comparar nuestra pila de cosas con la de los demás. Es una vida de descontento y envidia. La envidia es siempre egoísta.
Hay una segunda cosa que es igual de significativa que lo que el pecado nos hace. Nos hace mirar horizontalmente por las cosas que solo se pueden encontrar verticalmente. Entonces buscamos en la creación para la vida, la esperanza, la paz, el descanso, la satisfacción, la identidad, el significado y propósito, la paz interior y la motivación para continuar. El problema es que la creación no puede darnos estas cosas. La creación nunca fue diseñada para satisfacer tu corazón. La creación fue hecha para ser un gran dedo que te señala a Aquel que tiene la habilidad para satisfacer tu corazón. Muchas personas se levantarán hoy y de alguna manera le pedirán a la creación que sea su salvadora, es decir, que les dé solo lo que Dios puede dar.
"¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna" (Salmos 73:25-26). Estas son las palabras de un hombre que encontró el secreto de la satisfacción. Cuando estás satisfecho con el Dador, porque en Él has encontrado la vida que estabas buscando, eres libre de la voraz búsqueda de la satisfacción que es la desalentadora realidad de muchas personas. Sí, es cierto que tu corazón descansará solo cuando hayas descansado en Él.
He aquí uno de los más hermosos frutos de la gracia: un corazón contento, más dado a alabar que a demandar, y más dado al gozo de la gratitud que a la ansiedad del querer. Es la gracia y solo esta la que hace posible este tipo de vida pacífica posible para cada uno de nosotros. ¿No quieres buscar hoy esa gracia?
Escrituras
Acerca de este Plan
El Día de Acción de Gracias es un tiempo para recordar las cosas buenas que Dios en su misericordia nos ha dado, pero a veces la locura de la temporada evita que tomemos un tiempo para dar gracias a Dios por sus muchos regalos. Los devocionales cortos de Paul David Tripp solo toman 5 minutos en leerlos y te animarán cada día a meditar sobre la misericordia de Dios.
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