Devocional diario de Acción de Gracias de Paul TrippMuestra
Tú y yo necesitamos decírnoslo a nosotros mismos una y otra vez. Necesitamos mirarnos al espejo y hacer la confesión como parte de nuestra rutina matutina. He aquí lo que todos necesitamos decir: "Yo no soy un graduado de la gracia". Es muy tentador armar argumentos para nuestra justicia:
"Eso realmente no fue lujuria. Solo soy un hombre que disfruta de la belleza.
"Eso en realidad no fue un chisme. Solo fue una petición de oración muy detallada y extremadamente personal".
"No estaba enojado con mis niños. Solo estaba actuando como uno de los profetas de Dios. 'Así dice el Señor...'"
"No estoy en una fea búsqueda del poder. No, yo solo estoy ejerciendo los regalos de liderazgo dados por Dios".
"No soy una persona fría y tacaña. Solo trato de ser un buen administrador de lo que Dios me ha dado".
"No estaba siendo orgulloso. Solo pensé que alguien necesitaba tomar el control de la conversación".
"Eso no era realmente una mentira. Es solo una manera difrerente de contar los hechos".
"Todos tendemos a querer pensar que somos más justos de lo que realmente somos. No nos gusta pensar de nosotros mismos como personas que aún necesitamos la rescatadora gracia de Dios. ¡Y seguramente no queremos enfrentar el hecho de que de quien necesitamos ser rescatados es de nosotros mismos! Cuando peleas por tu propia justicia, trabajando duro para negar la evidencia empírica de tu pecado, entonces fallas en buscar la maravillosa gracia de Dios, la cual es tu única esperanza. La gracia solo es atractiva para los pecadores. Las riquezas de la bondad de Dios solo la buscan los pobres.
La sanación espíritual del Gran Doctor solo es apreciada por aquellos que reconocen que todavía sufren la enfermedad espiritual del pecado. Es una tragedia que alabemos a Dios por su gracia el Domingo, pero neguemos nuestra necesidad de esa misma gracia en la semana. Reconoce hoy el hecho de que nunca superarás tu necesidad de gracia, no importa cuánto aprendas o cuánto madures, hasta que estés del otro lado y tu batalla haya terminado, porque no hay más pecados (Filipenses 3:12-16). La manera de empezar a celebrar la gracia que Dios te da tan libremente cada día es admitiendo lo mucho que la necesitas.
Escrituras
Acerca de este Plan
El Día de Acción de Gracias es un tiempo para recordar las cosas buenas que Dios en su misericordia nos ha dado, pero a veces la locura de la temporada evita que tomemos un tiempo para dar gracias a Dios por sus muchos regalos. Los devocionales cortos de Paul David Tripp solo toman 5 minutos en leerlos y te animarán cada día a meditar sobre la misericordia de Dios.
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