Encontrando un TesoroMuestra

Título: Diagnóstico

“Y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no solo en este mundo, sino también en el venidero. Dios sometió todas las cosas al dominio de Cristo, y lo dio como cabeza de todo a la iglesia.” Efesios 1:19-21 (NTV)

Quizás, como me ha pasado a mí, nunca olvides el momento en que el doctor se paró delante de ti y te dio un diagnóstico con alguna enfermedad que etiquetaría a tu hijo como distinto o diferente.

Había estado en labor de parto toda la mañana y finalmente, mi Caroline llegó a las 2:22pm. Todo sucedió tan rápido que el doctor casi no llega para el nacimiento. Estaba tan feliz de tener en mis brazos a mi hermosa y robusta bebé por la que había estado esperando tanto tiempo. Sentía tanto dolor y estaba tan exhausta que no era consciente de nada más. Descansé en el hecho de que la parte más difícil había pasado. 

Horas después, veía a los doctores y las enfermeras corriendo por todos lados y actuando raro, pero estaba tan cansada que no pensaba en lo que estaba sucediendo. A la mitad de la noche, estando cansada y confundida, una enfermera decidió ponerme al día de todo lo que estaba sucediendo. Recuerdo estar en gran shock por la imagen tan fea que habían pintado sobre la vida de mi hija.

Más tarde pensé: los doctores han tomado algunas pruebas y le han puesto un “nombre”. Qué gracioso! Yo la nombré Caroline, pero todos los demás le dicen la bebé down. Wow! Esto me molesta! Ella era una bebé pequeña, no un síndrome pequeño. Sin darme cuenta, me estaba enfrentando a mover una gran montaña, pero sabía que con Jesús todo era posible. Como lo primero y lo más importante quería dejar de etiquetarla como un problema.

Un día leí una porción de las Escrituras que decía que Cristo está por encima “de cada nombre que es dado”. Por eso, pude entender porque me molestaba tanto cuando se referían a ella como una bebé down. Entendí que el mismo poder que levantó a Jesús de la muerte estaba trabajando en Caroline y en mí, y que ningún nombre sería exaltado por encima de Su nombre. 

Nunca te pares en el miedo de escuchar: Autismo, Síndrome de Down, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, discapacitado o cualquier otra etiqueta dada por la sociedad. Jesús venció la muerte y está por encima de todas esas etiquetas. Llama a tu hijo sano y completo, y conoce que todas las etiquetas están debajo de Sus pies, y por lo tanto, debajo de los tuyos. 

Referencia:

Efesios 1:19-21

Mateo 19:26