Encontrando un TesoroMuestra

Título: Un camino perfecto 

“Dios me arma de fuerza y hace perfecto mi camino.” Salmos 18:32 (NVI)

Hace unos años, Dios me dio esta Escritura inmediatamente después que tuviera una operación de grado mayor. Tenía la confianza que era Dios quien me decía que los médicos procedieran con la operación. Pero, incluso tomando en cuenta eso, ser anestesiada por tanto tiempo no era algo que estuviera esperando con ansias que sucediera. Al ser madre de cinco niños, tampoco moría por experimentar una larga recuperación post operatoria. Sin embargo, Dios me mostró esta Escritura, y sabía que Él iba a estar conmigo en este proceso. 

Un día después del Día de la Madre fui al hospital con lágrimas en los ojos e ingresé al quirófano. Dios mostró su fidelidad y me armó de fuerza, e hizo perfecto mi camino. Fui la primera mujer en Tulsa en quien probaron un nuevo tratamiento para el dolor post operatoria y me ayudó a recuperarme sin experimentar tanto dolor. Incluso los doctores estaban asombrados. Yo sabía que había sido Dios. Si tú confías en Dios, Él hará que todo se resuelva a tu favor. 

Algunos años después, Caroline necesitaba una operación en su ojo y yo tenía miedo. Siendo honesta, el miedo era algo con lo que batallaba día y noche; por eso, decidí ayunar un día antes de la operación. Una vez más, Dios me recordó esta Escritura y comencé a declararla hasta que el miedo desapareció. Incluso, durante la operación mientras yo estaba sentada en la sala de espera, sentía Su perfecta paz. Tan solo pensar en esa paz puedo decir que era un milagro porque toda la semana anterior había llorado todas las noches hasta quedarme dormida. Fue un milagro que el doctor Ben (como lo llama Caroline) saliera de la sala de operaciones y dijera: Todo salió perfecto!

Estoy tan agradecida que la Palabra de Dios nunca regresa vacía. Remover cataratas del ojo de un niño es mucho más complicado que removerlas del ojo de un adulto. ¡Pero con Dios, todas las cosas son posibles! Párate en una porción específica de las Escrituras, no flaquees y ve cómo Dios quita cada obstáculo. 

Referencia: Salmos 18:32