Jesús: Un Modelo Comunicacional Digno De ImitarEjemplo

Principios básicos para establecer puentes en la comunicación – parte II

En la conversación de Jesús con la mujer samaritana podemos observar algunos principios de comunicación que generan efectividad comunicacional, y que podemos adoptar como parte de nuestro estilo de comunicación.

• Jesús rompe toda barrera racial, religiosa, sexual, social y moral para conectarse (4:9).

Este encuentro entre Jesús y la samaritana se produce en medio de una barrera que hay entre los judíos y los samaritanos, estos dos pueblos eran enemigos.

Pero Jesús no tenía prejuicios. Judíos y samaritanos no se hablaban. Además, no era un protocolo aceptado que un hombre solicitara ayuda a una mujer. Pero Jesús estaba por encima de prejuicios, fanatismos, orgullo de opinión, etc.

En la respuesta de la mujer se percibe inmediatamente la desconfianza reinante entre judíos y samaritanos.¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? En ese momento salió a relucir, de parte de la samaritana, el prejuicio existente entre judíos y samaritanos. Los judíos y los samaritanos no se trataban. Pero Jesús estaba exento de prejuicios, por lo que no reaccionó al comentario de la samaritana.

Además, por tradición, un rabí (maestro) no hablaba con una mujer en público, ni siquiera con su propia esposa. También era muy inusual que un hombre judío de ese tiempo pidiera un favor o aceptara bebida de una copa samaritana. La petición de Jesús sorprendió genuinamente a la mujer. Los discípulos también se sorprendieron de que Jesús le hablara (Juan 4:27). En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella?

Pero, para establecer un puente de conexión entre él y la samaritana, Jesús tuvo que romper con barreras de tipo: religiosas, raciales, sexuales, sociales y morales. En el contexto cultural de los tiempos de Jesús, judíos y samaritanos no se hablaban, además un hombre tampoco le hablaba a una mujer extraña con esa familiaridad. No era un protocolo aceptado que un hombre solicitara ayuda a una mujer.

Por otra parte, Jesús tampoco criticó ni acusó a la mujer por la condición moral en que vivía (adulterio). Jesús podría tener suficientes motivaciones sociales para rechazar a aquella mujer. Ella era una mujer, una samaritana, y una mujer de dudosa reputación.

Por el contrario, Jesús fue gentil. La mujer quedó impresionada con la amabilidad de Jesús. Era inusual para ella escuchar un saludo amable de parte de un hombre judío, pues hablando en general, judíos y samaritanos no se tratan entre sí.

Jesús entendía que, para establecer un puente de conexión con otras personas, se requiere romper con todo tipo de prejuicio y juicios de valor.