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31 Lecciones Para Fortalecer La FeMuestra

31 Lecciones Para Fortalecer La Fe

DÍA 21 DE 31

Lección 21

Dónde Están los Elías de Dios

1 Y sucedió que cuando el SEÑOR iba a llevarse a Elías al cielo en un torbellino, Elías venía de Gilgal con Eliseo. 2 Y Elías dijo a Eliseo: Te ruego que te quedes aquí, porque el SEÑOR me ha enviado hasta Betel. Pero Eliseo dijo: Vive el SEÑOR y vive tu alma, que no me apartaré de ti. Y descendieron a Betel. 3 Entonces los hijos de los profetas que estaban en Betel salieron al encuentro de Eliseo y le dijeron: ¿Sabes que hoy el SEÑOR te quitará a tu señor de sobre ti? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad. 4 Elías entonces le dijo: Eliseo, te ruego que te quedes aquí, porque el SEÑOR me ha enviado a Jericó. Pero él dijo: Vive el SEÑOR y vive tu alma, que no me apartaré de ti. Y fueron a Jericó. 5 Y los hijos de los profetas que estaban en Jericó se acercaron a Eliseo y le dijeron: ¿Sabes que hoy el SEÑOR te quitará a tu SEÑOR de sobre ti? Y él respondió: Sí, yo lo sé; callad. 6 Entonces Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque el SEÑOR me ha enviado al Jordán. Pero él dijo: Vive el SEÑOR y vive tu alma, que no me apartaré de ti. Siguieron, pues, los dos.
2 Reyes 2:1-6

Eliseo no quería que Elías se perdiera de su vista. Tres veces diferentes le fue dicho que se quedara, pero Eliseo no se quedaba. Él quería estar con Elías porque reconocía el gran poder de Dios obrando a través de Elías, y no quería perderse de nada. Esta es la forma en la que el Cuerpo de Cristo debería pensar. Cuando el Espíritu de Dios está moviéndose y confirmando la Palabra seguida con señales, ahí es donde los creyentes deben estar. Debemos estar tan ansiosos de ver a Dios moverse que rehusemos a dejar que nada nos robe el estar involucrados.

7 Y cincuenta hombres de los hijos de los profetas fueron y se pararon frente a ellos, a lo lejos, mientras ellos dos se pararon junto al Jordán. 8 Entonces Elías tomó su manto, lo dobló y golpeó las aguas, y éstas se dividieron a uno y a otro lado, y los dos pasaron por tierra seca. 9 Y cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que yo haga por ti antes de que yo sea separado de ti. Y Eliseo dijo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.
2 Reyes 2:7-9

Eliseo tenía mucha determinación. Había seguido a Elías y le servía. Cuando Elías vino a él, dejó su arado y le dijo a sus padres: “Voy a seguir a este hombre y servirle". Siguió a Elías y lo observaba cuidadosamente, trabajando a su lado y haciendo todo lo que el profeta le decía que hiciera. Ahora que era el tiempo de que Elías se fuera, él quería saber qué podía hacer por su siervo. Eliseo dijo: “Quiero una doble porción de tu espíritu". En otras palabras, había visto el poder de Dios operando en la vida de Elías, y quería esa misma unción, sólo que estaba buscando milagros aún más grandes. Él quería una doble porción.

10 Y él dijo: Has pedido una cosa difícil. Sin embargo, si me ves cuando sea llevado de ti, así te sucederá; pero si no, no será así. 11 Y aconteció que mientras ellos iban andando y hablando, he aquí, apareció un carro de fuego y caballos de fuego que separó a los dos. Y Elías subió al cielo en un torbellino. 12 Lo vio Eliseo y clamó: Padre mío, padre mío, los carros de Israel y su gente de a caballo. Y no lo vio más. Entonces tomó sus vestidos y los rasgó en dos pedazos. 13 También recogió el manto de Elías que se le había caído, y regresó y se paró a la orilla del Jordán. 14 Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿DÓNDE ESTÁ EL DIOS DE ELÍAS? Y cuando él golpeó también las aguas, éstas se dividieron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.
2 Reyes 2:10-14 (énfasis añadido)

Cuando Elías fue llevado, lo primero que Eliseo quería saber era si había recibido esa doble porción o no. Lo primero que hizo fue recoger el manto, ir a la orilla del Jordán y golpear el agua con el manto como había visto hacer a Elías muchas veces. Golpeó el río con su manto y dijo: “¿Dónde está el Dios de Elías?”. Y Dios le mostró.

La gente hoy hace la misma pregunta. ¿Dónde están los grandes milagros y sanidades de las que todos profetizan? ¿Dónde están las señales y maravillas?

El Espíritu de Dios me dijo: “Hijo, hay muchas personas que me preguntan ahora, ¿dónde están los milagros? ¿Dónde está el Dios de Elías? Yo tengo una pregunta que me gustaría hacer. ¿DÓNDE ESTÁN LOS ELÍAS DE DIOS? Yo estoy donde siempre he estado, listo para confirmar mi Palabra. No me pregunten a Mí dónde está el Dios de Elías. Yo quiero saber, ¿dónde están mis Elías?”.

Se requiere de Elías de Dios para que los grandes y maravillosos milagros de Dios sean realizados. No estoy hablando necesariamente de profetas, sino hombres de fe. Elías era un hombre. No nació bajo alguna estrella afortunada. Dios no lo apartó porque era mayor que los demás. Era un hombre que vivía con Dios y estaba determinado en obedecer a Dios y dejar que Dios guiara sus pasos. No era ningún súper humano o ser angelical. Era sólo un hombre.

Es posible para todos nosotros ser los Elías de Dios. Este es el tiempo de un gran pueblo, la Iglesia, el Cuerpo de Cristo. Veremos a laicos hacer lo que Elías hizo. Veremos a amas de casa hacer lo que Elías hizo. Veremos a mecánicos hacer lo que Elías hizo. Cada uno de nosotros es un Elías potencial; tenemos la unción en nosotros. (1 Juan. 2:27)

Santiago 5:17 (AMP) establece: Elías era un hombre de pasiones semejantes a las nuestras [sentimientos, afecto y complexión como la nuestra]; y oró fervientemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.

Como ves, Elías tenía sentimientos. Algunos piensan que porque soy ungido para predicar el Evangelio no tengo sentimientos. Dios me usa de una manera poderosa, pero tengo sentimientos. Sin embargo, he aprendido a que no puedo dejar que me controlen.

A veces me levanto en la mañana y no me SIENTO bien. A veces me SIENTO mal. A veces me SIENTO como una máquina que pueden sólo encender y apagar cuando quieran. Alguien me preguntó una vez: “¿Cómo se siente ser el único de tu personal que puede ser reemplazado por un CD?”.

Elías también tenía sentimientos. Justo después de haber desafiado a los 450 profetas de Baal (1 Reyes 18: 8-14), una de las más magníficas proezas de las que leerán en el Antiguo Testamento, huye por su vida. Era un hombre, y cuando declaraba algo, eso pasaba. Declaró audazmente que no llovería, y no llovió por tres años y medio. Cuando se enfrentó a los 450 profetas de Baal, les dijo que edificaran un altar, pusieran un novillo en él e invocaran a su dios. Construyeron su altar e invocaron a su dios de la mañana hasta el mediodía, y no hubo fuego. Finalmente, él edificó un altar, hizo a los siervos derramar cuatro barriles de agua en el sacrificio la cual se derramo en una zanja que había cavado alrededor del altar. Cuando invocó a Dios, el fuego de Dios bajó y consumió el sacrificio, el altar y toda el agua en la zanja. Se dieron cuenta quién era en verdad Dios, y Elías salió de ahí como un héroe de la fe.

Pero después, alguien fue a él y le dijo: “Jezabel oyó lo que hiciste y quiere matarte". Huyó por su vida. Le tenía miedo a una mujer. Si Dios puede usar a un hombre como Elías que le temía tanto a Jezabel que salió huyendo, se sentó bajo un árbol de enebro y le pidió a Dios que le quitara la vida, entonces también puede usarte a ti.

Elías tenía emociones y afectos, y una complexión que era fuerte un minuto y no tan fuerte al siguiente. Mientras estemos en la tierra, tendremos sentimientos y afectos, pero eso no significa que debemos ser controlados por ellos. Él espera que caminemos en el Espíritu y no satisfacerlos. No dejes que el diablo te diga que nunca serás usado por Dios por causa de tus pensamientos o tus sentimientos. Tú eres Elías en la tierra hoy.

Elías era como cualquier hombre. Lo que lo distinguía del resto era que ORABA FERVIENTEMENTE. Eso es lo que nos lleva del ámbito de lo natural a lo sobrenatural. Cada uno de nosotros tiene el mismo potencial que tenía Elías, pero nunca podremos acceder a él a menos que oremos fervientemente.

Cuando anunció que no habría lluvia, no era su declaración nada más lo que detuvo la lluvia. Él oró fervientemente.

Nosotros somos los Elías en la tierra hoy. Somos las manos extendidas de Dios. Somos los milagros de Dios en manifestación. Dios quiere que Sus Elías oren fervientemente por Su mover en la tierra hoy. Comiencen a interceder y a orar fervientemente los unos por los otros.

El Apóstol Pablo dijo en Romanos 15:30: Os ruego, hermanos…que os esforcéis juntamente conmigo en vuestras oraciones a Dios por mí. La palabra esforzar significa contender con o luchar. Nos necesitamos los unos a los otros. Yo te necesito para que me ayudes, y tú me necesitas a mí para que te ayude a luchar contra los principados y potestades. Pablo está diciendo que él quiere formar un equipo de relevo espiritual. Vamos a conspirar contra el diablo. Cuando yo ya no pueda más, te pasaré la batuta a ti, mi compañero de oración, y tú entraras a luchar por un rato. Cuando te canses, me la pasarás a mí, y yo regresaré a luchar.

Dios está llamando a la Iglesia a Sus atrios de oración. Él dice que si vienes y oras fervientemente, Él te llenará con una unción como nunca has soñado, y teempoderará con la habilidad que ni sabías que estaba disponible. Somos los Elías de Dios en la tierra hoy.

Día 20Día 22

Acerca de este Plan

31 Lecciones Para Fortalecer La Fe

Estas lecciones representan muchos años de estudio, investigación, oración y comunión con el Espíritu Santo. Las revelaciones que compartí en cada lección las he aplicado en mi vida y ministerio durante más de cincuenta años. Las he diseñado para que tengas una lección para cada día del mes. Al comienzo de un nuevo mes, regresa nuevamente a la lección número 1. Repite esto todos los meses durante un año entero. Hacer esto establecerá estos principios firmemente en tu vida.

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Nos gustaría agradecer a Jerry Savelle por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://jerrysavelle.org