Liderazgo de servicioMuestra

El liderazgo de Jesús: el modelo de liderazgo de servicio por excelencia

"Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos" (Marcos 10:45).

Jesús hace una distinción entre los líderes del mundo y los líderes espirituales. Jesús les dice a Sus discípulos que en lugar de promocionarse a sí mismos como más grandes que los demás o solicitar puestos de honor y reconocimiento, o enseñorearse sobre otros, deben convertirse en servidores.

Jesús mismo define el liderazgo como liderazgo de servicio: “Quien quiera hacerse grande entre ustedes debe ser su siervo, y quien quiera ser primero debe ser su esclavo, así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20: 26-28). El líder espiritual no emula a los líderes del mundo, sino a Jesús, el cual se hizo siervo (Filipenses 2:5-8).

Con esta enseñanza, el Señor Jesús saca a Sus discípulos del paradigma del liderazgo basado en el poder y la jerarquía para conducirlos al paradigma del liderazgo basado en el servicio. Y esto no solo lo hizo a través de Su enseñanza, sino sobre todo de Su ejemplo. De modo que el líder al que Jesús llama es alguien cuya influencia e impacto no están determinados por la posición y jerarquía, poder o control, sino por la influencia e impacto que se produce al servir en el poder de Dios, ajeno a la búsqueda de reconocimiento, prestigio, fama, alabanza o recompensa, y cuya autoridad nace del carácter transformado por Cristo.

Entonces, tal vez ponernos al servicio de los otros sea la mejor manera de dirigir. Tal vez dirigimos mejor sirviendo. Y esto no quiere decir que los líderes deban identificar y satisfacer los deseos de los de abajo, que deban ser sus esclavos. Los esclavos hacen lo que los otros quieren, los servidores hacen lo que los otros necesitan. Hay una diferencia abismal entre satisfacer deseos y satisfacer necesidades.

El desafío para las iglesias, organizaciones religiosas y líderes espirituales es hacer que el ejemplo de Jesús sirva de guía y modelo (norma) para el liderazgo al pueblo de Dios.

Servir es la meta de un líder cristiano que sigue a Jesús. Este énfasis necesita ser rescatado en el ejercicio del liderazgo cristiano. A muchos líderes les gusta estar en la mesa presidencial, en lugar de tomar la toalla y el lebrillo, símbolo del liderazgo de Jesús (Juan 13:5).

Pero Dios ha levantado líderes con el objetivo de que le sirvan al cuerpo de Cristo, y no para ser servidos por otros.