PERLAS DIARIAS DE GRACIA - Semana 8Muestra

DÍA 5 - ¿Estamos realmente unidos?

Efesios 4:1-6

Juan 17:20-26

Por el Espíritu Santo, estamos unidos en paz.

¿De verdad?

¿Te parece un ideal demasiado elevado para alcanzarlo? ¿Es posible la unidad? ¿Ha dado fruto la oración de Jesús (Juan 17) por la unidad?

A menudo parece que abunda la división. Parece que cada semana surgen divisiones en la iglesia. Honestamente, puede ser bastante desalentador, por lo que necesitamos recordar lo que Dios nos dice acerca de la unidad.

Jesús, a través de Su Espíritu, estableció la unidad en su cuerpo, la iglesia. No necesitamos buscarla. No necesitamos establecerla. Estamos llamados a mantener la unidad que él estableció. Necesitamos guardarla, atenderla, cuidarla. Merece nuestra atención y esfuerzo porque está cerca del corazón de Dios.

Dios nos creó sabia e intencionadamente con grandes diferencias. Tenemos ideas diferentes. Cumplimos diferentes funciones en el cuerpo de Cristo. Incluso las diferentes iglesias desempeñan distintas funciones en la comunidad. También tenemos diferentes interpretaciones de los pasajes de la Biblia.

Sin embargo, todos estamos unidos como miembros de un solo cuerpo.

Nuestra unidad tiene un gran poder en nuestro testimonio en el mundo. Jesús oró por la unidad en su iglesia porque reconoció que la salvación de las personas depende de ella. A través de nuestra unidad, el mundo sabrá que Jesús vino a la tierra enviado por Dios.

Necesitamos recordarnos a nosotros mismos la realidad espiritual claramente establecida en Efesios 4:4-6 que dice que «Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos».

Así que, aunque veamos divisiones y tengamos defectos en el cuerpo de la iglesia, «somos uno» porque todos los cristianos están «en Cristo». Veamos más allá de nuestros defectos y atendamos a la hermosa verdad.

¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra unidad? Pablo habla de esto en Efesios 4:1-3. Estamos llamados a:

·Vivir de manera digna del llamamiento que hemos recibido, de acuerdo a lo que somos en Cristo.

·Caminar en humildad, amabilidad, paciencia, tolerantes unos con otros en amor.

·Esforzarnos por mantener la unidad dada por el Espíritu Santo.

·Vivir dentro de un vínculo de paz.

No perdamos la esperanza. Por el contrario, construyamos sobre la unidad que Dios estableció.

Pausa para reflexionar:

¿Qué puedes hacer para fomentar la unidad en el cuerpo de Cristo?

Oremos:

Padre, que yo sea un pacificador, porque los pacificadores traen la unidad. Muéstrame cómo puedo promover la unidad por la que oró Jesús.