PERLAS DIARIAS DE GRACIA - Semana 8Muestra

DÍA 3 - Vivir el amor hacia los no creyentes

2 Corintios 4:1-7

Romanos 5:8

1 Juan 4:8

En Cristo, se nos llama a amar a los que no están «en Cristo».

Se nos dice que expongamos el mensaje de Jesús claramente, pero sin amor, no representamos al Salvador que es amor.

Después de vivir como creyente durante varios años, es fácil olvidar cómo era la vida antes de la fe en Jesús. Es aún más complicado cuando hemos estado cerca de la fe cristiana desde la infancia. Los no creyentes vienen de otro lugar. Su forma de pensar y sus opciones son radicalmente distintas a las de los creyentes.

Pablo lo pone de manifiesto en 2 Corintios 4:3-4. Dice que los no creyentes están perdidos y son incrédulos, es decir, no son creyentes. Dice que el dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso Evangelio de Cristo, es decir, están cegados para no ver la verdad. Es una realidad trágica. Podemos dar una explicación cuidadosa y precisa del Evangelio sin respuesta. ¿Por qué? Porque el camino hacia la fe es más largo de lo que pensamos. Y se le opone un enemigo espiritual.

¿Cómo podemos expresar amor hacia los no cristianos mientras compartimos el mensaje de Jesús?

Permíteles entrar en tu vida. Los no creyentes necesitan ver que las creencias cristianas funcionan en la vida real. Esto puede sorprenderles. Puede que sientan curiosidad por saber por qué funciona la verdad de Dios. Sin curiosidad, no habrá conversación.

Permíteles sentir el amor de Dios por medio de ti. Es fácil para nosotros amar a ciertas personas. Pero, ¿cómo trataremos a quienes nos resulta difícil amar? Amemos simplemente porque Dios nos amó primero. Esto puede ser difícil, pero ¿qué mejor manera de dejar que la luz brille en la oscuridad que mostrar bondad a alguien que sabe que no la merece?

El amor es importante, pero no es suficiente. La gente también necesita saber por qué la queremos. Aunque te sientas inadecuado —como una vasija de barro— al compartir la razón del amor, recuerda que tienes un tesoro dentro. Tienes a Aquel que da vida, esperanza y propósito. Y tienes el poder de Dios en ti para compartir ese mensaje con los demás.

Simplemente no hay nada más amoroso que hablarle a alguien de la asombrosa gracia de Dios. Solamente en él las almas de las personas están verdaderamente satisfechas.

Pausa para reflexionar:

Seamos conscientes y preguntémonos: ¿qué obra ya ha hecho Dios en las personas que conocemos? Dios está obrando.

Oremos:

Padre, oro para que me ayudes a ser audaz y sensible cuando hablo con los no creyentes. Permíteme reconocer dónde se encuentran en el camino hacia la fe en tu Hijo.