PERLAS DIARIAS DE GRACIA - Semana 6Muestra

DÍA 7 - El corazón de Dios es bueno

Jeremías 31:3

Isaías 42:1-3

Juan 10:10-15

Salmo 18:2-6

¿Tienes alguna historia que anhelas leer una y otra vez? Los pasajes sobre nuestro Dios de gracia son así para mí. Los anhelo, pero a veces me cuesta trasladarlos de mi cabeza a mi corazón. Mi ansiedad aún no ha sido sustituida por la confianza.

Hace poco escuché a un pastor hablar del gran impacto de la vida de su hermano no nacido. El bebé falleció poco después de nacer, afectando significativamente la vida del pastor. Sus palabras me llegaron al alma. Mi historia es similar.

Yo sabía que se llamaba Elizabeth Ann. Cuando mi madre pasó a mejor vida, mi hermana y yo solíamos decir medio en broma: «¡Ojalá Elizabeth Ann estuviera aquí! ». Pero esto era diferente. Podía imaginarme a mí misma, con casi tres años, sintiendo las patadas del bebé, viendo el moisés instalado en la habitación de mis padres y oyendo las preguntas de los amables vecinos sobre mi futura condición de hermana mayor.

Nunca conocí a Elizabeth Ann, ya que su corta vida terminó un día después de venir al mundo.

Incluso hace poco empezaron a brotar las lágrimas. Encontré la esquela de Elizabeth Ann, una foto de ella con un hermoso vestido blanco y una foto de la habitación de la iglesia llena de flores donde yacía su cuerpo.

Necesitaba aferrarme al Dios de la gracia.

Entonces, le pregunté: «Señor, ¿qué mentiras creí con esta pérdida?». La respuesta llegó rápida y clara. Creí que Dios era malo y que me había arrebatado algo que debía ser un regalo bueno y precioso.Una imagen distorsionada del carácter de Dios quedó produciendo ansiedad en mí.

En El Curso de la Gracia, hay una renuncia a las mentiras y una declaración de la verdad sobre nuestro Padre Dios. Una de ellas afirma lo siguiente:

Renuncio a la mentira de que Dios es malo, cruel o abusivo.

Anuncio la verdad de que tú, Padre Dios, eres amoroso, amable y protector.

Dios fue protector; Elizabeth Ann no tuvo que sufrir mucho tiempo en esta vida. Él sostuvo su pequeña vida suavemente en sus manos y la llevó a casa para estar con Él. Y porque Él demostró su amor en la cruz, ¡volveré a ver a mi dulce hermanita en ese maravilloso día de reunión celestial!

Pausa para reflexionar:

¿De qué manera has creído que Dios es malo, cruel o abusivo? ¿De qué manera ha provocado esto ansiedad en tu vida?Invita a Dios a replantear tu experiencia teniendo en cuenta el gran amor que te mostró en la cruz de Cristo.

Oremos:

Señor Jesús, ningún dios excepto tú ha sacrificado voluntariamente su vida por mí. En las pérdidas de esta vida, recibo tu gracia para creer que tu corazón es siempre bueno. Sustituye mi ansiedad por la confianza en tu amor.

Si disfrutaste de este plan de lectura, te encantará el Curso de la Gracia. Te ayudará a conectar con la gracia de Dios en tu corazón, no solo tu mente.Lo puedes ver en www.libertadencristo.org.